Balonmano

La nueva generación, al relevo

Eider Poles, Martina Lang, Delfina Ojea y Larissa Da Silva aterrizan en la Isla como apuesta de presente y de futuro del nuevo Rocasa

Conjura de las jugadoras en torno a su entrenador al término de su entrenamiento en el Pabellón Antonio Moreno.jpg

Conjura de las jugadoras en torno a su entrenador al término de su entrenamiento en el Pabellón Antonio Moreno.jpg / José Carlos Guerra

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Giro de 180 grados es por el que ha optado el Rocasa para el próximo curso, en el que, al contrario que la pasada temporada, se han decantado por fichar jugadoras jóvenes, con hambre, aunque con poca experiencia en la élite, pero sin renunciar a pelear por todos los títulos en juego como cada año.

Renovarse o morir. Eso es precisamente lo que ha pensado el Rocasa tras una temporada decepcionante en lo deportivo, en el que la apuesta por jugadoras consagradas no tuvo el reflejo en la pista que hubiera deseado su directiva, encabezada por su presidente Antonio Moreno. Es de sabios saber reconocer los errores y buscar soluciones y más en un club acostumbrado a reinventarse cada temporada y que en esta ocasión ha apostado por jugadoras jóvenes, con hambre y talento, diamantes en bruto que deberá de pulir su nuevo entrenador, Iñaki Ániz, un especialista en la formación de jóvenes valores, con el que las teldenses pretenden dar el do de pecho esta temporada, pero paso a paso y con los pies en el suelo.

Dos de las más firmes promesas argentinas, como son Martina Lang y Delfina Ojea, junto a la valenciana Eider Poles, una de las joyas de las categorías de base de las Guerreras y Larissa Da Silva, una de las jugadoras jóvenes con más talento de Brasil, son cuatro de las jugadoras que representan a esa nueva generación, que está dispuesta a tomar el relevo de las Marta Mangué, María González, Alba Spugnini, Sayna Mbengue o María Gomes.

«Adaptación», esa es la palabra que más suena en el vestuario de un equipo joven, con muchas jugadoras nuevas y un entrenador, Iñaki Ániz, que se estrena en el cargo.

Para la valenciana Eider Poles «el Rocasa es una aventura, un club muy grande que me va a permitir crecer a nivel profesional». En la misma línea, tanto Martina Lang como Delfina Ojea, destacan el salto de nivel que se han encontrado en el conjunto teldense con respecto a su Argentina natal. «Me he encontrado con un salto de nivel importante, el juego es más rápido, más dinámico, vamos a ir creciendo partido a partido, pero siempre apuntando a lo más alto, a campeonar», afirma Lang, mientras que para su amiga y compatriota Delfina, «es un cambio muy grande con respecto a Argentina, en primer lugar en lo físico, porque nosotras no tenemos tanta talla, de modo que tenemos que empezar a ganar por otros lados, como por ejemplo en velocidad, ya que aquí se juega muy rápido y con muy pocos errores».

Larissa Da Silva por su parte reconoce que en su Brasil natal escuchó siempre «hablar del Rocasa como uno de los equipos más grandes de España y estoy muy feliz de poder formar parte de él».

Importante y mucho ha sido el papel de la capitana Mela Falcón, que toma el testigo de María González, a la hora de ejercer de anfitriona y conseguir que las nuevas se sientan como en casa. Eider Poles reconoce que «nos ha recibido muy bien, al final somos muchas nuevas y a todas nos ha aconsejado que tengamos tranquilidad, que seamos conscientes de que esto no va a ser fácil, pero que poco a poco se puede conseguir». Delfina Ojea alaba también la figura de la grancanaria: «Mela es una capa, siempre quiere que estemos todas juntas, que las que somos nuevas nos sintamos parte del equipo y que no sintamos que estamos lejos de nuestras casas».

En ese proceso de adaptación también ha sido clave no sólo la amistad entre las dos jugadoras argentinas que vienen jugando juntas desde que eran pequeñas, sino que además en el caso de Larissa ha sido fundamental la presencia en el equipo de su compatriota Jheniffer Lopes: «Me ayuda mucho, me traduce muchas cosas porque todavía me cuesta un poco hablar español, es uno de mis pilares aquí y sin ella la adaptación sería mucho más difícil».

Garra y competitividad

Las cuatro nuevas joyas del Rocasa no aportan experiencia al grupo pero si una energía extra que dará un plus al equipo.

Poles se autodefine como una «jugadora muy competitiva, que siempre lo da todo, perseverante y que siempre lucha hasta el final». «A nivel de la cancha puedo aportar mi variabilidad en los unos contra unos y en el ataque y en defensa ayudaré con mis disuasiones», apunta la internacional júnior. Por su parte Larissa destaca de su juego que es «una jugadora con un contragolpe muy rápido y con un buen lanzamiento exterior», unas características que encajan como un guante en el ideario de juego de Iñaki Ániz, que aboga por la velocidad y los unos contra unos como arma de un Rocasa que quiere volver a los orígenes que le hicieron campeón.

Martina Lang se autodefine como una jugadora «aguerrida, muy lanzadora, pero también me gusta jugar mi uno contra uno e ir para adelante», características que se mezclan muy bien con las de su amiga Delfina: «Como central tengo que generar un juego muy rápido, no soy tan lanzadora, mi juego consiste en desequilibrar capas en el medio, generar unos contra unos, dar progresión a mis laterales y generar el juego del equipo».

En lo que coinciden las cuatro nuevas jugadoras del Rocasa es en eludir el dar de entrada un objetivo concreto en un club que está en proceso de formación, aún siendo conscientes de que forman parte de una entidad acostumbrada a pelear cada año por todos los títulos en juego. Para Eider Poles «el Rocasa aspira a dar la mejor versión de sí mismo, adaptarnos en la pretemporada y luchar por todos los títulos». En la misma línea su compañera Larissa señala que se están preparando «para poder pelear por todos los títulos que vamos a disputar esta temporada».

A pesar de la falta de veteranas en el equipo –Silvia Navarro, Mela Falcón, Almudena Rodríguez, Lulu Guerra y Arinegua Pérez, son el núcleo duro del equipo esta temporada–, Delfina Ojea afirma que en su opinión «que el equipo sea muy joven es buenísimo porque todas tenemos ganas y estamos en una competencia sana para ganarnos el puesto, pero también tenemos alguna jugadoras con mucha experiencia, que nos van a ayudar en este proceso de armar un buen equipo». Martina Lang además, reconoce que siente «una buena onda en el equipo, hay compañerismo y el grupo que estamos formando es lindo».

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