El Congreso pide cambios normativos para frenar la 'fuga' de buques de Canarias

La Cámara Baja aprueba, a instancias del PP, la iniciativa de la Consejería de Economía y el comisionado del REF

Un buque portacontenedores en una terminal portuaria.

Un buque portacontenedores en una terminal portuaria. / J. M. López

La Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados aprobó este martes por amplia mayoría –26 votos a favor, ocho abstenciones y solo tres votos en contra– la iniciativa promovida por la Consejería de Economía y el Comisionado del REF del Gobierno autonómico para tratar de evitar nuevas bajas en el Registro Especial de Buques y Empresas Navieras de Canarias, el Rebeca. La iniciativa, en forma de Proposición No de Ley (PNL), llegó a la Cámara Baja a través de los diputados del PP Laura Lima y Juan Antonio Rojas y exhorta al Gobierno de Pedro Sánchez a flexibilizar los requisitos y condiciones exigidos para inscribirse y figurar en el Rebeca, que ha perdido competitividad en beneficio de registros como los de Malta o Madeira, por ejemplo. Ya solo en los ocho primeros meses de 2023, según los últimos datos disponibles, una decena de buques se borró del Rebeca para inscribirse en otros registros navieros más benévolos con las condiciones y particularidades del sector.

Una decena de grandes barcos se ha dado de baja del registro canario en los últimos meses

Hay que recordar que el Rebeca es en verdad una institución española con sede en las Islas –entre las empresas del resto del país se lo conoce más como el Registro Especial de Canarias (REC)– regulada en lo tributario en la ley del Régimen Económico y Fiscal (REF). Su potencial es enorme por cuanto pueden inscribirse en él tanto navieras nacionales como extranjeras, con independencia de donde tengan su centro de control, siempre que dispongan de representación en las Islas. Los buques registrados han de tener un mínimo de cien toneladas de arqueo bruto, es decir, que el Rebeca está pensado para grandes barcos, cuyo papel es fundamental para el desarrollo de la economía azul. Un mayor número de buques inscritos en el REC supone mayores oportunidades para la consolidación y el crecimiento de actividades como la reparación naval, la industria auxiliar, las oficinas técnicas o los servicios marítimos. Y, por supuesto, para la implantación y la promoción de nuevas carreras profesionales y nuevos empleos vinculados a un sector de alto valor añadido, con la relevancia que esto tiene para una economía, la canaria, caracterizada por los bajos salarios. Un buque inscrito en el Rebeca puede estar cubriendo una ruta marítima entre Hamburgo y Singapur, por ejemplo, pero llegado el momento de «replegarse», su destino será Canarias. Y ello por no mencionar el «efecto llamada», en palabras del comisionado del REF, José Ramón Barrera, que conlleva el hecho de que el buque en cuestión luzca el pabellón canario-español.

Anave cree que aún pueden recuperarse una treintena de buques y 1.200 empleos directos

El caso es que el REC o Rebeca ve limitadas sus posibilidades más por cuestiones administrativas, por decirlo de algún modo, que por la vertiente fiscal, que aunque es mejorable, «digamos que no está mal», puntualiza Barrera. La PNL insta así al Gobierno central a que flexibilice, corrija o modifique aspectos como las inspecciones de trabajo, de forma que haya un criterio común sobre las jornadas de trabajo y de descanso de los marinos; la certificación de los botiquines y la solicitud de recetas, que ahora suponen una carga burocrática incomprensible; la homologación de la titulación de capitán y oficiales de marina mercante en lo relativo a la prevención de riesgos laborales; o la seguridad jurídica de los marinos que sean de nacionalidad extracomunitaria, para quienes se pide una exención en los visados, unos visados que, en cambio, no se exigen para enrolarse en buques de pabellón extranjero en España. En definitiva, las medidas se resumen en la necesidad de «tratar al mar de manera distinta a la tierra», subraya el comisionado del REF. Sirva el ejemplo de los turnos de trabajo y descanso, que nada tienen que ver con los de una industria ordinaria.

Si el Ejecutivo estatal cumple la petición del Congreso y acomete los cambios necesarios en el Rebeca, la patronal Anave considera que aún pueden volver bajo pabellón español unos 35 grandes buques mercantes y, con ellos, alrededor de 1.200 empleos directos.

Suscríbete para seguir leyendo