El Granca le da un palo al Palencia (100-73)

Séptima victora de los claretianos para distanciarse en un triunfo del noveno clasificado y afianzarse en la zona Copa

Recupera 27 puntos de average y se queda en -7

Landesberg se desmelena con 25 puntos en la segunda parte

Landesberg y Benite

Landesberg y Benite / CB Gran Canaria

David Rodríguez

David Rodríguez

Triunfo aplastante del Gran Canaria frente a un endeble Zunder Palencia, que apenas puso en aprietos al conjunto claretiano en todo el encuentro. 100-73 que sirven para que si los claretianos llegaban con un average de -34 al partido, se queden a tan sólo siete puntos de volver a quedarse a cero en el balance.

Da un paso más el conjunto de Lakovic en su objetivo para certificar la séptima victoria de la temporada y aventajar en un triunfo al noveno clasificado que ocupan ahora el Manresa y el Lenovo Tenerife, que ganó la pasada jornada a los insulares rompiéndoles una racha de cuatro partidos ganados consecutivos y que ahora son cinco en seis partidos.

Si el marcador fue abultado fue gracias en gran parte a que Sylven Landesberg entró en ebullición en la segunda parte y firmó la totalidad de sus 25 puntos. Quince en el tercer cuarto y diez en el último, para dejar muestras de que si durante el último mes había recibido críticas por su estado físico, al norteamericano con pasaporte israelí todavía le quedan puntos en sus manos. Aunque sea con el colista de la Liga Endesa.

Ya desde el primer cuarto quedó claro que lo de la mañana del domingo iba a ser un partido cómodo. Las diferencias entre el Gran Canaria el el colista de la Liga Endesa no iba a tardar en hacer su puesta en escena, y el Palencia con cinco pérdidas en los primeros compases de juego se perdió en el océano de confianza de los claretianos.

La soltura de los pívots amarillos destrozaron a un ex como Anzejs Pasecniks (7 puntos, 5 rebotes) y entre los 10 puntos de Ethan Happ (que terminó el encuentro con 20 y 7 rebotes siendo el MVP) y 6 de Ben Lammers anotaron más que el conjunto de Marco Justo, que si se mantuvo en la brega con un 22-13 de inicio fue simplemente porque le entraron tres triples en sus siete intentos con el que jugársela ante la falta de ideas en aro insular.

A perro flaco, todo son pulgas

Las diez derrotas con las que el Palencia llegó a la Isla le hacen tener un extra de presión y una merma en su confianza. A perro flaco todo son pulgas y no es sólo la diferencia de calidad entre las plantillas lo que imposibilitó que el equipo castellano-leonés pudiera poner en apuros en algún momento al Gran Canaria, sino que además si la plantilla amarilla no caía en excesos de confianza como advirtió Lakovic en la previa, poca lana habría que cortar.

Debía planear sobre la memoria de los jugadores visitantes la reprimenda que les echó Marco Justo en el último partido contra el Valencia Basket en el que afirmaba que las diferencias entre los dos equipos eran claras y que se podían permitir las derrotas pero lo que no podían dar rienda suelta era a las faltas de respeto consigo mismo en un partido que perdieron por 77-101 ante su público.

De no ser por los seis triples que les entraron a los palentinos, algunos de ellos de esos en los que el jugador lanza a la desesperada porque se le acaba el tiempo de posesión, la diferencia en el marcador al llegar al descanso hubiera sido todavía mayor que el 46-36 que reflejaba en el luminoso.

Diez puntos de diferencia que se reflejaban en las caras de los aficionados de Siete Palmas que estaban más pendientes de recordar historietas de las décadas del siglo pasado con las camisetas retro que puso el club a la venta esta semana que casi del partido en sí, pues las once pérdidas que acumulaba el rival amarillo no daba síntomas de que a pesar de la distancia en el tanteador hubiese opción alguna de poner en aprietos a los de casa.

Porque tampoco es que los artilleros claretianos se hubieran puesto las pilas en la primera mitad del choque. Nico Brussino se situaba con 3 puntos, merced a un sólo triple anotado; mientras que Sylven Landesberg permanecía dormido. Cero puntos en casi siete minutos jugados.

Volver a las máximas

Esa sensación de control en el partido se cimentó por ir comandando en la mayor parte de la primera parte del choque con diferencias sobre los 16 puntos, que fue la máxima en el tramo del choque y que no tardó en volver a otear el Gran Canaria a la vuelta de los vestuarios tras el descanso.

Lo del tercer cuarto ya fue la confirmación de la superioridad del equipo de Lakovic ante un Palencia que apenas sabía cómo defender la tromba claretiana.

A Sylven Landesberg le dio por despertar y con 15 puntos en el tercer cuarto confirmó que si quiere, puede. Cuando le da por jugar y entra en trance no hay quien le pare. Aunque lo hace más en la Eurocup, frente al Palencia parecía aquel jugador que anotó 48 puntos en el Palau Blaugrana hace un lustro atrás.

El parcial en el cuarto fue de 32-19 para alcanzar el 78-55 en el que ya la séptima victoria de los insulares empezaba a cobrar peso en el bolsillo claretiano y dar un pasito más hacia el primer objetivo de la temporada.

Lo del último periodo sirvió tanto como para que Landesberg añadiera diez puntos más a su haber y finalizar con 25 el choque, firmando el que seguramente haya sido su mejor partido con la camiseta amarilla, como para que la afición viviera una auténtica fiesta a cada canasta del equipo de Lakovic, que se puso el objetivo de alcanzar la centena y lo consiguió a falta de dos minutos para la conclusión y ahí se relajó sin anotar más. Cosas que resumen a este equipo que es capaz de brillar cuando lo deciden, pero que también cae en la autocomplacencia cuando se recrean en su talento.