Las inquietudes, las influencias y las conexiones que tuvieron tres de los grandes artistas del siglo XX en Canarias aparecen reflejadas en la muestra Óscar Domínguez, Manolo Millares y Martín Chirino: una mirada insular que se inauguró ayer en el Castillo de la Luz, sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, y donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 1 de octubre. Pero esta muestra, una de las más importantes y completas de los últimos años en las Islas, permite la posibilidad de disfrutar de inéditos de tres autores de esta envergadura que giran alrededor de los primeros pobladores de Canarias.

Más de doscientas personas acudieron a este acto que, entre otros, contó con las presencias del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; la directora general de Cultura del Gobierno de Canarias, Aurora Moreno; la concejala de Cultura, Encarna Galván; el director general de Cultura del Cabildo, Oswaldo Guerra y el director territorial de Banca Privada y Premier de CaixaBank-Canarias, Miguel Ángel García Martín.

También asistieron el comisario de la exposición Juan Manuel Bonet y el director de la Fundación, Jesús María Castaño. Y el evento contó con la presencia de artistas como Pepe Dámaso y el propio Martín Chirino. Un total de cincuenta elementos, entre obras de los tres artistas y diversos documentos relacionados con el contexto y los tiempos de creación, completan toda la exposición con piezas que pertenecen a diversos fondos públicos y colecciones privadas. Durante su intervención, Martín Chirino señaló que "una de las directrices prioritarias que nos marcamos el primer momento en este espacio es la contextualización del legado canario en la cultura universal, para lo cual se hace indispensable el diálogo de nuestro presente con nuestra tradición".

El artista matizó que, por eso mismo, la muestra no significa una culminación de nada, sino, justamente, una primera piedra fundacional, un punto de partida. "No se trata de una recuperación puntual de tres artistas canarios de proyección universal, sino construir una tesis para la plataforma viva que queremos hacer de nuestra Fundación; un incesante debate sobre nuestros orígenes y nuestro devenir isleños", dijo. A partir de Una mirada insular, la muestra habrá de completarse luego -explicó- con exposiciones y sesiones de debate. "Las lecturas son, pues, plurales, y la exploración de la encrucijada de nuestra identidad canaria es una tarea que subyace. Desde este privilegiado y emblemático Castillo de la Luz, he tenido ocasión de confrontar una idea que desde hace mucho tiempo me acompaña: creo que el arte no tiene fronteras y para mí Canarias también es el centro del mundo" añadió Chirino.

Por un lado, la muestra recupera piezas del emblemático representante de las vanguardias históricas en las Islas, Óscar Domínguez, cuyas obras están nucleadas en torno a la revista Gaceta de Arte. Y, por el otro, incluye títulos de los grancanarios Manolo Millares y Martín Chirino, componentes del legendario Grupo El Paso, que tributo a la cultura aborigen.

Juan Manuel Bonet destacó el cuadro Cueva de guanches, paradigmático de los orígenes canarios que centran la muestra, y perteneciente a los fondos del Centro de Arte Reina Sofía, escogido como emblema en el cartel anunciador de la exposición. Señaló, asimismo, las pictografías canarias y los aborígenes de Manolo Millares, además de los Vientos de Martín Chirino, series en las que ambos artistas reflexionan sobre el arte prehispánico, "una devoción que los dos artistas y amigos adquirieron en su juventud, a través de sus frecuentes visitas al Museo Canario, en el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, donde se interesaron muy especialmente por las pintaderas y los fardos funerarios", apuntó. Para ilustrar esa fuente prioritaria en su formación, varias vitrinas presentan diverso material procedente de esa institución.

La muestra incluye El drago, otra pieza emblemática de Óscar Domínguez, así como diferentes obras de su llamado período cósmico. Y se documentan, además, sus colaboraciones con el escritor vanguardista Agustín Espinosa, primer intérprete de la pintura de José Jorge Oramas, y autor de libros imprescindibles en la tradición de las Islas como el texto creacionista Lancelot 28 º 7 º o la novela surrealista Crimen, cuyas ediciones primas también se exhiben en el Castillo de la Luz.

La exposición muestra la admiración juvenil de Millares por el poeta Alonso Quesada; la directa conexión entre las momias del Museo Canario y la factura de sus arpilleras, especialmente las del ciclo de los homúnculos; el determinante influjo que produjo en su obra la lectura de un libro indoamericanista clave, como lo hizo Universalismo constructivo de Joaquín Torres-García; su interés persistente por la arqueología y su peculiar mirada al desierto del Sahara. Y en el caso de Martín Chirino, además de mostrarse algunas piezas de sus temprana serie Reinas Negras, se subraya la palpable continuidad que se da entre sus vientos y sus afrocanes y aeróvoros. Tanto Millares como Chirino conectaron con destacados miembros de la generación de Gaceta de Arte, y, de un modo muy singular, con su director, el crítico y fotógrafo Eduardo Westerdahl, cuya figura es otro hilo conductor de la muestra. Óscar Domínguez, Manolo Millares y Martín Chirino tuvieron unas inquietudes compartidas que pasaban principalmente por un interés en los guanches, las islas y la literatura. Un detalle que Bonet quiso subrayar es que esta exposición está conectada con la propia inauguración del CAAM del año 89. "En aquel momento quisimos contar el viaje de los surrealistas al Nuevo Mundo ya que André Bretón había ido a México, pero había visto Tenerife y su realidad surrealista", afirma. "Y aquí se trata de hacer lo mismo pero con Canarias", añadió. Se da la circunstancia de que la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino cumplió dos años de andadura el pasado 28 de marzo y durante este tiempo cerca de 40.000 personas han visitado la exposición. Durante este tiempo la Fundación ha realizado actividades que van desde la conferencias con nombres como Francisco Jarauta, Nilo Palenzuela o Jorge Rodríguez Padrón, hasta los seminarios impartidos por Oswaldo Guerra o Juan José Laforet. Asimismo también se han celebrado talleres, conferencias y ponencias. A esto hay que añadir la celebración de conciertos, concursos o presentaciones.

Por otro lado, y como novedad, la tienda de la Fundación abrirá sus puertas hoy miércoles 14 de junio, con un horario de 10 a 19 horas en días laborables salvo los lunes, y hasta las 14 horas en los domingos y festivos. En ella se podrá adquirir todo tipo de merchandising, catálogos de arte, pósters, objetos de regalo y bronces realizados por el propio Chirino. En este caso se trata de cuatro series de tirada limitada, exclusivas y certificadas por la Fundación. Una de ellas se denomina Lady Tara y las otras tres son vientos en distinto acabado. También se expenderán una serie de grabados del propio artista y una colección de joyas inspiradas en el universo creativo del escultor, y que han sido creadas por la diseñadora de joyas canarias Nancy Henríquez.