De Gran Canaria al mundo. Al menos, a tratar de edificar verdaderas joyas arquitectónicas que merezcan la pena disfrutar o habitar. Javier Pérez Morales (Las Palmas, 1979) estudió arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la ULPGC y parte de la carrera la realiza en Amberes. Sus inicios profesionales fueron junto al arquitecto y profesor de la ETSA Manuel Feo Ojeda. En la actualidad, Pérez Morales reside en Singapur y trabaja para el estudio de arquitectura WATG diseñando fabulosos hoteles, centros comerciales o edificios residenciales para la cliente de Asia y Oriente Medio. Para uno de ellos, la empresa tuvo que esperar el visto bueno del rey de Jordania -ver despieces-. "Estos son una selección de los múltiples proyectos que he desarrollado en WATG en los últimos cuatro años", cuenta Javier. "Nada habría sido posible sin la confianza de los directores que me han dado la oportunidad de trabajar con cierta autonomía: Tom Williams, I-Jin Chew o Chiara Calufetti. Y también los extraordinarios compañeros con los que trabajo todos los días para hacer realidad esos proyectos: Ashique Zaman y Stacy Peh". Antes de desplazarse a Asia y tras un periplo formativo, en 2010 vuelve a Las Palmas para terminar su primera obra propia junto a José Antonio Malillos, de esta colaboración surge 2zyx Arquitectos. La aventura dura 4 años en los cuales desarrollan proyectos y concursos a nivel local y nacional. "Ya en 2012 y coincidiendo con el final de obra de una vivienda unifamiliar en Fuerteventura y que no se concretaron los encargos que negociábamos llegué a la conclusión que lo mejor era intentarlo fuera de España", cuenta Javier Pérez desde Singapore. "No sabía nada de la ciudad a la que iba y todo fue un poco precipitado. Mi primera reacción al llegar al Aeropuerto de Changi fue la de volver. Tras un primer año y medio complicado, en 2014 empiezo a trabajar para WATG, un estudio estadounidense multidisciplinar con 70 años de experiencia que ejecuta proyectos a nivel global". Cada proyecto dice que le plantea un reto, y la respuesta "se adapta en cada caso para llegar a una solución propositiva", asegura este estudioso de Alvar Aalto, Mendelsohn o Miralles. "Intento no tener un posicionamiento estético fijo. Me identifico con una frase de Marcel Breuer, que decía que la arquitectura contemporánea no es un estilo sino una actitud".
