Franz Beckenbauer: un enamorado de Gran Canaria

El jugador solía visitar el Estadio Insular de incógnito

Jugó con el Bayern el Trofeo Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1972

Beckenabauer -polo rojo- junto a su hija y dos nietos en Maspalomas en 2006

Beckenabauer -polo rojo- junto a su hija y dos nietos en Maspalomas en 2006 / José Carlos Guerra

David Rodríguez

David Rodríguez

Franz Beckenbauer solía visitar con asiduidad Gran Canaria. La primera vez fue en 1972 para disputar un triangular contra Las Palmas y el Standard de Lieja y ahí hizo amistad con Tonono. Finalmente, en 2006 se conoce que fue su última visita, a Maspalomas, donde declaró ser un amante del clima de la Isla

Franz Beckenbauer visitó por primera vez Gran Canaria en 1972 con motivo de la disputa del Trofeo Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria junto a Las Palmas, Standard de Lieja y el Bayern de Munich, equipo del era el capitán y que conquistó el torneo jugado en el Estadio Insular al vencer los dos partidos a sus rivales.

Ahí comenzó el idilio del Kaiser con la Isla. Se enamoró de Gran Canaria y además entabló una bonita amistad con Tonono tres años del lamentable fallecimiento. Ambos compartían posición en el campo y el alemán, seguramente el mejor líbero de la historia del fútbol –una posición en el que fue el pionero–, expresó sobre el grancanario que era «uno de los mejores de su puesto en Europa».

Ambos estrecharon saludo en el amistoso del trofeo capitalino en 1972, el mismo año en el que Tonono jugó como titular el partido clasificatorio para la Eurocopa contra Yugoslavia que le costó el billete a España y que posteriormente Beckenbauer ganaría con la Mannschaft y junto a cinco integrantes que estuvieron jugando en el Insular con el Bayern.

Un enamorado de Gran Canaria

Un enamorado de Gran Canaria / David Rodríguez

A ese estadio solía acudir el Káiser para ver los partidos de la Unión Deportiva Las Palmas en las décadas posteriores, pero siempre desde el anonimato e intentando pasar de incógnito.

Pero en 2006 el germano, como otros tantos compatriotas, decidió venir a Maspalomas para pasar una especie de luna de miel después de que finalizara la disputa del Mundial en Alemania del cual fue el presidente del comité organizador del campeonato.

«Me gusta venir a Gran Canaria por el clima, tanto en verano como en invierno es suave», dijo el Káiser en 2006

Apenas 22 días después de que Italia resultara vencedora del Mundial y perpetra in situ el cabezazo de Zinedine Zidane, Beckenabuer acudió con su esposa, Heidi Brumster y sus hijos Joel y Francesca después de viajar directos desde Salzburgo y hospedarse en Gran Hotel Residencia, del empresario y amigo pesonal Theo Gerlach, que le invitó a alojarse en su recinto.

Ahí ya confesó que le solía gustar venir a Gran Canaria «por el clima», pero no hacía ascos a las temporadas. «Tanto en verano como en invierno es muy suave», admitió, a la vez que confesó que venía a jugar al golf en el campo de Maspalomas, su otra afición más allá del fútbol.

Suscríbete para seguir leyendo