Francisco Hernández Spínola ha sido carne de oposición en Canarias, aunque ocupó el cargo de subsecretario del Ministerio de Administraciones Públicas con Jerónimo Saavedra. Nadie como él encarna la figura del aparato dentro del socialismo canario. Su nombre suena a lo que debe hacerlo la sala de máquinas de los socialistas del Archipiélago. Este licenciado en Derecho y funcionario del Cuerpo Superior de Administradores de la Comunidad Autónoma ha sido consejero auditor de la Audiencia de Cuentas de Canarias, diputado regional en las dos últimas legislaturas y presidente y portavoz del grupo socialista canario en el Parlamento. Tras la abrupta ruptura con Juan Fernando López Aguilar antes de que este último volara a Bruselas para hacer las Europas, fue rápidamente acogido bajo la capa protectora del hombre tranquilo, esto es, el secretario general del PSC-PSOE, José Miguel Pérez, el retrato en negativo del que fuera ministro de Justicia con José Luis Rodríguez Zapatero.

Aunque residente en Tenerife desde que se instaló en esa isla para llevar a cabo sus estudios, Hernández Spínola nació en Arrecife (Lanzarote) en el seno de una conocida familia de la isla de los volcanes. Su padre es el maestro de varias generaciones de lanzaroteños Pedro Hernández Cerdeña, que fue pregonero de las fiestas patronales de la ciudad en 2010 y fundador del Orientación Marítima, un mítico club de fútbol en el que militó de niño el nuevo consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad. En cuanto a su madre, su apellido entronca con la vieja burguesía lanzaroteña. En el pregón, su padre hizo referencia a las peleas de gallos. Él ha vivido bastantes durante su trayectoria política, en especial en el Parlamento. Quizás le resten muchas más.