Dicen que nadie es imprescindible, pero si hay alguien cerca de serlo en la plantilla del Granca desde hace tiempo ese es John Shurna y su capacidad para ser el microondas que necesita el equipo en los momentos calientes.
El ala-pívot norteamericano con pasaporte lituano regresaba en plena forma tras el parón de la ventana FIBA de noviembre, aportando 22 puntos en el triunfo en la prórroga ante el Girona, 18 de los cuales los conseguía desde fuera del perímetro para desesperación de la parroquia gerundense.
Los problemas físicos son los únicos capaces de frenar a un jugador letal -con 11,8 puntos de promedio es el máximo anotador de los claretianos-, con un porcentaje de acierto desde fuera del perímetro de un 48,3% que le permiten convertir casi uno de cada dos triples que ejecuta, todo un seguro de vida cuando el norteamericano nota la muñeca caliente. Su efectividad crece incluso hasta el 100% desde la línea de castigo, si bien no es un jugador que provoque demasiadas faltas por partido, en gran parte porque sus rivales son conscientes de que una falta sobre él son puntos seguros para los claretianos.
Más allá de su capacidad anotadora, es un auténtico imán en la faceta reboteadora, una de las grandes obsesiones de Jaka Lakovic. El 14 aporta cinco capturas de promedio por partido, tan solo superadas por su compañero de posición Damien Inglis (5,5) y Miquel Salvó (5,3).
Si la pasada temporada la posición de cuatro fue un quebradero de cabeza para Porfirio Fisac, con la apuesta fallida por Ilimane Diop, este curso sin embargo, es la posición que mejor rendimiento le está ofreciendo a los amarillos, que han encontrado en la dupla Shurna - Inglis, el matrimonio perfecto sobre el que se sustenta gran parte del buen rendimiento de los insulares, que tras las primeras ocho jornadas disputadas son cuartos con un balance de seis victorias y dos derrotas, el mismo que tienen el Real Madrid (segundo) y el Barça (tercero) y a una sola victoria de distancia del líder, el Lenovo Tenerife.
John Shurna es además casi tan importante fuera de la pista como dentro de ella. Es uno de esos jugadores que desprenden buen rollo independientemente de la trayectoria deportiva del equipo, un jugador que siempre está dispuesto a dar la cara en todo tipo de situaciones, una de esas personas que van por la vida con una sonrisa imborrable en el roster, que ayuda a tener confianza de cara a las nueve finales que le quedan al equipo para cerrar su clasificación para la Copa del Rey y proseguir con su buena dinámica en la Eurocup, en la que los amarillos se miden este miércoles en el Arena (20.00 horas), al Hapoel Tel Aviv, el líder del grupo B, aunque con el mismo balance que los grancanarios (3-1).
