Pasada la jornada del 1-O, fecha del referéndum ilegal en Cataluña, sigue sin despejarse el horizonte de los presupuestos estatales para el próximo año y se mantiene una gran incertidumbre sobre las propias cuentas del conjunto de las comunidades autónomas, condicionadas a las transferencias que les hace el Estado en materia de financiación. La tensión política y social en aquella comunidad autónoma por el desafío independentista sigue marcando la agenda del Gobierno central e impide por el momento que se reabran las negociaciones con los grupos parlamentarios del Congreso para intentar conseguir los apoyos necesarios para sacar adelante unos nuevos Presupuestos.
El PNV, cuyos cinco escaños son imprescindibles, sigue negándose por ahora a sentarse con el Ejecutivo, lo que por ahora deja sin efecto el acuerdo alcanzado entre el PP y Ciudadanos y el que está prácticamente cerrado con CC.
Canarias es precisamente una de las comunidades que más se juega si la prórroga presupuestaria temporal se convierte en definitiva por la inestabilidad política y el riesgo de unas elecciones generales anticipadas, aunque, paradójicamente, al ser la autonomía con las cuentas más saneadas y con la senda fiscal más consolidada es de una de las que podría presentar sin problemas sus propios presupuestos sin conocer previamente los del Estado o incluso dando por hecho que estos no prosperaran. Con todo, el Archipiélago podría perder en ese escenario importantes ingresos estatales en materia de financiación, inversiones y ayudas del REF, ámbitos en los que se lograron avances importantes en los Presupuestos ahora en vigor y que estaban apuntados o comprometidos para el 2018.
A finales de mes
De hecho, el Gobierno de Canarias asegura que a finales de este mes remitirá al Parlamento un proyecto de Presupuestos regionales para tramitarlos y tenerlos aprobados, previa negociación con los grupos parlamentarios, antes de finales de año, aún en el caso de que se mantenga el bloqueo de las cuentas estatales. Eso sí, como ha reconocido la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, el proyecto mantiene la senda de crecimiento iniciada el año pasado, pero no en los términos previstos inicialmente por la posible restricción de fondos estatales.
Las dudas sobre el horizonte presupuestario estatal está causando preocupación en el conjunto de las comunidades autónomas, que ven riesgo de que se pueda reproducir la situación de hace un año, cuando en muchos casos vieron afectados el devenir de sus propias cuentas por no conocer los fondos de financiación que le serían transferidos. Aquella incertidumbre incitó al presidente de Canarias a impulsar una cumbre autonómica para exigir al Gobierno central, entonces en funciones, información y medidas ante la inevitable prórroga de los Presupuestos de 2016. En el contexto actual, las comunidades autónomas verían cómo no podrían contar con los 4.000 millones de incremento de la financiación previstos por el Estado para el 2018.
Así, el bloqueo al que la situación política está sometiendo de nuevo a las cuentas estatales impide de momento que los gobiernos autonómicos pongan en marcha a partir de enero una etapa expansiva en inversión y medidas de mayor gasto público, incremento de plantillas de funcionarios, mejoraras salariales o reducción de jornada laboral. Además de Canarias, comunidades como Andalucía, Comunidad Valenciana y Baleares claman por la estabilidad económica y exigir nuevas cuentas para el próximo año o, en todo caso, medidas paliativas inmediatas en caso de prórroga. Las comunidades gobernadas por el PP se mantiene en silencio, pero también están muy preocupadas por el posible parón en la senda de crecimiento que se estaba consolidando.
Interpretaciones diferentes
Uno de los ámbitos en los que se verían afectados los presupuestos regionales es la financiación autonómica, en el que Canarias logró una mejora sustancial en 2017 por la no inclusión de los elementos del REF en el sistema de reparto y por tanto poder acceder el Fondo de Competitividad. Por esta vía la comunidad canaria logró 220 millones más que el año anterior, al tiempo que tenía pactadas incrementos sucesivos de porcentajes de participación en ese fondo que elevaría los ingresos hasta los 360 millones en 2018 y los 550 millones en 2019. La prórroga de los Presupuestos estatales deja en el aire el incremento de 140 previsto para el próximo año, aunque el Ejecutivo regional sostiene que el espíritu del acuerdo con el ministerio de Hacienda y Función Pública y con su titular, Cristóbal Montoro, implicaba la aplicación de los nuevos porcentajes y que por tanto, con o sin nuevo proyecto presupuestario, la cifra para el 2018 tendría que ser de 360 millones, que se integraría en su totalidad y directamente en el capítulo de financiación de los servicios básicos en Canarias, sanidad, educación y servicios sociales. Pero no descartan que en el actual contexto de prórroga, el ministerio haga una interpretación restrictiva del acuerdo y mantenga congelada esa cifra.
El Gobierno regional sostiene que el proyecto de Presupuestos regionales "de crecimiento" que presentará no incorporará ingresos estatales pendientes cuya transferencia depende obviamente de su aprobación en el Congreso, pero que en todo caso se haría más adelante a través de un crédito extraordinario en el momento en que la prórroga quedara desactivada. El escenario con el que cuenta el Ejecutivo de Fernando Clavijo es que la dinámica de negociación presupuestaria se pueda recuperar a lo largo de este mes y que el Consejo de Ministros pueda mandar un proyecto al Congreso en uno o dos meses de forma que puedan estar definitivamente aprobados y con entrada en vigor en marzo.
A fecha de hoy, el Gobierno central mantiene su discurso de que se trata de un parón en la negociación pero que mantiene abiertos todos los cauces de diálogo con el PNV, mientras sigue avanzando en las negociaciones con CC para tratar de delimitar las partidas para cada uno de los convenios de infraestructuras afectados por los Presupuestos. Antes del 1-O se pensaba que esta misma semana se podrían recuperar los contactos del Gobierno central con el PNV y el Ejecutivo vasco, pero la tensión por la actuación policial en la jornada del domingo en Cataluña mantienen a los nacionalistas vascos alejados de la mesa, por mucho que estén interesados en que una nuevas cuentas hagan realidad la inversiones arrancadas al Estado en las cuentas del 2017 en materia de infraestructuras y tramitar la actualización del cupo vasco.
Todo está ahora en espera de lo que pueda pasar la próxima semana sobre la posible declaración unilateral de independencia por parte del Govern catalán y la respuesta del Estado con una posible aplicación del artículo 155 de la Constitución. En todo caso, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, insiste en asegurar que los Presupuestos "no tienen nada que ver con el desafío independentista y que "en la próximas fechas" se presentará un proyecto presupuestario que confía en poder aprobar con los apoyos parlamentarios de 2017.
