Hockey línea

La Copa de Europa, a sus pies

El Molina se cita con el Villeneuve francés (18.00 h.) en la final de la máxima competición continental, tras derrotar al Milano italiano en las semifinales por un contundente 7-1

Los jugadores del Molina, durante uno de los tiempos muertos del partido de ayer ante el Milano. | | LP/DLP

Los jugadores del Molina, durante uno de los tiempos muertos del partido de ayer ante el Milano. | | LP/DLP / Santiago Icígar

Santiago Icígar

Santiago Icígar

El Molina Sport está a un solo partido de coronarse en su casa como campeón de la Copa de Europa, la máxima competición continental del hockey línea, por primera vez en su historia. Los hombres de Kevin Mooney derrotaron en semifinales al Milano italiano con una abultada goleada (7-1). Su rival en la final de esta tarde (18.00 horas) en el Polideportivo Carlos García San Román es el conjunto francés del Villeneuve, al que los amarillos derrotaron en su estreno en la fase de grupos (2-4). El cuadro galo también goleó en su semi al madrileño Tres Cantos (6-1).

Si los grancanarios accedieron a la penúltima ronda por la puerta grande, como líderes de la fase de liguilla con cuatro victorias en sus cuatro encuentros disputados, no iba a ser menos en una semifinal que les coloca a los pies de ganar su primer entorchado continental, el segundo de carácter internacional tras ganar en la 2021-22 la Sparta Cup.

A pesar del abultado resultado en la semi, el duelo ante el Milano no resultó nada sencillo para el Molina. Los amarillos empezaron perdiendo. Una jugada individual de Manuele Ferrari obligaba a los locales a remontar con una afición entregada a la causa.

El tanto no desmontaba en absoluto la hoja de ruta del equipo anfitrión, acostumbrado a la épica. Tres minutos después del 0-1 logró la igualada. Una asistencia del entrenador-jugador de los isleños, Kevin Mooney, habilitaba a Eduard Cabalin, que con nervios de acero batía al meta transalpino, Mattia Mai.

El gol ponía en alerta a un Milano que prefería conservar el disco en vez de buscar abiertamente la portería de Javi Tordera, bien protegido por un Molina que no renunciaba al ataque, pero que no conseguía deshacer el empate antes de enfilar el túnel de vestuarios al descanso (1-1).

El paso por vestuarios parecía sentarle a las mil maravillas al cuadro grancanario. A 11 minutos del final conseguía colocarse por primera vez por delante en el marcador gracias al segundo tanto de Eduard Cabalin a pase de Mooney.

El nuevo gol de los isleños terminaba por desencajar al Milano, obligado a asumir más riesgos en ataque en busca del empate. Esto se traducía en espacios a su espalda, algo que la escuadra anfitriona sabe aprovechar como nadie. Así, destrozaba a la contra a su rival con cinco nuevos tantos –Jan Andrysek a pase de Mooney, Álex Pérez asistido por Dani Gutiérrez, Kevin Mooney, Chuck Baldwin a pase de Andreu Tomàs y Gio Rodríguez– para cerrar un histórico 7-1 que clasifica al equipo presidido por Alejandro Molina para la primera final de la Copa de Europa de su historia, todo un hito sin precedentes para el hockey línea grancanario.

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