José Miguel Pérez se mantiene al frente del PSC con un exiguo apoyo de los delegados del 12º Congreso regional que se celebra este fin de semana en Adeje, en el sur de Tenerife. Ni las previsiones más pesimistas podían predecir un resultado tan bajo, ya que el secretario general y vicepresidente del Gobierno obtuvo 123 votos afirmativos a su candidatura, la única que se presentó, frente a 105 abstenciones. En total, sólo un 53,9% de los compromisarios dieron su respaldo a Pérez y se abstuvo el 46,1% del plenario.

La votación a la candidatura del líder socialista cosechó un resultado peor que la del informe de gestión, ya que las 105 abstenciones superan en 29 votos la suma de sufragios en contra y abstenciones de la primera votación.

Las divisiones internas y el descontento desembocó ayer en el Congreso del PSC en una revuelta interna de los delegados de Tenerife, ya que la mayoría decidió abstenerse como medida de presión a Pérez, entre otras cuestiones para forzar a la designación de Javier Abreu como secretario de Organización.

De nada sirvió que Pérez se comprometiera a darle "voz directa" dentro del partido a los militantes y abrirlo más a la sociedad. Las voces críticas que se han alzado en el seno de las agrupaciones locales por el alejamiento del partido de los problemas sociales y de las bases han obligado a Pérez a basar su nuevo mandato al frente del PSC en escuchar más a los afiliados y simpatizantes. "Hay que poner nombre y apellidos a la militancia y es el momento de no dejar a nadie al margen", aseguró el líder socialista.

El vicepresidente del Gobierno aseguró que quiere situarse al frente de un "ejército" para recuperar la confianza en la ciudadanía pensando ya en clave de las elecciones de 2015. Pérez quiere recuperar las posiciones perdidas en los comicios de 2011 y por eso "debemos crecer en solidez interna y recobrar el papel del partido para combinarlo con las tareas de gobierno".

Este compromiso de Pérez forma parte también de uno de los reproches que se ha hecho a su gestión en los dos últimos años. Muchos afiliados y cargos públicos de ayuntamientos y cabildos critican que la Ejecutiva regional se ha centrado en las labores institucionales y ha abandonado la gestión del partido. Por eso, una parte del nuevo equipo ejecutivo del PSC se dedicará íntegramente a las tareas orgánicas. La coordinación es otro de los ejes estratégicos del líder del PSC tanto entre el partido y los cargos públicos como los colectivos y organizaciones sociales. Pérez pretende que el partido represente las inquietudes de los grupos que trabajan con los problemas más acuciantes de la ciudadanía.

Pérez reconoció ante los delegados que uno de los principales fallos de la gestión del equipo actual es la política de comunicación. Ni la comunicación interna ni a la sociedad funcionan bien. "Hay que comunicar bien y saber escuchar, contar lo que hacemos y cómo lo hacemos, debemos aprender de los errores", reconoció.

Informe de gestión

El informe de gestión de la Ejecutiva regional saliente obtuvo el apoyo del 66,6% de los delegados -152 votos- frente a 44 votos en contra -19,2%- y 32 abstenciones -14%-. Este resultado se produjo después de un amplio y crispado debate de más de dos horas que provocó un considerable retraso en la programación del congreso.

Tras la lectura por parte de José Miguel Pérez del informe de gestión, se abrió un debate en el plenario a puerta cerrada donde pidieron la palabra más de 28 delegados. La mitad de los delegados que hablaron lanzaron duros reproches y críticas a la gestión del partido, a la debilidad del PSC en el Gobierno con Coalición Canaria y algunos de ellos lamentaron que no se pudiese articular una candidatura alternativa a la de José Miguel Pérez. Además, añadió que el socialismo democrático es "la única fuerza que ha logrado demostrar que es posible crecer de forma igualitaria en economía y cohesión social" sin debilitar la democracia.