Del Gran Canaria-PSG de octavos de Champions en 1994, al Guaguas-Praga, 30 años después

«Diría que es uno de los tres partidos más importantes de la historia del Guaguas». Claro y conciso es el mensaje de Juan Ruiz, el presidente del club masculino de voleibol con mayor relevancia en Canarias. Son unos octavos de final de la Champions League y él, que es el santo y seña de la entidad, lo pone a la altura de cuando se llenó el Centro Insular de Deportes para vivir dos noches de éxtasis con la remontada en octavos de final contra el París Saint-Germain en 1994 –el mismo escalón que ahora– o de las finales por los títulos ligueros que lucen en su vitrina.

Unas 5.000 personas o más abarrotaron el CID hace tres décadas atrás contra el PSG –la vuelta se disputó el 19 de enero y el choque de desempate un día después– y hoy se espera al menos la mitad de asistencia para bregar desde las gradas de La Roca contra el LVI Praga en el encuentro de ida de los octavos de la máxima competición continental.

El horario está fijado para las 18.30 horas en la Avenida Marítima y el llamamiento a filas desde el Guaguas se propaga por la Isla a través de su presidente y de Paolo Zonca y dos de los jugadores más destacados del vestuario que maneja Sergio Miguel Camarero.

El ahora entrenador fue parte de aquel mítico Gran Canaria que consiguió la remontada en la pista ante el PSG y que posteriormente quedó en agua de borrajas en los despachos por la alineación indebida del juvenil Alexis Valido y que privó a los insulares de jugar contra el Maxicono Parma que era el campeón continental de 1993.

Hace tres décadas el CID se llenó hasta el techo durante dos noches y hoy se espera atraer al mayor número de aficionados. Por ello las entradas se pueden adquirir a un precio de 10 euros, pero incluso si el aficionado que quiera disfrutar del partido europeo es abonado de la UD Las Palmas o el CB Gran Canaria, podrá hacerlo por la mitad de su coste. Es decir, por sólo cinco euros se podrá ver un partido de Champions.

Racha inigualable

Nunca un equipo español había llegado tan lejos como elGuaguas en la actual edición de la Champions League. Si ya jugar la fase de clasificación había supuesto un auténtico éxito para el club insular, ahora disputar unos octavos de final después de haber ganado ocho de los once partidos disputados hasta la fecha no parece que vaya a ser suficiente para el equipo que hoy recibe al campeón de la República Checa.

«El hambre de este equipo ha llegado comiendo», exclama Paolo Zonca, receptor del equipo y el segundo máximo anotador de la competición europea con 154 logrados –3,95 de media por set–, sólo superado por su compañero de caseta, Wally Souza, con 161.

El italiano, que ostenta la vitola de ser el último MVP la Supercopa, no se corta y dispara la confianza de sus compañeros. «Somos conscientes de que en octavos están los mejores equipos de Europa, pero a medida que hemos ido viviendo la competición nos hemos dado cuenta de que nuestro nivel no es inferior al de ningún otro equipo».

En esta misma línea se expresa su compañero, Martín El Turco Ramos. «Cuando empezó la temporada nos marcamos como gran objetivo llegar a la primera fase de la Champions League, pero ahora sabemos que no somos menos que nadie», indicó el medallista olímpico con Argentina.

Para reflejar esa confianza que tienen en ellos mismos sacó a relucir la gesta que consiguió el Guaguas en el quinto partido disputado en la fase de grupos contra el Jastrzębski Węgiel, el gran favorito a alzarse con el título este año y al que le venció por 3-1 en el CID.

«Le sacamos el privilegio al equipo polaco de querer ser el mejor primer clasificado de la fase de grupos, algo que muchos equipos no han podido lograr», subrayó el central, autor de 79 puntos en lo que va de competición europea.

El objetivo que tiene marcado el equipo, al menos en palabras del presidente del club, es la de «ganar 3-0 o 3-1» hoy, para intentar acudir a la República Checa la próxima semana con mayor comodidad en el marcador. 

La vuelta se disputará el 7 de febrero en el Arena Sparta Podvinny Mlyn de Praga y en caso de que el marcador quede empatado a puntos una vez resueltos los dos partidos se desempataría con la disputa de un set de oro –a mínimo de 15 puntos y diferencia de dos–, una variante distinta a la de 1994 cuando en el CID se celebró un partido de desempate al día siguiente de igualar la eliminatoria.

Hace tres décadas la Isla vibró con el GranCanaria y ahora Zonca espera vivir un ambiente similar. «Sabemos que es importante para la ciudad y queremos que venga todo el mundo a disfrutar con el voleibol», expresó el italiano; al igual que Ramos, que añadió que: «Vamos a ir con todo lo que tenemos para nuestra afición porque somos consciente de la expectativa que hay con este partido y lo que significa en la historia del Guaguas», añadió.

Asimismo también desvelaron que no les había dado tiempo de analizar en profundidad al rival por la exigencia del calendario, aunque ayer mismo ya se pusieron manos a la obra en sesión de vídeo junto a Facu Leal y Sergio Miguel Camarero.

Del técnico grancanario indicaron que «este año está más tranquilo», a pesar de que es una persona que vive los partidos de forma «muy pasional» y que por tanto tiene ganas de superar la eliminatoria ahora desde el banquillo que no pudo lograr como jugador por el accidente que se lo impidió en los despachos en 1994.