El Joventut desenmascara las carencias del Herbalife Gran Canaria

A estas alturas de la película, con seis fechas consumidas de la temporada 2019-20 en la Liga Endesa, a uno le gustaría lanzar mensajes optimistas en torno al Herbalife Gran Canaria, pero sería enmascarar la realidad. No acaba de arrancar el proyecto de Fotis Katsikaris.El balance de cuatro derrotas y sólo dos victorias no invita al positivismo, y más después de lo visto en el Arena en el duelo ante el Joventut de Badalona, uno de los equipos de la zona baja de la tabla clasificatoria que le pintó la cara a los amarillos (68-79). Y eso que entre semana jugaba partido continental en Rusia mientras su adversario preparaba tranquilamente el choque.

El cuadro claretiano evidenció bastantes carencias en la tercera comparecencia ante su afición. La hinchada claretiana, que viene de vivir un calvario el curso anterior, no tiene por el momento argumentos a los que agarrarse con partidos como el que se marcó su equipo.

Un Granca plano, demasiado errático y superado prácticamente en todas las facetas del juego. Ni en defensa, ni en ataque. El Herbalife, durante muchísimos minutos, se mostró carente de una actitud. Mantuvo alguna opción de remontada hasta el último cuarto gracias a arreones esporádicos. Y si en el juego colectivo naufragaba detrás y delante, individualmente con Javi Beirán no bastaba.

El alero madrileño, que volvía tras perderse el choque contra el Barça en el Palau por lesión, fue un oasis en el desierto amarillo: 24 puntos y 26 de valoración.

El Granca únicamente tomó el mando en el electrónico una vez, cuando Stan Okoye de tiro libre ponía el 39-38 en una de las primeras acciones tras el descanso.

De resto, el Herbalife Gran Canaria seguía al Joventut de Badalona por el retrovisor. Los locales hicieron la goma hasta que el último acto el joven Nenad Dimitrijevic tuvo una aparición estelar. El base macedonio, casi en el ecuador del cuarto, encadenaba ocho puntos consecutivos para romper el marcador a favor de los verdinegros (59-70), que a partir de ahí supieron jugar con la desesperación de los amarillos para ganar por esos mismo once puntos de ventaja.

Las sensaciones que transmitía el Herbalife Gran Canaria en los albores del duelo se irían perpetuando durante el desarrollo del mismo. Demasiado frágil en defensa, sobre todo dentro de la zona, y atascado a la hora de la definición, sin cordura en demasiados ataques. Así llegaban las primeras ventajas amenazadoras del Joventut de Badalona con tres minutos consumidos: 7-16 tras triple de Zisis.

El partido no variaba el guión a medida que se consumía este acto inaugural; hasta que se atisbaba el final del mismo. La Penya aprovechaba la escasa fluidez y el poco acierto en el lanzamiento de los amarillos para establecer su ventaja en dos dígitos, a base de un baloncesto inteligente que aprovechaba la endeblez de la defensa local. El acierto de Parra dejaba once abajo a los de Fotis Katsikaris. Respondía Javi Beirán de tres, pero la canasta posterior de Dimitrijevic dejaba el 14-24 al final del primer cuarto.

En el arranque del segundo, el Herbalife Gran Canaria se encomendaba de nuevo al alero madrileño para recortar distancias. Siete puntos consecutivos del campeón del mundo con España y dos de Matt Costello certificaban un parcial de 9-0 para los claretianos para colocarse uno abajo a siete minutos y medio para el descanso (23-24).

No se puso nervioso el Joventut por ese giro algo inesperado de los acontecimientos, y de nuevo sacaba la cabeza. El Granca, por su parte, seguía remando y se agarraba al partido con las canastas de Demonte Harper y Javi Beirán, que ponía el 32-34 con un triple para luego irse al banquillo a falta de algo más de dos minutos para el intermedio. 15 puntos, su bagaje en la primera mitad.

En ese momento el Herbalife Gran Canaria perdía por 32-36. Entonces emergió la figura de Stan Okoye para que el duelo llegará igualado a 38 después de viente minutos disputados.

El estadounidense de origen nigeriano continuó adquiriendo protagonismo después del paso por los vestuarios. Con un tiro libre transformado, dejaba arriba por primera vez en el choque al cuadro claretiano (39-38).

Parecía que era el momento señalado para que el Granca cambiara la inercia, pero tampoco. En un pis pas, la Penya retomaba el dominio al aprovechar que su rival volvía a las andadas. Se veía ocho puntos abajo a dos minutos y medio para la conclusión del tercer acto (48-56).

El Herbalife Gran Canaria le echaba de nuevo arrestos para no quedar descolgado. Esa intensidad que sólo exhibió a rachas le valía para presentarse en el último cuarto con opciones tras dos tiros libres de Oriol Paulí (54-58).

No se diluían aún las esperanzas amarillas de conquistar la victoria, a pesar de que su partido hasta ese instante no había sido para tirar voladores.

La ilusión de la hinchada del Granca iba in crescendo a medida que transcurrían los compases iniciales del acto definitivo, porque los suyos mantenían el pulso a la Penya a pesar de todo.

Pero en eso que aparecía en escena un invitado con el que pocos contaban. El base macedonio Nenad Dimitrijevic asume la responsabilidad y él solito rompía la línea de igualdad que estaba presidiendo el encuentro.

Ocho puntazos seguidos con los que el Joventut puso tierra de por medio con el Granca (59-70). Faltaban más seis minutos, pero ya los amarillos andaban haciendo la guerra por su cuenta y veían cómo les caía su cuarta derrota (68-79). Ahora tocan dos partidos consecutivos fuera, ante el Valencia Basket y el Retabet Bilbao.

Ficha técnica:

Herbalife Gran Canaria, 68 (14+24+16+14): Okoye (9), Bourousis (5), Cook (2), Burjanadze (3) y Harper (10) -quinteto inicial- Shurna (6), Beirán (24), Paulí (5), Costello (4) y Radicevic (-).

Joventut, 79 (24+14+20+21): López Aróstegui (9), Prepelic (12), Zisis (5), Omic (16) y Harangody (9) -quinteto inicial-, Dimitrijevic (15), Parra (2), Morgan (5), Kanter (6) y Ventura (-).

Árbitros: Antonio Conde, Jorge Martínez Fernández y David Sánchez Benito. Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la sexta jornada de la ACB disputado en el Gran Canaria Arena, ante 5.838 espectadores.