El 22 de junio de 2014 la UD Las Palmas vivió uno de los capítulos más negros de su historia reciente: la invasión de campo del Estadio de Gran Canaria cuando el ascenso a Primera estaba a punto y el posterior gol del Córdoba tras la interrupción que dio el éxito al cuadro andaluz. El conjunto amarillo rozaba la gloria gracias al 0-0 de la ida y el gol de Apoño en el Estadio de Gran Canaria. El equipo se encontraba en un tramo final de temporada muy convulso debido a la destitución de Sergio Lobera, que hizo que Josico cogiera el timón para la promoción de ascenso.

El cuadro amarillo se cargó contra todo pronóstico al Sporting de Gijón en la semifinal y frente al Córdoba todo iba bien. Lograba resistit el conjunto de Josico manteniendo a su rival lejos de la portería de Mariano Barbosa. Sin embargo, una jugada aislada después del parón acabó en la red por el remate de Uli Dávila.

El club logró superarlo con el ascenso del 21 de junio de 2015, que ha permitido a la UD minimizar el horroroso recuerdo de aquella noche. La entidad se hizo más fuerte y ahora está en su mejor momento.