La joven Lucía Díaz, herida gravemente a finales de septiembre tras el incidente del Perro Maldito, en Valsequillo, falleció en la madrugada de este jueves en el Hospital de La Paz de Madrid, a donde había sido trasladada desde Gran Canaria por la gravedad de sus heridas, con un 80% de su cuerpo quemado.

La muerte de Lucía, de 18 años, se suma a la de María Dolores Cano, vecina de Jinámar, que falleció con 51 años a principios de octubre a causa de las heridas provocadas por el trágico incidente.

El alcalde de Valsequillo, Francisco Atta, ha expresado en nombre de la corporación el "dolor y el profundo pesar" que ha supuesto la noticia de la muerte de la joven para todos sus componentes y ha manifestado a su familia su predisposición de "seguir a su disposición en estos duros momentos".

Según ha precisado el Ayuntamiento de Valsequillo los restos mortales de Lucía se encuentran en el Instituto Médico Forense, desde donde serán trasladados a Oviedo.Allí se celebrará la misa funeral y el entierro por decisión de su familia, para la que la Corporación ha pedido "apoyo y respeto en estos delicados momentos".

Como hiciera el pasado mes de octubre con motivo del fallecimiento de María Dolores Cano, el Consistorio ha declarado desde las 09.00 horas dos días de luto por esta segunda muerte y ha acordado suspender como muestra de "condolencia y solidaridad" los actos culturales con motivo de la Navidad y la fiesta que tenían previsto celebrar los empleados municipales.

A las 12.00 horas se guardará un minuto de silencio en recuerdo de la víctima. La bandera de Valsequillo ha sido arriada a media asta y lucirá hasta mañana un crespón negro en señal de luto.