La picaresca aparece en el UD-Barça. La crítica situación del equipo amarillo, una victoria en las últimas ocho jornadas y 21 goles encajados en la citada franja, ha provocado que los abonados [que no pagan para ver al gigante culé] se planteen otras alternativas. Los precios para los no abonados -de 140 para la Curva a 200 euros para Tribuna- ha bastado para que un grupo de abonados revenda su carné. En las cercanías de la taquilla de la grada Curva, ya se ofertan precios que van desde los 80 para la Curva o 90 en Sur -que en taquilla están en 150-.

El abonado Juan Guedes, e hijo de la leyenda Juan Guedes, mítico jugador de la década de los 70, y que falleció en 1971 con 28 años, adquirió ayer dos entradas y cuestiona hacer negocio con el sentimiento. "Lo de vender el abono, es cuestionable. Queda en la conciencia de cada uno, yo no haría negocio con algo que es más que un sentimiento. No vendería mi abono", puntualiza. La reventa no es un nueva en un partido grande para la UD en el Gran Canaria. En la última visita del Real Madrid, el pasado mes de septiembre, los abonados tenían descuento para adquirir su entrada [en esta ocasión para el pulso del domingo no pagan porque se ha eliminado la condición de Día del Club]. Y el miso día del choque ante el Madrid, junto a las taquillas de la Curva, un sector de los abonados trataban de hacer el agosto. La picaresca se cruza con el sentimiento.