Una plantilla nueva, pero una plantilla mundial. La recomposición del Herbalife Gran Canaria en su partida desde cero hacia la búsqueda de lo que fue hasta la temporada pasada incluye la presencia de hasta tres fichajes que participaron en el pasado Mundial de China: Javi Beirán (España), Stan Okoye (Nigeria) y Ioannis Bourousis (Grecia) quienes, sumados al polaco Olek Balcerowski, Xavi Rabaseda y el técnico Víctor García, que ya estaban, hacen un total de seis entre el plantel y el banquillo. Los tres españoles, incluso, tocaron el cielo en Pekín, al coronarse campeones del mundo tras la victoria de España sobre Argentina (65-85) en la final. Ese salto de calidad habrá de hacerse notar en la cancha.

El cuadro claretiano, bajo el nuevo mando del griego Fotis Katsikaris, tiene dos objetivos claros para la presente temporada: primero, lograr la clasificación para la Copa del Rey, para la que deberá estar entre los ocho primeros de la tabla a la conclusión de la primera vuelta del campeonato; y segundo, entrar en el Playoff por el título. Esas habían sido las metas de los últimos años hasta que una gran curso 2017-18 cambió el panorama. El pase a la semifinal de la Liga Endesa metió al equipo en la Euroliga por primera vez en su historia, lo que, además del lógico entusiasmo por participar en la máxima competición continental, por otro lado restó fuerzas al grupo, que no había sido confeccionado para sumar un reto de tal magnitud a los habituales.

Perdida la oportunidad de afianzarse en lo más alto, fundamentalmente porque ni siquiera se apostó por ello, el Granca desecha lo antiguo y tira de savia nueva, producto internacional, y mundial, para devolver al equipo al lugar donde se había encontrado más cómodo. Mención especial merece Víctor García, que pasó por todos los estadios en una campaña, la 2018-19 que nunca podrá olvidar.

El grancanario, gran estudioso del baloncesto a lo largo de toda su vida, comenzó como ayudante de Salva Maldonado, continuó como primer entrenador del equipo, siguió como miembro del cuerpo técnico de Pedro Martínez y acabó como asistente de Sergio Scariolo, que a su vez acababa de ayudar a Nick Nurse a llevar a los Toronto Raptors al título de la NBA por primera vez en su historia. Ahora, junto a Katsikaris, volverá a la rutina de la que le sacó Berdi Pérez, el director deportivo de la entidad, cuando las cosas se pusieron muy feas y tuvo que despedir a Maldonado. Es la aportación de la sabiduría, de la experiencia del que ha trabajado con un de los mejores del mundo.

Xavi Rabaseda y Javier Beirán, que regresa después de cinco temporadas en el Iberostar Tenerife, con el que el curso logró ser el jugador español más valorado de la fase regular de la Liga Endesa, también conquistaron China con la selección. Su presencia en los partidos fue casi nula, pero ambos, como tantos otros que al final no tuvieron el premio de entrar en la convocatoria, fueron partícipes de la clasificación de España para la gran cita. Mientras que la mayoría de los finalmente elegidos disputaban la Euroliga o la NBA con sus respectivos equipos, Rabaseda y Beirán, pero también Albert Oliver y Eulis Báez, que ya no están, y otros muchos a los largo del país, realizaban viajes tortuosos en medio de la Liga para lograr el pase. Tenían poco que ganar y mucho que perder, pero cumplieron su misión.

Al final, el alero catalán, nuevo capitán de la nave amarilla tras la marcha del dominicano, sumó un total de 17 minutos, sobre todo frente a Túnez y Puerto Rico en la primera fase. El madrileño, por su parte, disfrutó exactamente del mismo tiempo. Y ambos tuvieron el premio de entrar en la pista dentro del último minuto de los partidos ante Polonia, en cuartos de final, y Argentina, en la final. Con ellos sobre el parqué del Wukesong Arena sonó la bocina que proclamó a España rey del universo.

Si la participación de los españoles fue testimonial, no fue así la de Olek Balcerowski, el miembro del Herbalife que más jugó en la cita mundialista, con 108 minutos -sumó 20 puntos-. A sus 18 años -hará 19 en noviembre-, el pívot claretiano fue el jugador más joven del torneo.

El año de la consagración

Contribuyó a que su selección, que ha progresado mucho en los últimos años, concluyera en la octava posición. Reclutado para el primer equipo por Pedro Martínez en un momento crítico de la temporada, el polaco da por fin el salto y formará parte de la plantilla como uno más tras haber realizado un buen campeonato y haber entrado en el escaparate mundial. El pipiolo debe madurar y aprender a tomar mejores decisiones, pero su proyección le atisba un enorme futuro.

Si Balcerowski fue el más joven, Ioannis Bourousis, todo un clásico, fue, a sus 35, de los más viejos en participar en China. El pívot, que disputó 84 minutos -24 puntos- con Grecia, que terminó undécima, no necesita presentación. Llega en el tramo final de su carrera para aportar toda la experiencia internacional que acumuló en equipos de la talla del AEK Atenas, el Barcelona, el Real Madrid, el Olympiacos, el Baskonia, el Milán o el Panathinaikos. Su citación con la selección helena para jugar junto a estrellas como los hermanos Antetokounmpo -sobre todo Giannis, semifinalista de la NBA con los Milwaukee Bucks- lo dice todo: está considerado todavía como uno de los mejores 'cincos' en el mercado. Su presencia en la pintura habrá de mejorar al cuadro de Katsikaris, compatriota suyo y que avaló su fichaje.

El jugador del Granca que menos ruido hizo a su paso por el gigante asiático fue Stan Okoye, que acabó con Nigeria en la decimoséptima posición. El alero, de 28 años, sumó un total de 63 minutos con el combinado africano y acumuló 26, el representante claretiano que más acertó en el aro. Al igual que Bourousis, todavía no se le conoce en la Isla, pero llega con el aval de una enorme temporada con el Zaragoza, equipo que le rescató de Italia para participar en la que probablemente es la mejor Liga europea, y con el que llegó a las semifinales del Playoff por el título. Los puntos del nigeriano contribuyeron enormemente a la proeza maña.

Todos ellos, Xavi Rabaseda, Javier Beirán, Olek Balcerowski, Ioannis Buorousis y Stan Okoye, más el estratega García, elevan al nuevo Herbalife. También Katsikaris, que aunque no dirigió a ninguna selección, viene de asistir a Quin Snyder en los Utah Jazz, equipo en el que milita un gigante como Ricky Rubio, elegido mejor jugador del Campeonato del Mundo. Estar en un banquillo de la NBA, al fin y al cabo, es estar en el ojo del huracán. En cualquier caso, los mundialistas que estuvieron en China, con mayor o menor participación, con mayor o menor y éxito, hacen del CB Gran Canaria un equipo mucho más temible.