Columna vertebral del casco antiguo de Los Llanos, una de las fachadas del conjunto arquitectónico de la Calle Real guarda desde el mes de julio la Galería de arte García de Diego, un espacio que nace con el deseo de expresar sentimientos artísticos y descubrir la riqueza, diversidad y riesgo del arte contemporáneo. Tras una puerta de madera que ha visto pasar el tiempo y la Historia palmera, se abre un espacio anímico, un entorno blanco que a modo de lienzo se deja manchar por las obras en un equilibrio idóneo con la edificación: una casa dividida en cuatro salas de arquitectura tradicional canaria, un gran galería de ventanales y patio de estilo colonial y una trasera antigua datada en el siglo XVIII. La envoltura, el continente ya es en sí merecedor de miradas por los juegos de luz, por cómo lo tosco de los materiales de techos y paredes se mezcla con el sonido de la fuente y la aparente fragilidad de los bambús y de los papiros del patio. Más de dos años y una dedicación plena han hecho posible que Ana Brígida Rodríguez y Vicente García de Diego hayan conseguido que una casa más se convierta en una galería única, donde los elementos antiguos no han perdido su identidad y se han vestido de modernidad funcional.
Vicente es médico estomatólogo y un amante de la pintura, la crítica de arte y un alumno de Historia del arte por vocación. Ana ha sabido combinar su profesión como delineante industrial con su pasión por los estudios de Bellas Artes, el comisariado y el diseño. Para él, Los Llanos supone su descanso, el lugar donde tiene casa y amistad, para ella Los Llanos son su cuna y la ciudad en la que decide cada día vivir por su entorno y su gente. Los une la relación profesional entre un mecenas del arte y una directora artística que se han perdido en el abismo del emprendimiento, de la apuesta por el riesgo, de su amor por la belleza y su compromiso con descubrir y potenciar el trabajo y la creatividad de canarios y en Canarias.
La Galería García de Diego no oculta sus miedos y debilidades. Vicente es consciente de la dificultad que implica trabajar en La Palma, por lo que, además de ser un espacio expositivo, quieren promover un clima profesional, un lugar de encuentro y de discusión en la isla que contribuya a fomentar una filosofía, una educación en lo emocional y en lo estético. La Galería quiere ser un revulsivo, un elemento más para despertar la cultura artística y la mirada estética que siempre ha caracterizado al pueblo de La Palma.
Belleza sí, pero con riesgo. La Galería siente debilidad por las creaciones de artistas independientes, de obra intensa y concentrada. Artistas libres, sinceros en su forma de trabajar y en su obra, de buena técnica pero sobre todo capaces de conmover y de jugar con los límites. Buscadores y receptores de ingenio. Vicente, Ana y la Galería están abiertos y dispuestos a descubrir talento y a recibir propuestas. Jóvenes artistas a los que darán su primera oportunidad podrán alternar con la maestría y trayectoria de artistas consagrados. Cinco exposiciones al año permitirán la itinerancia de estilos, de producciones, de obras, de expresiones que pretenderán captar la atención de compradores particulares, instituciones públicas y coleccionistas, tanto nacionales como internacionales, amantes del arte y con gran dosis de sensibilidad. n
