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Entrevista a Manuel Elkin Patarroyo

Manuel Patarroyo: "El cambio climático sitúa a las Islas en gran riesgo sanitario"

"La vacuna contra la malaria se ensayará en humanos en Colombia y países de África con la coordinación canaria", explica el director del Instituto Inmunológico de Colombia

Manuel Elkin Patarroyo, ayer en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria. JUAN CASTRO

Las nuevas vacunas se titula su conferencia, ¿para cuándo su remedio definitivo de la malaria?

Durante 25 años, en esencia, hemos buscado una metodología lógica y racional para desarrollar cualquier vacuna, utilizando la malaria como modelo. Es un gran problema de salud pública, hay 180 millones de casos y como mínimo 600.000 muertos anuales. En segundo lugar, es un enfermedad modélica, porque es aguda, te da en una semana, ofrece fácil diagnóstico y, otra cualidad, tiene tratamiento. Y otra ventaja, tiene modelo experimental adecuado, ya que el mono del Amazonas o aotus, llamado así por Humboldt porque parece no tener orejas, es el único animal susceptible al desarrollo idéntico de la malaria humana. Comencé a trabajar las vacunas con tuberculosis, pero rápidamente me salí porque es una enfermedad que se desarrolla en seis meses, mientras que la malaria actúa 25 veces más rápido; el tratamiento también dura medio año como mínimo, y la malaria es una sola dosis, un solo día; el diagnóstico se realiza por ADN frente a una gota de sangre en la malaria. Ya hemos analizado una vacuna contra la malaria con una eficacia por encima del 81,7% en los animales de laboratorio y trabajamos muy activamente en obtener otra para monos por encima del 95% al terminar este año o el próximo, máximo a mitad de 2018, al 96,6%.

¿Y para seres humanos?

Empecé a determinar cómo desarrollar ensayos de vacunación contra la malaria hace 31 años, ya avanzamos y tenemos muy pillado ese camino. Vamos a realizar los estudios en humanos en Colombia y en algunos países africanos simultáneamente. Ya viene mi hijo en la semana entrante a Tenerife para trabajar con Basilio Valladares en Campus África y la Fundación Canaria para el Control de las Enfermedades Tropicales. Queda mucho más fácil coordinar sin problema desde Canarias cualquier estudio en Senegal, Ghana o Gambia que desde Colombia, es bastante largo de Bogotá a Dakar pero se puede llegar desde Tenerife en una hora y media, así de sencillo. Me gustaría que lo mismo sucediera acá en Las Palmas. No nos interesa llevarnos todas las palmas, es un proyecto cooperativo, de todos, para que haya un desarrollo científico y tecnológico bien apropiado y podamos brindar lo mejor para la salud a la humanidad entera.

Pero no piensa ceder sus derechos a la Organización Mundial de la Salud, como con la primera vacuna en monos de la malaria...

No, pero ya fui contactado por múltiples multimillonarios con motivos totalmente filantrópicos, y no es Bill Gates, son otros, pero hay gente por esos lados muy interesada en aportar para laboratorios o instituciones que produzcan la vacuna. Es un problema parcialmente o en alto grado resuelto, no hay por qué venderla, en absoluto. Mi actitud no cambiará jamás, debe llegarle como un beneficio a la humanidad, prácticamente sin coste alguno. Mi equipo de 80 científicos ya está financiado, mal pero aceptablemente, ¿por qué tengo que sacar un provecho económico? Es un regalo a la humanidad, un gesto de solidaridad, no me interesa cobrar la patente, ¿qué gano? Nada, volverme antipático.

Entonces, ¿la máxima entidad mundial de la salud no defiende la salud del mundo?

No me meta en ese lío, déjeles con su problema, allá ellos, que lo resuelvan. Una institución que realmente fue icónica y paradigmática ha venido desacreditándose y ahora prácticamente todo el mundo piensa que es burocrática, interesada, comprada. Otra mafia.

Trabas nunca faltaron en su proyecto, como la última acusación de tráfico ilegal de animales.

Los animalistas se metieron y cerraron nuestro laboratorio en mitad del Amazonas durante cuatro años y medio, de 2011 a 2016, aunque la acusación nunca fue de maltrato o muerte. Volcamos inmediatamente toda la actividad hacia la estructura tridimensional, es decir, saber dónde está cada átomo en la molécula, lo que nos dio muchísimas respuestas. Frenaron casi todo y no les importó un pepino hasta que el Gobierno colombiano invirtió un millón de euros para demostrar que esos monos no eran peruanos, sino colombianos. Perú queda a una calle de nuestro laboratorio y Brasil en la otra, porque es una frontera tripartita. Estos individuos querían obstaculizar la vacuna porque están financiados por fundaciones inglesas de las que no se sabe de dónde viene el dinero...

¿De la industria farmacéutica, por ejemplo?

Claro, claro, si es blanco y frito, se come, lo llaman huevo. Esta gente detuvo el desarrollo, pero ahora sí ya vamos muy rápido porque desde hace año y medio nos volvieron a permitir el trabajo con los monos, en mayo del pasado año nada más.

También Canarias sufrió los últimos años un bloqueo de las aerolíneas al transporte de las cobayas con la Península.

No sabía, por favor. Muchas veces a la gente le falta inteligencia o capacidad analítica. Los animalistas piensan que el desarrollo científico ha llegado ya a tal nivel que se pueden hacer trabajos con ordenador para, por ejemplo, predecir vacunas, pero es limitadísimo, tanto como echar una moneda al aire. El grado de complejidad de la respuesta frente a una infección, o al microbio o a la vacuna, es tan grande que todavía no se puede simular en un ordenador y seguirá siendo necesario trabajar con animales de laboratorio un tiempo, póngale una generación. Obvio que hay que mantener un componente ético con los animales que impida su sufrimiento, hay que reducir su dolor el máximo posible y dar unas condiciones dignas. En general, hay gente que quiere polemizar por esencia y hay un nuevo fundamentalismo alrededor de esos grupos que quieren detener, no sé con qué interés, ciertos desarrollos, pero los fundamentalismos no conducen a nada y no pueden llegar a esos extremos.

Llegan hasta el negacionismo del cambio climático.

Se viene, no se necesita ser un genio ni tener demasiada información. La evolución ya está llevando a un incremento y aceleración de los problemas de las enfermedades transmisibles e infecciosas debido al cambio climático. Y los canarios están en riesgo grande por que viven a 200 kilómetros de África, que no digo que sea el infierno, pero resulta que hay muchas enfermedades que puede traer el aire. Con el siroco aparecen todos coloraditos por partículas arena, imagínese lo que puede transportar desde el punto de vista de microbios.

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