Quique Setién cambia el paso y decide en una rueda de prensa esquivar las preguntas sobre su futuro. En las últimas semanas, incluso meses, las negociaciones acerca de su renovación ha sido uno de los temas principales en sus comparecencias y el cántabro nunca había eludido ninguna pregunta al respecto. Siempre había sido muy abierto. De hecho, recientemente el presidente, Miguel Ángel Ramírez, le acusó de haber retransmitido a los medios dichas conversaciones. Ante ese panorama el entrenador de la UD Las Palmas decidió ayer pisar el freno.

"Sobre el tema de la renovación no voy a hablar absolutamente nada. Las palabras del presidente, que no las he escuchado todas, se quedan dentro de mí. En su momento, como ya he dicho otras veces, ya comentaremos. Sobre este tema no voy a hacer ninguna declaración porque no las entiendo como necesarias. Me tengo que ceñir a la respuesta que voy a dar al club y que trataré de hacerlo a la mayor brevedad. Sin más", sentenció el cántabro en referencia a la oferta que tiene sobre la mesa por cinco temporadas y que le fue entregada en un sobre y sin mediar reunión al respecto para pulir detalles. No quiso valorar tampoco si ha sentido el cariño del club a lo largo de todo este proceso.

"No recuerdo oír a entrenadores [en referencia a Berizzo, Valverde o Escribá] que les falta un diez por ciento para seguir, ni el contrato de tres años", señaló el presidente Miguel Ángel Ramírez el lunes en Radio Nacional de España. "Quien habla en rueda de prensa sobre la continuidad o no de Setién ha sido el míster", insistió.

Las continuas declaraciones, en ambos sentidos, acerca de la renovación del técnico ha sido uno de los principales focos de tensión entre el club y Setién. Este eterno tira y afloja mediático ha abierto muchas heridas, ya incurables, en las dos partes. Ahora, el cántabro manda a parar.