Cine | Festival de San Sebastián

Películas como alumbramientos

El Festival de San Sebastián cuenta con miles de acreditados y llenos en la mayoría de pases

El productor grancanario Andrés Santana recoge el premio Elías Querejeta

El productor grancanario Andrés Santana recibió el Premio Elías Querejeta. | | LP/DLP

El productor grancanario Andrés Santana recibió el Premio Elías Querejeta. | | LP/DLP / Luis Roca

Los filmes de este año en el Festival de San Sebastián abarcaban desde la calidad de animaciones tipo ‘El chico y la garza de Mizayaki o ‘Disparen al pianista’ de Trueba y Mariscal hasta emocionantes dramas como ‘Monstruo’ del japonés Hitokazu Koreeda o ‘Mientras seas tú’ de la española Claudia Pinto. Destacó el debate ‘Conversaciones’ con Albert Serra o el estreno de la cuarta película de Vítcor Érice ‘Cerrar los ojos’.

Algo le decía a Saulo que era su último festival después de más de 15 años y por eso se alegraba esta vez especialmente de que hubieran venido amigos. Pili, Marcos, Gloria y yo mismo lo acompañaríamos a él y a Sandra a todas las proyecciones. En este festival con miles de acreditados (4.974 de 75 países) y llenos en la mayoría de pases, las películas se descubren como en un alumbramiento.

Decir Hayao Mizayaki es como decir Disney, Welles, Chaplin, Hitchcock, Ford, Bergmann, Buñuel. Su filmografía no cabe aquí. El cine de animación japonés del estudio Gibli, el más importante del mundo con el de Disney, es de naturaleza más fantasiosa y profundiza mejor en los sentimientos. El chico y la garza, que inauguró esta edición del festival, sobre un chico que pierde a su madre en un bombardeo, suena a epitafio. Al grupo le pareció infantil, arbitraria, incomprensible. La belleza plástica es superior. Yo les recomiendo que la vean, pero, para entenderla mejor, vean antes las demás del maestro. Tiene 83 años y dice que hará más.

Llovía dolorosamente. El mar gris estaba atravesado por gruesas líneas blancas de espuma que lo hacían parecer sucio. En el horizonte, un impresionante manchurrón negro amenazaba con descargarnos toda su ira. Una enorme ola traicionera empapó a Saulo y Marcos en el frontal marítimo de la ciudad. A Pili le hizo ilusión que La sociedad de la nieve, lo nuevo de J.A. Bayona, hubiera sido seleccionada para los Óscar representando a España.

«¡Qué bueno!, yo voy con pocas expectativas, a ver si me sorprende». Le sorprendió. El barcelonés impacta siempre al primer visionado, otra cosa es cinco años más tarde. Aquí trata la historia real de los uruguayos de un equipo de rugby que padecen un accidente de avión en Los Andes. Lo hace con sobriedad en el guion e inapelable virtuosismo técnico. Por momentos te genera angustia, como si fueras uno más de los que se ven obligados a comer cadáveres para sobrevivir.

El conjunto de ostias que a diario nos damos y recibimos todas las personas es lo que hace avanzar el mundo en tal o cual dirección. Fue Marcos el que me dio la clave de Fallen Leaves, lo nuevo del pope del cine de autor finlandés, Aris Kaurismaki: «es una caricatura». Recibió importantes premios en Cannes, para todos muy forzados. A Pili le gustó la crítica que hace de las condiciones de la clase obrera finlandesa, alcoholizada y precarizada. Saulo y Marcos veían el muermo instalado en los rostros y situaciones que retrata y pensaban, aún con todo lo que tenemos encima en nuestro país, que era una toda una suerte no vivir ahí, que viva España.

‘Monstruo’, de Hirokazu Koreeda. | | LP/DLP

‘Monstruo’, de Hirokazu Koreeda. | | LP/DLP / Luis Roca

Una segunda película de animación de Fernando Trueba y Javier Mariscal después del precedente de la redondísima Chico & Rita (2010) crea unas expectativas que Dispararon al pianista no colma desde que el filme que iba para homenaje a la bossanova se transforma en un documental de entrevistas sobre un músico desaparecido por la dictadura argentina, uno más en los años terribles de las dictaduras militares en Latinoamérica con el visto bueno de los Estados Unidos. Si la dictadura brasileira terminó con la música más bonita creada en el siglo XX, ¿qué consecuencias nos traerá la actual política en un mundo mucho más polarizado hoy donde, además, operan sin control colosos tecnológicos con datos de millones de ciudadanos?

Después de dos jornadas lluviosas, el sol llegó a la capital guipuzcoana de la mano de la japonesa Monstruo, de Hirokazu Koreeda, avalada por el Premio al Mejor guion en el Festival de Cannes, otra más de las que nunca llegará a salas de Las Palmas. El director vuelve a detenerse en la infancia con una historia en tres actos sobre un niño con problemas en el colegio. Hubo unanimidad en el grupo: la película es una maravilla que te atraviesa el corazón. Lo más sobresaliente es cómo retrata ese momento de la vida donde todo es descubrimiento y zozobra.

Decir Hayao Mizayaki es como decir Disney, Welles, Chaplin, Hitchcock, Ford, Bergman, Buñuel

De cómo es la realidad según el cristal con que se mire trata también The Zone of Interest, de Jonathan Glazer, con la que Reino Unido competirá en los Premios Óscar. No es lo mismo sentirse uno un privilegiado por estar en San Sebastián disfrutando del mejor festival de cine de España que por disfrutar de la casa de campo de tus sueños con tu marido e hijos. Menos si eres la mujer de Rudolf Höss, que es el comandante en jefe del mayor campo de concentración de los nazis, Auschwitz-Birkenau. La película se desarrolla desde el lado apacible y familiar de las alambradas, naturalmente con la inevitable imagen de las chimeneas de los crematorios ardiendo y el humo de la chimenea de los trenes yendo y viniendo como paisaje de fondo, acompañado de esporádicos alaridos y disparos. El criminal costumbrismo nazi es gélido hasta en la elección de los amantes de la pareja.

Esa noche, no nos dio la gana de transigir con la peor Palma de Oro de Cannes de las últimas décadas. Anatomía de una caída, de Justine Triet, narra solo eso y nada más, una caída mortal en una casa de montaña, aparentemente accidental, aunque pronto los indicios culpabilizan a la esposa. Lo más destacable es la actuación protagonista de la alemana Sandra Hüller. Pero ganó Cannes por francesa, así que boicot al chovinismo.

Albert Serra, el mejor cineasta de autor español actual, gafas de sol, camisa blanca, corbata negra de lazo, vaquero negro, botas de cowboy, observaba al público entrando en la sala donde iba a ser entrevistado inaugurando la sección de debate Conversaciones desde 15 minutos antes. A saber qué se hervía en esa cabeza. «No entender cómo se han hecho los documentales es el gran reto del documentalista», dijo, «también que lo que vayas a contar sea un enigma para el propio director». En la charla demostró sus dotes de embaucador. «La cámara capta cosas de la realidad que son invisibles para el ojo humano», remató. El gerundino está filmando su primer documental. Es sobre el toreo y aún no sabe cuándo lo terminará.

Fotograma de ‘Yo, capitán’, de Mateo Garrone. | | LP/DLP

Fotograma de ‘Yo, capitán’, de Mateo Garrone. | | LP/DLP / Luis Roca

La historia de amor de los chilenos Paulina Urrutia y Augusto Góngora, ella actriz y política, él periodista enfermo de Alzheimer, es el tema de la nueva película de la chilena Maite Alberdi, que sorprendió hace unos años con la ocurrente El agente topo (2020), que llegó a los Premios Óscar. Hacer documentales con enfermos de Alzheimer, exponiendo su enfermedad sin que ellos atinen ya a entenderse, Saulo y yo pensamos que es moralmente cuestionable. Más ambicioso y complejo es Mientras seas tú, de la venezolana Claudia Pinto, sobre el Alzheimer que también padece la actriz catalana Carme Elías. Precisamente fue durante el rodaje en Canarias de Las consecuencias (Claudia Pinto, 2021), fue cuando se le hicieron patentes los primeros síntomas de la irreversible enfermedad a la actriz. Desde entonces, ambas mujeres viven juntas este viaje conmovedor. Juntas estaban también a la mañana siguiente de la proyección en el aeropuerto de Hondarribia tomando el vuelo de vuelta a Barcelona.

Si a la polarización política y el descontrol tecnológico le sumamos la crisis migratoria, el cóctel pasa a ser de trinitrotolueno. Yo, capitán, de Mateo Garrone, propuesta de Italia este año para los Óscar, narra el viaje de un adolescente senegalés a Sicilia. Vestidos con camisetas de equipos de fútbol españoles, su sueño es convertirse en estrellas de la música. Por lo que pasan es mucho peor de lo que nadie imagina. Debía ponerse en los colegios para que se mire de forma diferente a los subsaharianos que nos rodean cada vez más. La ignorancia nunca es la solución.

Canarias ha estado más presente que nunca en San Sebastián a través de su única industria audiovisual competente: facilitar la producción en las islas de anuncios de todo el mundo. El de Audi que precede cada una de las 684 proyecciones de películas que se han llevado a cabo en el festival se ha rodado en Lanzarote con vistas a La Graciosa.

Precisamente en Lanzarote es donde el productor canario Andrés Santana siempre ha dicho que vivirá si se retira. La academia española de cine le premió este año con el primer premio Elías Querejeta, una distinción superlativa para el nacido en El Trigo Diego (San Mateo). A él lo elevó a los altares del reconocimiento público en su tierra Saulo hace veinte años. Le escribió una biografía y organizó dos homenajes. El de 2012 en Las Lagunetas, según confesó muy emocionado Santana en el acto de entrega del premio, le permitió sellar la reconciliación con su madre, Sofía Quintana.

Como pocos cineastas en activo, Santana ejemplifica la pasión por hacer películas, que incluye, pero es mucho más grande, a la pasión por el cine. Además, el productor guipuzcoano es uno de sus grandes referentes, junto con Emiliano Piedra. En el libro de Saulo, Santana finalizaba diciendo que para hacer una película necesitaba que esta coincidiera con sus propios sentimientos y emociones. Y que, cuando al final sale bien, «pocas alegrías hay en la vida que puedan igualar ese sentimiento». En el libro también hablaba de su proyecto frustrado más importante, una película con Víctor Erice.

Saulo fue a la rueda de prensa decidido a preguntarle a Santana por el destino, Canarias y Víctor Erice, pues justamente este año cerró la 71 edición del festival de San Sebastián con Cerrar los ojos, su cuarta película, 40 años después de su última de ficción, El sur (1983), producida por Querejeta. El encuentro con la prensa no se celebró.