Desde los atentados en Casablanca en el 2003 a manos del yihadismo radical, en los que murieron 45 personas, el Gobierno de Marruecos ha ido incrementando sus esfuerzos no sólo en la cooperación internacional con la lucha antiterrorista, especialmente con España, sino también en controlar los movimientos de pensamiento islámico radical que inspiran la yihad en su territorio. Una de las preocupaciones del régimen de Rabat desde entonces es conocer hasta qué punto los imanes de las mezquitas trasladan a la población, sobre todo a los jóvenes, mensajes religiosos que puedan alimentar este tipo de ideología radical a partir de una lectura rigorista del Corán. En los últimos años, el gobierno marroquí y el propio monarca, Mohamed VI, jefe religioso de su credo en el país, han adoptado distintas medidas de lucha contra el islamismo radical y el yihadismo y en favor del islam moderado y tolerante.

El impulso de esta política es especialmente valorada desde los países europeos en que el terrorismo yihadista está golpeando con fuerza en los últimos tiempos, como Francia, Reino Unido o España, y donde con frecuencia se llevan a cabo la desarticulación de células y se detienen a presuntos responsables del envío de combatientes a Siria, Irak u otros territorios con presencia del Estado Islámico (Daesh) y que con frecuencia regresan luego a Europa para continuar la guerra santa en sus ciudades a golpe de mochila explosiva, cinturón suicida o fiero kalashnikov.

Cercanía

Muchos de estos nuevos cruzados del islamismo, ciudadanos europeos en la mayoría de los casos, han sido aleccionados precisamente por imanes radicales de las mezquitas en sus ciudades de origen. Canarias se encuentra de hecho entre los territorios cercanos al Magreb sobre los que pesa la amenaza yihadista y como paso de posibles terroristas hacia el continente europeo. También se han dado casos de personas dedicadas a la captación y adoctrinamiento de simpatizantes del Estado Islámico, como fue el caso de la mujer de 19 años, de nacionalidad marroquí precisamente, detenida en diciembre de 2015 en Pájara, Fuerteventura .

La ofensiva contra el islamismo radical tiene varios frentes abiertos en el país vecino. La última de las iniciativas de Marruecos, dentro de sus fronteras pero también en los países de su entorno, es la creación de una institución religiosa que aglutina a doctores mahometanos de más de 31 países cuyo objetivo es promover la moderación y la tolerancia religiosa, combatir el extremismo y el terrorismo en el continente africano, e impulsar un movimiento cultural relacionado con el islam que ayude a mejorar la imagen de esta religión en todo el mundo.

El pasado día 14, el rey marroquí presidió en Fez la constitución del Consejo Superior de la Fundación Mohamed VI de los Ulemas Africanos, una instancia cuyo cometido es unificar y coordinar los esfuerzos de los predicadores musulmanes, tanto de Marruecos como de otros Estados africanos, para dar a conocer, difundir y consolidar los valores de ese islam mediante el conocimiento y la divulgación de los valores de tolerancia de esta religión, así como de favorecer los estudios sobre el pensamiento y la cultura islámicos.

Diplomacia religiosa

El régimen de Rabat ha desarrollado en los últimos años un especie de 'diplomacia religiosa' en el continente africano, principalmente en los países francófonos, para presentar su modelo religioso basado en el "islam del justo medio y de la moderación", de inspiración sufí, alejado del salafismo y de las versiones rigoristas. El gobierno marroquí abrió sus instituciones académicas de la formación religiosa ante los imanes y estudiantes de varios países africanos para que puedan combatir los mensajes de odio, el extremismo y el fanatismo de sus países de origen.

Cerca de 800 imanes procedentes de Malí, Guinea, Costa de Marfil, Senegal, Túnez y Francia reciben actualmente este tipo de teórica en el Centro de Formación de Imanes de Rabat. Es una respuesta que el régimen de Rabat considera apropiada al momento, en el que el mundo musulmán es con frecuencia incomprendido, y responde a la petición de numerosos países africanos de consolidar sus lazos históricos con el país magrebí.

Entre algunas de las medidas adoptadas por Marruecos para conjurar el peligro del extremismo religioso y su posible incidencia en la radicalización de los jóvenes, cabe destacar por la reciente distribución de motocicletas entre los religiosos del sur del país para acceder a las zonas rurales y vigilar las plegarias en las mezquitas. Es una medida adicional al envío de 1.300 imanes por todo el país con una licencia y una formación religiosa supervisada.

En el frente de la comunicación, se cumple justo ahora el 12 aniversario de la inauguración de la emisora Radio Mohamed VI del Santo Corán dedicada a la difusión del islam oficial y la enseñanza religiosa, donde abundan los programas de sobre lectura y explicación del texto coránico y otros asuntos de índole educativa y social, y que trata de competir con la amplia difusión que el islamismo radical tiene a través de Internet y las redes sociales.