La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crisis migratoria

La niña Yamila descansa ya en el cementerio de San Lázaro tras siete meses en la 'morgue'

La madre de la pequeña ha viajado desde Francia para reconocer el cuerpo de su hija y proceder a su enterramiento | La menor falleció el pasado 29 de junio en un avión del Ejército del Aire tras rescatarla de la patera en la que llevaba 12 días a la deriva

Entierro de la niña marfileña Yamila en el cementerio de San Lázaro (12/02/2022)

Entierro de la niña marfileña Yamila en el cementerio de San Lázaro (12/02/2022) Flora Marimón

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Entierro de la niña marfileña Yamila en el cementerio de San Lázaro (12/02/2022) Flora Marimón

La niña marfileña Yamila, fallecida el pasado 29 de junio en el helicóptero del Ejército del Aire tras haber sido evacuada de una patera que estuvo doce días a la deriva, descansa al fin en el cementerio de San Lázaro, en Las Palmas de Gran Canaria. Su cuerpo permaneció siete meses en el Instituto de Medicina Legal de Las Palmas.

La ceremonia fúnebre de la pequeña, que tenía cinco años cuando murió, se celebró en la mañana del sábado 12 de febrero en la zona destinada a enterramientos de musulmanes en San Lázaro y a la misma asistió la madre de la menor, que viajó desde Francia de forma casi semi clandestina para reconocer a su hija y poder proceder a su sepultura. La niña fue enterrada sin nombre a la espera de que las pruebas de ADN demuestren que es la progenitora, un formalismo legal. Pero la madre la identificó inmediatamente. Estaba destrozada.

El entierro de Yamila estaba previsto para el pasado lunes, 7 de febrero, pero fue suspendido a última hora por la directora del Instituto de Medicina Legal, María José Melián, para, en un último intento, traer a la madre desde Francia, país en el que reside de forma ilegal, a fin de que le diera el último adiós y una sepultura digna a su niña.

El imán de Vecindario, Mouhamadou Mbacke, ofició el entierro. Llegó recientemente a Gran Canaria desde Senegal para establecerse en la isla.

La madre de la pequeña, Cadi, de 22 años, no podía contener su llanto. Durante el entierro permaneció abrazada a la representante de Caminando Fronteras, Helena Maleno, sin mirar a los trabajadores que daban sepultura a la pequeña en el suelo, forma de enterramiento de los musulmanes en vez de en nichos.

Al acto asistió el presidente de la Federación de Asociaciones Africanas de Canarias, Mame Cheikh, el diputado del PSOE, Luc André Diouf, la subdelegada del Gobierno, Teresa Mayans, que se enteró esta misma mañana del entierro, y la directora del Instituto de Medicina Legal, María José Melián.

Llanto de la madre

La madre estaba conmocionada porque lleva durante siete meses, desde que se enteró que su hija había fallecido tras el largo y tortuoso viaje en la patera, intentando venir a Canarias pero como está, junto al padre de la menor, en situación ilegal en Francia temían que si viajaban tuvieran problemas para regresar o los devolvieran a Costa de Marfil. Tienen otros dos niños, de dos y seis meses.

 Su caso tuvo repercusión internacional y hasta el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Yves Le Drian, dijo entonces que intentaría solucionar «de la mejor manera posible» el caso de los padres de Yamila, pero que era complicado jurídicamente. El tiempo ha pasado y el Juzgado de Instrucción número 7 ordenó siete meses después dar sepultura al cadáver que, desde entonces, se encontraba en el Instituto de Medicina Legal en Las Palmas, sin la presencia de los padres. El entierro se iba a celebrar el lunes.

23

Entierro de la niña marfileña Yamila en San Lázaro José Carlos Guerra

En el último momento María José Melián llamó al juzgado y paró el entierro. Manifestaba en San Lázaro todos los problemas que han tenido para certificar que los padres estaban en Francia y que querían venir. Para ello tenían que hacerse las pruebas de ADN en centros oficiales del país y remitirlas a Canarias, pero no querían acudir a la gendarmería porque eran ilegales y los podían expulsar. Otra opción era el Consulado de España en Francia, no se saben las causas por las que no se las pudieron practicar.

Al final todo se ha precipitado y la progenitora ha venido de forma semi clandestina arropada por Caminando Fronteras. Según el abogado Daniel Arencibia la madre estaba esperando recibir los papeles para sus otros dos hijos y viajar todos juntos. Pero ha tenido que venir sola .En el cementerio casi no se tenía en pie. Miraba a los presentes y se palpaba el corazón a quien le daba las condolencias. Gestos de gratitud pero sin poder emitir palabra. Los padres se fueron antes a Francia dejando a la pequeña con una familiar para traerla cuando legalizaran la situación. La menor fue identificada en su momento por la pariente que la traía a su cargo en la patera, una prima de la madre, como Fatmate Zara, pero a la que los padres llamaban Yamila, que es «hermosa».

Desde que alertaron de que esta patera se encontraba a la deriva, unos días después, una madre comenzó a llamar a Caminando Fronteras porque estaba «muy preocupada» ya que se había enterado de que su hija viajaba en la embarcación y seguía desaparecida, explicó entonces la activista Helena Maleno, que hoy no se separó de la madre en el cementerio de San Lázaro.

La primera información que recibió la Policía, sin haber interrogado aún a los supervivientes, indicaba que llevaban dos semanas en el océano. El dato provenía de los marineros del Cape Taweelah. 

El 12 de junio había partido de la localidad de Dajla (antigua Villa Cisneros, en el Sáhara Occidental) una patera con 35 personas a bordo: 16 mujeres, 13 varones y seis niños. Entre estos menores se encontraba la niña, la triste protagonista de otra dramática historia de la letal ruta canaria.

Fueron 12 días , los suficientes para sufrir los estragos del hambre y la sed. El enfermero militar que se desvivió por reanimarla lo describió bien: a pesar de sus cinco años, «parecía una muñeca», dijo, por el grave estado en el que llegó. Y al final tristemente falleció.

Compartir el artículo

stats