Completó 26 partidos con el Valencia -desde 2012 a 2014-, tras abonar el club che 2.5 millones de euros a la UD en mayo del 2012. Debutó en Primera División, 'Champions'...Conoce la casa. ¿Cómo analiza la situación actual del cuadro de Neville, abocado al abismo, a un paso de caer a la zona de peligro, tras gastarse 140 millones de euros en fichajes?

Me transmite mucha pena. Es el equipo que apostó por mí, y pagó un dinero cuando yo era un jugador joven y de Segunda División. Me hicieron jugar Champions con Pellegrino y sobre todo por cómo me trató la gente. Siempre me trataron muy bien; tengo amigos allí, utilleros, preparador físico...Fueron exquisitos conmigo y mi mujer -Estefanía-. Por otro lado, es lógico, ahora no están en un buen momento y están obligados a ponerse las pilas. En estos 8 partidos, sin contar el nuestro del sábado claro, tienen que intentar pues ganar si quieren una mínima opción de no solo jugar la Liga y Copa en la próxima campaña.

La UD, desde la modestia, con solo 33 millones de euros, superaría en la tabla a un gigante como el Valencia si doblegan a los de Neville este sábado en el Gran Canaria -los de Setién se pondrían con 36 puntos, por los 34 de los de la capital del Turia. ¿Qué representaría este escenario?

Nuestra idea es ganar y así el domingo, al término de la jornada, daríamos un 'pasito' más hacia la salvación. No podemos olvidarnos del tema realmente importante que es eludir el descenso. ¿Superarlos? Un equipo como el nuestro, con menos presupuesto, si estamos por encima de ellos, es porque el Valencia no han hecho las cosas bien. Y ahora mismo, la UD sí las está haciendo bien. Para un equipo como el Valencia tener 34 puntos, es porque no han hecho las cosas bien. Afrontan un año convulso, han cambiado de entrenador;las cosas no han terminado de salir y están nerviosos con razón.

Usted se fue con 23 años y no pudo desplegar su magia. ¿Se siente identificado con Mina, que llegó al Valencia del Celta tras abonar 10 millones de euros y no termina de explotar? ¿Mestalla es un escenario peligroso para la magia? ¿Se destruye a las figuras de talento?

Tengo una espinita clavada con el Valencia. No tiene nada que ver el Valencia actual al que yo llegué (en 2012). Son totalmente diferentes, la situación es más complicada que cuando yo llegué. Yo pisé Valencia cuando se estaba cerrando un círculo -se marchó Emery y llegó el argentino Pellegrino-. Todos los años quedaba tercero y arrancamos un año con un proyecto nuevo, con el reto de haber qué pasaba. Aparte de lo que me pasó a mí, ahora les ha tocado a vivir una situación complicada.

¿Y qué dice de la mano negra de Jorge Mendes?

No sé cual será la influencia de ese señor en el Valencia. Un equipo como el Valencia tiene que estar mínimo entre los cuatro primeros de la tabla. Mete 60.000 aficionados cada sábado... La gente está con el equipo al cien por cien, y veo bien que se les exijan; eso lo considero lógico. Lo que no veo lógico es que no estén metidos mínimo en Champions o en Liga Europa.

¿Calificaría al Valencia de una fábrica de juguetes rotos?

Me parece excesivo, meternos a todos en el mismo saco. No es justo; han sacado muchos jugadores. De la cantera ha salido Paco -Alcácer-, Bernat , ahora en el Bayern Múnich de Guardiola. Hay jugadores de nivel que han salido de ahí. Han vendido a Soldado, Banega... Me parece excesivo, creo que simplemente no le han sacado el potencial a un número importante de futbolistas.

En el Pizjuán (14 de febrero) se establece el triángulo mágico como bandera táctica del nuevo orden, usted pasa de la banda izquierda al centro del ataque y abraza la mejor versión. Y fue la semilla de la reacción con cuatro victorias en las últimas cinco jornadas. ¿En qué medida esta variación táctica ha sido determinante?

Los resultados están llegando, la clave fue después del partido ante el Rayo, mirarnos a la cara. Dijimos: 'Ese camino no es el adecuado'. En lo referente al cambio de táctica, ya dije que estaba mejor por el centro, estoy más cómodo que en banda.

¿Pero por qué pasa a la mediapunta?

El míster habló mucho conmigo, me dijo lo que pensaba. Le dije que estaba más cómodo por el centro y me explicó que lo iba a barajar. Que después del partido ante el Sevilla, le había sorprendido mi rendimiento. Fu un partido muy serio, muy bueno; el equipo tenía más el balón, rigor táctico. A día de hoy, el equipo así funciona y vamos bien.

Es el líder en minutos en la UD, ¿qué representa para usted?

El principal motivo de orgullo es no haber caído lesionado. Me faltaba esa continuidad, quería ser un jugador fiable; ir y venir. Podía ir y venir...Uno se tiene que cuidar más porque ya no tiene 20 años. Entrenar y cuidarse más que nadie. Comer bien, este año me encuentro bien. Estamos todos en lo mismo y queremos dar el sábado un paso importante en esta jornada por conquistar el objetivo.

Con esta renta de cinco puntos, ¿puede caer el vestuario amarillo en un clima de relajación?

No pasará. En el vestuario hay gente que sabe lo que hay. Cuando está el objetivo y no está, contamos con 33 puntos pero no nos vale. El Sporting pudo con el Atlético y ahora no podemos fallar ante el Valencia. Si ganamos, podemos pensar que estamos casi salvados.

Siempre ha dicho que es amarillo, que siente el escudo...¿Pero y si llega una oferta mareante por sus servicios?

Cuando regresé, ya lo dije, quería quedarme y no salir más. Luego se tienen que ver las cosas, lo importante es salvarnos. Tengo dos años más de contrato aquí. ¿Ofertas? Nos sentaremos con el presidente y hablaremos. Se tomará la la mejor decisión para las dos partes. Aquí me siento muy bien, muy cómodo e importante. Esta es es mi casa; aquí está mi familia, no necesito más para ser feliz. Pero nunca se sabe lo que puede pasar.