Poco pudo hacer el Gran Canaria en su visita al Valencia Basket después de que los locales demostraran un juego muy superior al cuadro insular. Con seis hombres por encima de los dobles dígitos en puntos y un juego coral sublime, los de Porfi Fisac ven cortada su racha de cuatro triunfos consecutivos en ACB y cedieron por 101-85 frente a un equipo que se jugaba el cobre para sacar el billete copero y así lo demostró.

Sin embargo, a pesar de la derrota y con un marcador abultado, el Herbalife dejó unas sensaciones distintas a la de aquel equipo del inicio de temporada que hincaba la rodilla por grandes diferencias de puntos tras bajar los brazos. Si salió derrotado de la capital del Turia no fue por otro motivo por el que el Valencia se encuentra inmerso en un estado de ánimo espléndido y que le hace ver este deporte con otros ojos.

Cabe destacar que sin haber sumado la quinta victoria consecutiva, los jugadores claretianos también dispusieron de una buena actuación, con cinco jugadores por encima de los diez puntos: Okoye (12), Slaughter (17), Shurna (10), Kilpatrick (16) y Clark (11).

Con el viento a favor de los locales, un parcial 21-3 les sirvió para sacudirse la pereza con la que saltó al parqué de la Fonteta y que el Granca a la chita callando, pasando de puntillas, aprovechó para ir comandando el duelo en los primeros compases con un 4-11 propio tras un triple de Sean Kilpatrick.

A Porfi Fisac empezaron a presentársele los fantasmas del mes pasado con su equipo. Ni los tiempos muertos que tenía el segoviano servían para enchufar de nuevo a sus jugadores, ni los intentos de amor propio de los nuevos como Earl Clark y Oliver Stevic por intentar mantener el marcador apretado antes de concluir el primer cuarto. 29-21 en el luminoso y con un agujero negro en la pintura insular infinito.

Entre Labeyrie (8 puntos), Tobey (7) y Williams (5), acumulaban el peso ofensivo de los valencianos, campando a sus anchas en las imediaciones del aro insular. Y eso que Bojan Dubljevic fue baja en el choque por molestias físicas.

No es que el Granca estuviera jugando mal, sino que el momento efervescente del Valencia era el gran reto con el que lidiar. Todo lo que tiraban lo metían, con un porcentaje de acierto en el aro claretiano sublíme y comandado por un imperial Van Rossom con 6 asistencias en apenas 7 minutos en pista.

A base de triples sobrevivió el Herbalife al arsenal ofensivo valenciano. Con Clark afinando su muñeca y con una excesiva dependencia del bote de los generadores de juego claretiano, intentaba mantenerse a flote en la pista que apenas hace dos años y medio celebraba su única clasificación para la Euroliga.

Acusaba la falta de rigor defensivo el equipo de Fisac, quien en un tiempo muerto pronunciaba: “A ver si nos enteramos de que tenemos que rebotear y defender”. Por mucho que entraran los tiros lejanos de Kilpatrick (11 puntos), Slaughter (8) y Clark (8) para sumar seis triples anotados al descanso, si no bajaban el culo en su cancha, las opciones serían mínimas.

Los puntos de los norteamericanos del Granca llegaron a poner el 50-45 a falta de un minuto para el descanso, pero un triple de Klemen Prepelic y otro de Josep Puerto ampliaron la diferencia a los 11 puntos con los que llegar al ecuador del choque.

Receso de puntos

Apretó en cuanto a intensidad al volver de vestuarios el equipo amarillo. Tanto jugadores como el técnico segoviano, que también transmitía sus diferencias al trío arbitral después de una jugada polémica. “Estoy de acuerdo, me merezco la advertencia, pero mirad el movimiento del codo también”, señalaba Fisac a una posible infracción de Tobey.

El parcial de puntos disminuyó a medida de la agresividad de los dos contendientes. Después de ocho minutos de juego del tercer cuarto, el tanteador se repartía 11-13 para que el Herbalife siguiera haciendo la goma en el luminoso (67-58) y Ponsarnau no se fiaba de la ventaja con la que contaba en su haber.

Todo ello gracias al partidazo de Van Rossom. El belga alcanzaba el doble-doble con 10 puntos y 10 asistencias a esa altura del encuentro y dibujaba el choque a su antojo y con Tobey como fiel escudero (11 puntos, 6 rebotes por entonces).

No encontraba la forma de frenar el acierto ofensivo valenciano los de Fisac. Bajaron la renta de puntos en contra en el tercer periodo, pero cada vez que se acercaban en el marcador, los locales encadenaban una racha de canastas con las que mantenerse por encima de la barrera mental de los diez puntos a favor. 74-62 a falta de diez minutos después de que Kilpatrick errase el último balón del cuarto.

Los galones en el Granca están repartidos. El escolta de Nueva York llegó al club para meter puntos como le pidió el técnico insular y eso demostró en La Fonteta Kilpatrick. 16 para él en su segundo partido con la camiseta claretiana.

Por mucho que intentara seguirle la rueda al Valencia, la coralidad de los de Ponsarnau les permitió afrontar el último tramo del encuentro con relativa facilidad. No porque el Herbalife bajara los brazos como a principio de temporada, sino por mayor estado de gracia de su rival.

Tobey (11 puntos), Labeyrie (12), Hermannsson (15), Kalinic (15), Prepelic (14) y Van Rossom (10), firmaron dobles figuras en su cuenta particular. Con estos números y el fondo de banquillo local fue tarea imposible que los amarillos pudieran sumar su quinta victoria consecutiva en la ACB.

El Granca, sin llevarse ningún cuarto de los disputados rompió su racha y permitió al Valencia proseguir con la suya para certificar la clasificación copera y dormir tranquilos este fin de semana con una victoria que les pone a cien.