Tribunales

El acusado de prostituir a una joven de 16 años dice que tenían una relación "libre y consentida"

Un perito encontró imágenes sexuales de la menor en cuatro discos duros

La víctima asegura que su intención era abrir una página web con el material que había recabado

Juicio a un noruego acusado de prostituir a una menor

La Provincia

Benyara Machinea

Benyara Machinea

El hombre acusado de prostituir a una joven de 16 años a la que tenía contratada como empleada del hogar declaró este martes en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Las Palmas que mantenía con ella una "relación libre y consentida". Sven R. F., de nacionalidad noruega, confirmó que había sacado fotografías de la denunciante cuando acudía a limpiar su vivienda de Las Palmas de Gran Canaria y dijo que la misma le había mandado otras selfies desnuda, pero, según su versión, las "borró cuando se lo pidió". El perito que analizó su ordenador y cuatro discos duros encontró "bastantes" imágenes de una menor "desnuda o practicando sexo", junto a una prenda de lencería y un consolador.

El acusado, que se enfrenta a una pena de once años y medio de cárcel por presuntos delitos de prostitución y corrupción de menores, solo aceptó responder a las preguntas de su abogado e intervino con la ayuda de una traductora. Mantuvo que el intercambio de imágenes se realizó "de forma libre y consentida todo el tiempo" y negó haber pagado "nunca" por las fotografías. El noruego cree que le denunciaron porque la joven y su madre "quieren dinero" y sostiene que "mienten" en sus afirmaciones.

Por el contrario, la víctima explicó que Sven R. F. mantuvo una relación de cuatro años con su madre y ella trabajaba limpiando su vivienda, aunque había notado "comportamientos extraños" con anterioridad. La menor hizo referencia a que el acusado entró una vez al baño en el que ella se estaba duchando a pesar de que "sabía que llevaba más de media hora" en el aseo.

"Dijo que podía ayudar con más dinero, pero que tendría que hacer otras cosas"

Cuando la pareja rompió, en 2019, la joven empezó a trabajar como limpiadora en la vivienda del acusado hasta que, según ella, "dijo que podía ayudar con más dinero, pero que tendría que hacer otras cosas". La menor asegura que aceptó la propuesta a pesar de sus reticencias iniciales -le parecía "una prostitución muy fuerte"- porque le "dijo que al principio era sacar fotos que no iba a ver nadie más" y que le "pagaría 150 euros casa dos visitas".

La denunciante declaró que el hombre le dejaba lencería, un uniforme de limpieza "cortito" y cada visita le daba una prenda de ropa interior nueva para que se la probara, mientras sacaba fotografías con el teléfono móvil. Su sospecha es que el material estaba guardado en un pendrive que había visto escondido cuando arreglaba la casa.

Imágenes explícitas

Con los meses, cuenta la joven, las imágenes "pasaron a ser más explícitas", involucrando juguetes sexuales y látigos. "Quería montar una página web y que a través de ella le llevara a tres amigas porque él iba a ganar mucho dinero", afirmó. Terminó "asqueada" y, al darse cuenta de que "era una locura", decidió romper con lo acordado y suplicó al encausado que borrara todo el material pornográfico.

Su madre se enteró de lo que ocurría en la fiesta de cumpleaños de un familiar de su expareja. Aseguró que cogió el móvil de Sven para sacarse unas fotos en el baño y, cuando fue a enviárselas, vio un whatsapp de su hija. Extrañada porque la menor mantuviera el contacto con el hombre después de romper la relación, decidió sacar capturas de las conversaciones en inglés para pasárselas a su móvil y traducirlas. Cuando al día siguiente entendió los mensajes, decidió presentar la denuncia.