Rousi: el rap experimental que reivindica la vulnerabilidad

En un pueblo del Pirineo, cantando entre las montañas, empezó a rapear de adolescente Rocío Eslava -conocida artísticamente como Rousi- en lo que ella misma define como un contexto «un poco curioso». Conoció la cultura del hip hop y se enganchó a este mundo, pero no tenía un entorno donde compartirlo ni nadie que le sirviera de referente. Con 16 años se fue a vivir a Zaragoza, siguiendo el impulso de encontrar a personas que entendieran -y también vivieran- sus pasiones e inquietudes.

«Había empezado a pintar grafitis, a grabar mis letras y mis canciones, todo de forma autodidacta, de un modo muy intuitivo y a mi bola», recuerda. En la capital aragonesa fue donde pudo acercarse de verdad a la música que le interesaba, donde formó su primera banda y comenzó a hacer conciertos en sitios más underground y en festivales especializados en hip hop.

En el año 2011, cuando había terminado de estudiar fotografía, fue cuando llegó, movida por amor, a Tenerife. «Ahora llevo 12 años aquí, muy conectada con la isla y con la cultura canaria», puntualiza la rapera. En su primer año en el Archipiélago, empezó a navegar por la escena del rap canario. «Nos juntábamos para improvisar los sábados, hice bastante colectivo con la gente». Hasta que en 2019, tras varias crisis vitales, reforzó su idea de que necesitaba crear como modo terapia: «Es la manera de reafirmar un poco mi identidad, que había dejado de lado siguiendo la tendencia de lo que hacía la gente».

'Sería raro'

Todo es relativo y todo afecta. Familiarizada con la pérdida. El rap que Rousi hace a día de hoy abraza lo experimental y lo emocional con sus metáforas y ricas estéticas. Sería raro ha sido su último lanzamiento, canción que pertenece al EP Cristalizar que el pasado 15 de diciembre vió la luz y cuyos temas -Crisol, Al Filo, Ciudad Muerta y el mencionado Sería raro- se pueden escuchar en Spotify y Youtube. «Mis temáticas siempre han sido muy introspectivas, de reivindicar las cosas emocionales, quizá no tanto las estéticas clásicas del rap de competición y de reafirmación del yo frente a los demás, sino más reivindicar la autenticidad de las emociones y la importancia de conectar con tus propias vivencias», explica la rapera afincada en Tenerife sobre este trabajo realizado junto al compositor Alejandro Samarín.

«El concepto 'cristalizar' define todo, cuando todo toma forma, algo que era abstracto y de repente cristaliza. Todo el concepto lo quería un poco basar en el hecho de la cristalización como una estructura que se fragua. Yo me siento como una artista que está conectando con su identidad y su proceso y cada vez estoy más como estabilizando mi camino. El videoclip también tiene un poco que ver con este concepto. Para él conté con una directora que es una artista visual afincada en Berlín y con proyecciones sobre árboles en el bosque. Empezamos a hacer un proceso similar al de la música, en el aspecto de que es muy experimental», añade.

La escena en las Islas

Rousi también cuenta que cuando llegó a Tenerife se sorprendió al ver que «había mucha gente que rapeaba muy bien». Más adelante, cuando el rap canario empezó a escucharse con fuerza fuera de las Islas, con artistas como Cruz Cafuné o Bejo, la rapera explica que todo cambió.

«Me siento bastante desvinculada de eso porque al final son estéticas, para mi gusto, muy comerciales. Cuando llegué a Canarias me encontré un panorama muy underground, con la gente muy vinculada y muy unida, y después como que todo el mundo se puso a hacer trap y hablar de dinero, de coches y de mujeres (risas) y yo pues no entendía nada», recapitula Eslava.

Pero Rousi no está sola en sus aspiraciones experimentales. Junto a ella hay otros nombres como los canarios Julious Marvesol y Anibassia, que en sus palabras «han hecho cosas muy vanguardistas», el grancanario Fede El, Calido Lehamo o Kali Ninmah, que también apuestan por sonidos y estéticas más alejadas del mainstream y lo comercial desde las Islas.