Esta es la técnica militar para luchar contra el insomnio y dormir en dos minutos

Dormir es muy importante para que el cuerpo se recupere y gane la energía suficiente para aguantar todo el día. Sufrir insomnio es una de las peores cosas que puede ocurrir. Los expertos lo tienen claro y es que, en personas adultas, dormir menos de 7 horas puede repercutir directamente en el estado de nuestra salud. Según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 40% de la población tiene algún tipo de problema a la hora de conciliar el sueño. Un entrenador militar ha desvelado un truco para dormir mejor en cuestión de dos minutos.

España no es ajena a los problemas del sueño. Entre un 20% y un 48% de la población sufre algún tipo de problema a la hora de dormir o de mantener el sueño durante toda la noche, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Los especialistas miden la calidad del sueño a través de tres indicadores: el tiempo total que estamos descansando, el sueño profundo, que tiene que ser el suficiente para sentirnos descansados, y si se interrumpen frecuentemente los ciclos del sueño.

Plan en 3 pasos para aprender a dormir mejor

¿Cómo dormir mejor?

La sensación de haber dormido mal es una de las peores que existen y lo notamos en el día a día. Por eso, existen algunas tácticas que podemos hacer para dormir mejor. La primera de ellas es ir a dormir y levantarnos siempre a la misma hora, de esta manera el cuerpo se acostumbra a esos horarios. Otra clave es no utilizar aparatos electrónicos justo antes de irnos a dormir, ya que la luz que desprenden las pantallas son perjudiciales para nuestros ciclos del sueño. Además, la temperatura de la habitación, la luz y el ruido también son factores que afectan directamente a nuestra calidad del sueño.

La técnica es muy sencilla, para ello hay que colocarse en una posición cómoda y cerrar los ojos. Después es importante centrarse solo en la respiración e intentando solo pensar en cómo se van relajando los músculos de la cara, para después descender al cuello, los hombros y así hasta el resto del cuerpo. Es importante que la respiración sea pausada y tranquila, sintiendo como el pecho se va hinchando y deshinchando por el aire que entra en los pulmones. 

De esta forma lo que hacemos es que la mente se centre solo en la respiración y se dejen de lado los problemas y pensamientos que tantas veces nos rondan la cabeza y nos impiden dormir. Es posible que los primeros días cueste dejar la mente en blanco, pero poco a poco iremos cogiendo la técnica y nos dormiremos en pocos minutos. Otro truco para relajarnos es pensar que estamos en un lugar tranquilo, rodeado de naturaleza o en una playa desierta.