Persecuciones, rugidos de motor, balcones donde ondean prendas coloridas y coches clásicos aparcados a ambos lados de la calle destacan entre las fachadas que se han estado modificando en las últimas semanas para el rodaje de The Mother. Con esta imagen amaneció el tramo de la calle Viera y Clavijo con Bravo Murillo y hasta León y Castillo en la capital grancanaria, donde continuó la grabación de las escenas más peligrosas en una jornada que abarcó desde las seis de la mañana hasta las 22.00 horas el cierre al público

En un principio, se esperaba la presencia de la actriz internacional Jennifer López, pero fuentes relacionadas con el rodaje confirmaron que, finalmente, no había acudido junto al equipo 2 que se centra durante estas jornadas en las secuencias de acción mientras el campamento base espera en el parking del Mercado de Vegueta.

En vistas de la peligrosidad del aparataje, se prohibió el paso a la ciudadanía, quien mostró su comprensión y amabilidad al esperar en las inmediaciones a ser autorizadas por el personal que controlaba las salidas y entradas a las vías. De fondo sonaba «¡Prevenidos! ¡Figuración! ¡Rodamos!», un sonido característico para los trabajadores que durante este mes apenas han disfrutado de los enclaves turísticos de la Isla. Un ambiente calmado también, en parte, porque los vecinos y comercios de la manzana fueron compensados económicamente por el filme de Netflix, cuya cifra alcanza entre el centenar y los miles de euros.  

Parte del set de grabación de la película 'The Mother' de Jennifer López en la paralela a León y Castillo. Carla Rivero

'The Mother' rueda sin incidentes

La segunda unidad finalizará el trabajo el 17 de marzo, a la espera de confirmar si el equipo 1, con los protagonistas, prolongará su estancia. Además, el martes atracarán los tráileres con el material que ambientará Los Giles como si fuera un mercado persa en Kabul

El rodaje ha pasado en el último tiempo por diversas localizaciones de Gran Canaria tan dispares como los jardines de la marquesa, en el centro de Arucas, por el aeródromo de El Berriel, que hizo las veces de la base militar de Guantánamo, en la isla de Cuba, o por las calles del enrevesado y colorido barrio de San Juan en Las Palmas de Gran Canaria que se convirtió por unas horas en la propia Habana. El barrio de La Isleta o el interior del Puerto de La Luz también han sido escenarios elegidos para dar vida a la isla caribeña en la cinta de Netflix.

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Sin duda, uno de los enclaves de grabación que más atención atrajo fue el Gabinete Literario y sus alrededores, donde Jennifer López se dejó ver por primera y única vez asomada en uno de los balcones del edificio modernista, mientras ensayaba bajo las órdenes de Niki Caro y junto al coprotagonista de la cinta, el actor Joseph Fiennes.