Geopolítica

González Afonso: «Hasta el 15 de abril, Jartum era la capital más segura de África»

El embajador canario explica en Casa África la situación actual de Sudán, país del continente vecino que se encuentra inmerso en un grave conflicto que se puede regionalizar. El acto se completó con la proyección del documental 'Khartoum Offside'

De izquierda a derecha, Isidro González Afonso, embajador español en Sudán, y Joan Tusell, jefe de Comunicación de Casa África.

De izquierda a derecha, Isidro González Afonso, embajador español en Sudán, y Joan Tusell, jefe de Comunicación de Casa África. / Ángeles Jurado

Martina Andrés

Martina Andrés

«Lo de la sociedad civil sudanesa es para ponerse de pie y aplaudir», declaraba el canario Isidro González Afonso, embajador de España en Sudán, Sudán del Sur y Eritrea durante la conferencia ¿Qué está pasando en Sudán? que tuvo lugar ayer en Casa África. El diplomático se encontraba en el país del continente vecino el pasado 15 de abril, día en el que se produjo el estallido del conflicto militar que puso fin a toda aspiración democrática, a toda aspiración de ceder el poder a una sociedad civil en la que, sobre todo las mujeres y los jóvenes, no dejan de luchar por un Sudán mejor.

Los que se enfrentan en este país africano no son otros que los que un día trabajaron codo con codo: el ejército sudanés, liderado por el general Abdel Fattah al-Burhan y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR, facción del ejército y el grupo paramilitar con más influencia del país), lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo (Hemedti). «Se están enfrentando dos aspiradores a dictador», planteaba el jefe de Comunicación de Casa África, Joan Tusell.

A pesar de que, tras la caída del dictador Omar al-Bashir, que fue derrocado en 2019, ambos firmaron «un acuerdo marco para entregar el poder a los civiles», en palabras de González Afonso, esto no fue impedimento para que el 15 de abril por la mañana comenzaran los disparos en la capital sudanesa por disputas sobre la reforma del sector de seguridad.«Las embajadas se convirtieron en objetivos, eso no había pasado nunca», relataba el diplomático canario a la vez que daba detalles sobre la evacuación de españoles que se llevó a cabo durante esos días en el país africano. «Esos días en Jartum fueron difíciles, es una ciudad muy tranquila y segura, sus gentes hacían gala de ser la capital más segura de África y probablemente lo era».

El enfrentamiento, que a día de hoy sigue dejando muertos y miles de desplazados a países vecinos como Chad, es observado con preocupación desde fuera, ya que Sudán es un país en el que confluyen intereses diversos. Por ello, son numerosos los actores externos que hay que tener en cuenta para comprender el conflicto en su totalidad: Estados Unidos, Arabia Saudí, Rusia, Israel o la propia Unión Europea.

Ejemplo de ello son el acuerdo firmado con Rusia el pasado mes de febrero para instalar una base naval en Sudán o la firma de los Acuerdos Abraham por parte del país africano, que lo acercaban de manera innegable a Israel al normalizar ambos países sus relaciones diplomáticas. Ejemplo de ello es que sean Estados Unidos y Arabia Saudí los encargados de buscar treguas en las batallas que se suceden en el país estas semanas: ahora mismo se encuentran en la octava, que comenzaba el pasado lunes. «Cuando llegué a Sudán me impactó ver la importancia que le da EE.UU. al país», indicaba el embajador.

Sudán es un país que tiene cuatro veces el tamaño de España, con ingentes cantidades de oro, salida al Mar Rojo y una gran cercanía al Canal de Suez, por el que discurre un tercio del comercio mundial. No es de extrañar que haya muchas manos intentando coger su parte del pastel mientras la población civil carga sobre sus hombros el peso de las consecuencias. «La gente muere en las manifestaciones pero los manifestantes siguen en la calle, hay un gran deseo de democracia y de cambio», explicaba González Afonso.

Cine para entender mejor

Esta tarde sudanesa en Casa África, patrocinada por Binter, la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias (FAAC), la Asociación de Mujeres Africanas en Canarias (AMAC) y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, culminó con la proyección del documental Khartoum Offside (Jartum fuera de juego).

Fotograma del documental 'Khartoum Offside'.

Fotograma del documental 'Khartoum Offside'. / LP/DLP

Este largometraje, que fue Premio Casa África en el Festival de Cine Africano Tarifa-Tánger (FCAT), cuenta la historia de un grupo de mujeres apasionadas por el fútbol que luchan para ser reconocidas como el equipo nacional de fútbol femenino de Sudán. «La mujer solo puede hacer deporte por salud. Practicar un deporte como el fútbol puede alejarla de sus instintos y hacerla violenta», proclama el Comité Islámico del país, que se opone a la creación de una liga femenina. Atravesadas por el peso de la tradición, los cuidados y el machismo, el grupo de mujeres que mira entre risas un partido entre el Barça y el Atlético de Madrid en la tele de un bar, no se rinde a pesar de las negativas.

«Un 70% de los manifestantes que han llenado las calles en Sudán son mujeres», indicaba González Afonso durante la conferencia. Mujeres que, al igual que en el resto del continente, son el motor del cambio que se está gestando en África.