La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

OBSERVATORIO

La crisis financiera: la actuación del Banco de España

P eriodo 2001-2007. Implantación del euro y homogeneización de los tipos de interés con Europa.

Con la implantación del euro, en el sistema financiero español se produce una bajada de tipos de interés muy importante, tanto de activo como de pasivo, con lo que el diferencial obtenido por el negocio tradicional de intermediación (rendimiento medio de crédito a clientes menos coste medio del pasivo captado) se reduce progresivamente de los 5-6 puntos porcentuales de los años 90 a 1-2,5 puntos, rebajando de manera importante el margen de intereses y suponiendo un problema y un reto para el mantenimiento de los beneficios futuros.

¿Cómo se podía afrontar esta situación por parte de las entidades? Por tres vías:

- por la vía expansiva, incremento a gran nivel de los créditos gestionados, para compensar la importante caída de la rentabilidad obtenido por cada uno de ellos;

- por la vía de la mejora de la eficiencia: mejora tecnológica y organizativa continua, para la reducción de costes y el incremento de la productividad por oficina y empleado;

- por la mejor gestión y mayor cobro de comisiones por servicios, aumentando su diversidad incorporando incluso servicios no bancarios.

De las 3 soluciones, la primera es la que se elige como principal, pues es la más "fácil" (con el abaratamiento de tipos y la época de bonanza, la solicitud de crédito de particulares, empresas y promotores se dispara), y es la que se alinea con los objetivos expansivos de los consejos politizados. Sólo algunas cajas y los principales bancos no caen en esa tentación y trabajan con las tres vías. La política expansiva iniciada a principios de la década para mantener los ingresos y aumentar de tamaño las entidades a satisfacción de sus gestores, llevó a un peligroso crecimiento de la exposición crediticia tanto en algunos sectores (promotor, construcción...) como en múltiples acreditados, de tal manera que por sí solos ponían en riesgo la viabilidad de algunas entidades. Ante esta situación, manifestada ya en 2004, ¿qué pudo hacer el Banco de España?

1. Haber endurecido la normativa de concentración de riesgos por cliente/grupo en la medida en que se estaban multiplicando por 2 dígitos los clientes de alto riesgo. A su vez, haber introducido un límite a la concentración de riesgo por sector de actividad. Nunca debió permitir que el sector promotor + constructor (no se incluye aquí el hipotecario particular) hubiera superado el 25 % del total riesgo concedido por una entidad.

2. Aplicar la normativa sobre riesgo substandard implantada por el Anejo IX (que regula "El análisis y cobertura del Riesgo de Crédito") de la Circular 4/2004 de 22 de diciembre (BOE 30 /12). Exigir dotaciones preventivas a ciertos sectores con incierto futuro o con excesiva acumulación de riesgos; no se empezó a exigir con carácter general hasta una vez entrada la crisis, demasiado tarde; en su día hubiera frenado la "excesiva" concesión de crédito promotor.

3. Poner límites al endeudamiento mayorista exterior de las entidades, cajas sobre todo, dado que esta "fácil y barata" financiación (hasta que se cerraron los mercados en agosto/sep. de 2007) permitía esa expansión del crédito de forma imprudente. Como si nunca se tuviera que devolver, o la financiación de los mercados a precios baratos fuese ilimitada. El Banco de España sabía que esto no podía ser así y debió intervenir, vía Circular o vía "recomendación". La continua expansión del crédito.? necesita de recursos propios... y se permite.

4. El Banco de España permite una considerable emisión por parte de las cajas, que no pueden ampliar capital, tanto de participaciones preferentes como de deuda subordinada, para que estas pudieran cubrir con esos recursos propios de "2ª categoría", el 8% sobre sus APR (Activos Ponderados por Tipo de Riesgo) que exigía la normativa de solvencia.

5. El B. de España seguía sin frenar los excesos. Es más, sus circulares también alentaban la financiación hipotecaria al considerarla "menos peligrosa o con más garantías" que la financiación a empresas, por lo que le exigía menos provisiones y consumía menos recursos propios. De ahí que en el periodo de bonanza no se incrementará ni diversificará el tejido empresarial, ni se promocionara a los emprendedores, ni el I+D, como hubiera correspondido en bonanza para diversificar la generación de empleo en este país y garantizar así su futuro, una vez llegada, como tenía que llegar, el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Periodo final 2007-2009. Cierre de mercados internacionales y rápido incremento de la morosidad.

En España no se reconoce la verdadera dimensión de los problemas. El cierre del acceso a los mercados en septiembre 2007, que a principios de 2008 estimaban los expertos que duraría unos 6 meses, se convierte, por la explosión de las subprime americanas, la caída de Lehman Brothers, los problemas de la banca europea (reconocidos al contrario que en España)... en un problema estructural. Se hace necesario el conseguir pasivo doméstico (despreciado años atrás), pero los altos tipos que se empiezan a pagar no sirven para captar más, sino más bien para evitar fugas, con lo que el principal efecto es un incremento de costes inaguantable para algunas entidades. La situación durará 4 años, hasta que en 2012 con el nombramiento de Mario Dragi, el Banco Central Europeo tome la medida de facilitar liquidez barata. Por eso, en ese momento, es el sistema financiero español el que más recurre al BCE. Los vencimientos exteriores de nuestro sistema financiero, que no se renuevan por la desconfianza de los mercados, son sustituidos por el citado acceso al BCE. A finales de 2012, la solicitud de fondos por las entidades españolas alcanzó casi 300.000 millones de euros.

6. El Banco de España, en plena situación de crisis, sigue permitiendo la emisión de instrumentos híbridos a gran interés para captar tanto recursos propios como liquidez doméstica.

7. El Banco de España, que había mejorado los sistemas permanentes de inspección gracias a los avances informáticos, y por tanto supervisaba y detectaba mejor que en los años 90, las "deficientes actuaciones de concesión y calificación del riesgo y las necesidades de provisiones", sin embargo "parece" que no ejecutaba las acciones que debían o podrían derivar de las inspecciones. El supervisor, alineándose en el objetivo de mantener la imagen, consiente el cambio del cálculo de ratios que las EE FF muestran en sus informes trimestrales a inversores y accionistas. Ante el rápido incremento, cambian la ratio de morosidad al añadir los riesgos de firma, lo que baja la ratio; y también se "crean" nuevas ratios de cobertura para que la misma siga pareciendo razonable. Ante la caída de la rentabilidad y la creciente necesidad de provisiones específicas, en 2008-2009 es la liberación de la provisión genérica (acierto del Banco de España en su día) y la obtención de resultados por operaciones financieras por la recompra de emisiones propias, lo que permite que el sistema financiero siga dando beneficios, aunque la viabilidad del sistema empieza a verse muy comprometida.

Periodo 2010-2012. El continuo deterioro empieza a ser determinante.

8. El 29 de junio de 2010 el supervisor emite la Circular 3/2010 que modifica el Anejo IX de la Circular 4/2004, permitiendo rebajar las bases de dotación en las operaciones con garantía inmobiliaria. Sólo se consideraba como importe base a dotar de la operación, aquel no cubierto por las garantías según unos parámetros establecidos por el B. España. Esta medida permitió liberar un gran importe de provisiones, que salvaron los resultados de muchas entidades en 2010. No se entiende cómo en plena crisis se toma esta medida. Pero permitió negar la profundidad de la crisis financiera española, seguir con la mala gestión y como consecuencia finiquitó definitivamente a las cajas, elevó bastante la factura del rescate final y permitió que siguiera la restricción del crédito.

9. Por fin, apoyándose en este continuo deterioro, en los sucesivos test de stress y en sus actas de inspección, el Banco de España obliga a los políticos reticentes a unir y reestructurar sus cajas. Pero, sometido a ese mismo poder político, accede a la creación de los SIP y no a la fusión directa como en los años 90. En estos años, las fusiones fueron entre cajas de la misma autonomía y no había fuertes reticencias políticas. Fueron bastante acertadas y ágiles en su ejecución, implicando la desaparición de las absorbidas y sus gestores y obteniendo las sinergias perseguidas. No será así en los SIP.

10. Meses después el Banco de España y el Gobierno tendrán que admitir el error de la permanencia de las estructuras políticas y estarán de acuerdo en la exclusión de estas, nacionalizando sus bancos, a pesar de que los SIP presentaron planes de viabilidad muy voluntaristas para demostrar que no necesitaban de capital público. Pero los dos reales decretos de 2012 exigiendo un importante aumento de provisiones serán definitivos para demostrar que no pueden seguir sin la recapitalización pública. La nacionalización se traducirá, básicamente, en que todos los fondos propios aportados por las cajas a los nuevos bancos se utilizarán en cubrir las deficiencias de dotaciones existentes requeridas por los nuevos RDs, quedándose sin reservas ni capital, dejando aquellas de ser propietarias y entrando el FROB como nuevo accionista principal, aportando, junto con la impuesta aportación por parte de los tenedores de instrumentos híbridos (preferentes), el capital necesario para seguir cumpliendo la normativa de Solvencia.

Conclusión: esta inacción del Banco de España perjudicó notablemente al poder financiero de unas autonomías y favoreció al de otras. Esto no quiere decir que fuera orquestado o premeditado, pero lo que es obvio es que el deber del supervisor es ser prudente, detectar los problemas a tiempo, aplicar los resultados de sus propias inspecciones y sustituir al equipo gestor, en su caso, para que permanezcan las entidades.

Compartir el artículo

stats