El "Vivaleitura" (contracción de "viva la lectura", en portugués), que fue entregado en la capital brasileña en un acto solemne, está patrocinado por la editorial española Santillana y tiene el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y los ministerios brasileños de Educación y de Cultura.

Según la directora general de la OEI en Brasil, Ivana Sequeira, el "Vivaleitura" que hoy cumplió dos ediciones ha sido un "éxito" en Brasil, lo que hará que la OEI estudie su "expansión" a otros países de la región.

"El estímulo a la lectura es básico para extender la ciudadanía en el país", destacó Sequeira durante el inicio de la ceremonia.

El "Vivaleitura" otorgó tres premios de 25.000 reales (unos 14.000 dólares) a tres instituciones culturales, repartidos en tres diferentes categorías y que fueron seleccionados entre 1.855 trabajos.

En el apartado de bibliotecas, recibió el premio el proyecto "Borrachalioteca", un humilde taller de reparación de neumáticos de automóvil que se convirtió en una biblioteca gratuita, con más de 7.000 ejemplares, en la localidad de Sabará, en el interior del Estado de Minas Gerais (sureste).

En la categoría de escuelas, el jurado falló en favor del proyecto "Retatro falado", que propone a niños provenientes de familias pobres la creación de textos basados en las historias narradas por sus padres.

En la sección de instituciones sociales, se galardonó un proyecto de la Universidad Federal de Minas Gerais, que ha distribuido textos literarios breves en los autobuses de la capital del estado, Belo Horizonte.

Los textos, plastificados y escritos con caracteres grandes y legibles, aparecen colgados en el respaldo de los asientos de 190 autobuses de la ciudad, para que los pasajeros puedan leerlos durante el viaje.

Según la universidad que entrevistó a los usuarios, el 71 por ciento demostró un mayor interés en la literatura, después de leer los textos en el autobús.

Por primera vez, el "Vivaleitura" incluyó un premio honorífico, que galardonó a tres instituciones que promueven la lectura entre población que no ha tenido acceso a la escolarización.

Lourdes Atié, organizadora del evento, dijo a Efe que la aspiración del "Vivaleitura" es que "genere un cambio a largo plazo" en la sociedad brasileña.

Según datos del Ministerio de la Cultura brasileño, en Brasil hay unos 16 millones de analfabetos y otros 30 millones de analfabetos funcionales, personas mayores de quince años que tienen dificultades en entender un texto sencillo.

En total, tres cuartos de la población brasileña tiene limitaciones para leer.

Atié también apuntó que la organización quiere "analizar" los 5.000 trabajos recibidos en los dos años del concurso, para "ver la cara de la lectura en Brasil", país en el que se lee tan solo 1,8 libros por persona y año.