El Herbalife Gran Canaria está preparado para dar el salto. En las dos primeras jornadas ha ganado incluso sin convencer, mostrando debilidades pero manteniendo la mano firme en los últimos minutos. Como los grandes. A medio gas pero con fiabilidad. Así fueron las dos primeras jornadas, ante Gipuzkoa y Tecnyconta Zaragoza, dos conjuntos que a priori estarán lejos del Playoff y que se atragantaron. Ahora, sin lugar para el descanso, aterriza en el Arena el Baskonia, primer rival de entidad en la Liga y una de las grandes atracciones de la competición por tener en el banquillo a una leyenda: Pablo Prigioni (18.00 horas).

El cuadro vitoriano ha cambiado su rostro casi por completo. Ha perdido a dos de sus pilares de la temporada pasada, Shane Larkin y Adam Hanga, además de al entrenador Sito Alonso. Con dos veteranos como estandartes del proyecto, los bases Jayson Granger y Marcelinho Huertas, el cuadro vitoriano llega a la cita tras caer en el duelo inaugural en la cancha del Barcelona y dar una paliza el pasado jueves al Movistar Estudiantes. Eso mismo, el poco descanso que tendrán los vitorianos, puede ser una de las claves del duelo.

Los dos entrenadores cuentan con todos sus jugadores disponibles, dos plantillas largas de doce jugadores y preparadas para sus respectivas competiciones europeas. Así, Luis Casimiro no perderá a sus bases Gal Mekel y Albert Oliver, que en las últimas horas estaban renqueantes por unas molestias físicas. Los dos han sido claves en las dos primeras victorias, con muchos puntos (17 del catalán ante el Gipuzkoa y 15 del israelí en Zaragoza) pero también repartiendo y permitiendo que el juego del Granca sea incluso más colectivo que en años anteriores, algo que será difícil de prolongar.

Casimiro tendrá que poner especial énfasis en el rebote, apartado en el que más diferencias hay entre ambos conjuntos después de las dos primeras jornadas. Y es que el Baskonia, con dos torres como Ilimane Diop y Johannes Voigtmann como referencias interiores, ha capturado un total de 44 por partidos, 9 más que el Gran Canaria, una diferencia abismal para dos equipos de la misma zona de la tabla. Se ha convertido en el gran lunar de los amarillos en estas dos primeras jornadas.

No ha sido suficiente la incorporación de los Balvin o Fischer, al menos de momento. Y este sábado tendrán una prueba muy dura. La mayor virtud claretiana, en cambio, ha sido su puntería desde la línea de 6,75 metros, con un 43 por ciento de acierto para convertirse en el segundo mejor ataque de la competición. Tiene que mejorar, y mucho, en la defensa, una de las marcas de la casa de Luis Casimiro y que todavía no se ha visto reflejada en Liga.

Precedentes favorables

El Gran Canaria-Baskonia es ya todo un clásico de la zona alta de la Liga Endesa, incluidos muchos duelos en Playoff, en Copas del Rey y en Supercopas. Los amarillos tienen bien atados en la Isla a los vitorianos, que han perdido en sus siete últimas visitas de forma consecutiva. En la temporada pasada fueron dos derrotas para los visitantes, y ambas por más de diez puntos.

La última fue en cuartos de final del Playoff, en la eliminatoria que será recordada para siempre por el triple que no acertó Kyle Kuric sobre la bocina para meter a los amarillos en la semifinal. Solo unos meses después se vuelven a encontrar, pero con muchas caras nuevas en ambos lados de la pista. El sustituto de Kuric en la plantilla es Marcus Eriksson, tirador puro que ha completado dos buenas actuaciones en las dos primeras jornadas y que este sábado cumplirá su partido número cien en la Liga Endesa.