La espera del búfalo de Guanarteme. Una eternidad. Asdrúbal Padrón, 162 días después. El delantero de la UD, que renovó el pasado 15 de julio, hasta junio de 2018 -tres campañas más-, encadena más de cinco meses sin pisar el césped en partido oficial. Una eternidad para un mimbre atómico, capaz de revolucionar un encuentro con sus arrancadas de furia. El último fotograma corresponde a un episodio de gloria como el 21-J, la fecha mágica del alzamiento al cielo de Primera. Titular con Paco Herrera, ante el Zaragoza, en la vuelta de la final del playoff, conformó el ataque junto a Jonathan Viera y Sergio Araujo. Fue el primer cambio en el minuto 58, tras dejar su puesto a Hernán Santana.

Era el punto y final a un curso con altibajos. Y también su última aparición. En esa campaña de gloria 2014-15 con Paco Herrera completó 20 partidos (789 minutos entre Liga, Copa y Promoción de ascenso). Logró tres tantos, una en el torneo del 'ko' ante el CD Numancia, de tijera, y otro ante el Leganés en el último minuto en Siete Palmas para firmar la victoria. Completó su anotación ante el filial del Barça en la competición doméstica el pasado 23 de mayo. Siempre atento para el estallido de pólvora, la pura esencia de un terremoto sobre el césped.

Ese talento despiadado se ha esfumado en esta temporada, invisible para Paco Herrera (no fue citado en las primeras ocho jornadas de competición en la liga de las estrellas), con Setién, al menos, vuelve al banquillo. Encadena dos convocatorias ante Valencia y Deportivo. Sigue esperando un rayo de luz y el choque de este jueves ante la Real Sociedad lleva su nombre. Se perfila como una de las variantes ofensivas para estrenarse en esta 2015-16. Pugna con Willian José, que llegó en calidad de cedido, por liderar el flanco ofensivo ante los donostiarras en la ida de los 1/16 de final en el Gran Canaria.

Asdrúbal debutó ante el Eibar el 31 de agosto del 2013 de la mano de Sergio Lobera -lo hizo junto a Tana-. Y el de Guanarteme vio portería, salvó los muebles con un tanto agónico, su especialidad (89'). Acabó con 31 partidos oficiales y 6 tantos. Junto al anotado al Eibar, otros dos más en el minuto 89: ante Ponferradina y Sporting de Gijón. Fue en El Molinón donde compuso su obra maestra al abrir la puerta de la final de la promoción de ascenso ante el Córdoba. Liquidó al cuadro asturiano de Abelardo con un zarpazo bendito, tras una gran acción de Nauzet. Luego llegaría el 22-J, la mayor puñalada en la historia de la entidad.

Listo para el combate. Asdrúbal no se rinde y confía en triunfar de amarillo en Primera. Formado en la factoría de Barranco Seco, tras renovar, no se rinde y descarta una salida en calidad de cedido. "Quiero triunfar de amarillo", ha repetido. Pero también confía en contar con minutos. El Córdoba ya se ha interesado por una opción a préstamo.