El momento cumbre en los enfrentamientos entre la UD Las Palmas y el Levante, histórico segundo equipo de la provincia de Valencia, llegó en mayo de 1959 cuando ambos conjuntos echaron un pulso "a vida o muerte" para resolver una plaza en la Primera División del fútbol español. El representativo grancanario lo hacía como militante de la máxima categoría, en un año en el que fue décimo cuarto (descendieron directamente Sporting y Celta) mientras los granotas llegaban al cruce como uno de los candidatos de la Segunda División. Las Palmas se salvó tras una doble batalla: 1-2 y 1-1.

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