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Charter 100 Gran Canaria, junto al Gobierno de Canarias, celebra la primera Gala de la Mujer y el Deporte Canario para reconocer la carrera de 74 deportistas en 30 deportes

Gala de la Mujer y el Deporte Canario

ACFI

David Rodríguez

David Rodríguez

De la hazaña que logró Rita Pulido en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 erigiéndose como una de las primeras mujeres españolas que acudieron a una cita olímpica, a las patadas que dio Adriana Rodríguez en el Open de Bélgica el pasado fin de semana para estar en el próximo Mundial de Taekwondo que se celebrará en Chuncheon este verano han pasado 64 años. Un camino que abrió la nadadora en materia olímpica y que sigue siendo una partida de ajedrez. Cada una de las casillas del tablero con las que tienen que combatir las mujeres en el ámbito deportivo fueron ayer reconocidas por Charter 100 Gran Canaria, que junto al Gobierno de Canarias celebró la primera Gala de la Mujer y el Deporte Canario para reconocer la carrera de 74 deportistas en 30 disciplinas.

Ellas, todas unas referentas para que el futuro del deporte en el Archipiélago siga caminando con firmeza, fueron reunidas ayer por la organización Charter 100 que preside Nardy Barrios. Su intención, como exclamó antes de que arrancara el acto es claro. «Queremos convertir esto en un club de élite», indicó la fundadora, para posteriormente matizar su mensaje: «Siempre se había reconocido a todas estas mujeres de manera individual por sus logros, hoy [por ayer] lo hacemos con todas a la vez».

Esta selección de referentas que fueron elegidas y convocadas durante un proceso de tres meses gracias al trabajo de hormiguitas de la comisión de trabajo de la organización. Ellas también fueron reconocidas con una gran ovación de los más de 500 asistentes que se dieron cita en el Teatro Cuyás.

Objetivo

El objetivo que se marca Charter 100 junto al Gobierno regional con esta ventana que se abre un poquito más en cuanto a visibilidad, pasa por «reflejar a la juventud la labor de estas deportistas y los valores que transmiten con charlas y conferencias en los colegios», porque como bien reflejó el consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes, Poli Suárez: «La educación y el deporte tienen que ir de la mano para triunfar».

También el encargado del área deportiva en el Archipiélago indicó que la intención marcada por el gobierno y estas acciones es la de «acompañar a las deportistas después de sus éxitos para que todo su trabajo se pueda mantener en el tiempo y verse reflejado a las futuras generaciones»; un mensaje que fue recogido por Carmen Vicente, una de las mejores karatecas que ha dado «ese incesante semillero de grandes deportistas que es Canarias», como definió la periodista Paloma del Río que tantas y tantas retransmisiones ha acompañado a toda España en sus casas «en deportes minoritarios y especialmente el femenino».

«Creo que para seguir dando todos los pasos que quedan por dar hay que hacer un programa de desarrollo en edades tempranas, combatir la disparidad de género y desafiar los estereotipos», expresó Carmen Vicente con la misma fortaleza que le llevó a ganar un Mundial en Kumite y 10 medallas de oro en los Europeos.

Mensajes de un principio a fin entre las primeras comparecencias por la parte política y combinó en comunión con las 74 deportistas que recogieron su reconocimiento al ser nombradas una a una para desfilar por las tablas del Cuyás y seguir siendo las protagonistas ante los ojos de muchas jóvenes que acudieron al teatro a compartir escenario con las encargadas de haberles abierto el camino que hoy recorren.

Lágrimas y aplausos

Una de las deportistas que está cogiendo el testigo de Carmen sobre el tatami, aunque en taekwondo, es Adriana Rodríguez. La joven de 14 años a la que casi se olvidan de que diera su discurso y que fue rescatada por la astucia de la propia Vicente y que Paloma del Río se encargó de «romper el protocolo» para que hablase después de la intervención de Clavijo.

Le tocaba a la más pequeña de las homenajeadas cerrar el acto y, casi sin quererlo, impactó en los corazones de los presentes con las palabras que expresó con la misma destreza con la que se mueve ataviada con su kimono.

Más allá de relatar cómo comenzó a repartir yops chaguis con dos años y empezar a coleccionar medallas con ocho, a los asistentes les empezaron a brotar lágrimas de emoción y reconocimiento ante Adriana al explicar cómo ha tenido que combatir ante la diabetes tipo 1 que le detectaron el año pasado. «No podía entrenar, no podía dormir, no me mantenía en pie, pero no me rendí y dos meses después de salir del hospital gané el Campeonato de España aunque perdía el conocimiento entre los combates porque se me disparaba el azúcar, aun así, seguí luchando y voy a seguir haciéndolo», desveló la joven entre los vítores y aplausos de un elenco de las deportistas más relevantes de la historia de Canarias.

Mensaje escueto, pero trascendente

Casi cerrando el círculo, las palabras de Adriana casaban con el mensaje escueto, pero trascendente que había pronunciado anteriormente Rita Pulido. «Yo cómo buena canariona, lo único que les digo es algo que siempre pensaba para mí misma, sigan palante», remarcó la sirena de los Juegos de Roma y Tokio cuatro años después (1968).

De la semilla que ella se encomendó en plantar, junto a la también pionera en el mundo de la canasta como Charo Borges siendo la primera canaria en vestir la camiseta de la selección que hoy logra innumerables éxitos y que Begoña Santana se encarga de regar con la cantera del CB Islas Canarias con tanto esfuerzo.

Ese mismo camino que poéticamente sigue recorriendo Reyes de Miguel en la montaña y que es el sendero para que Thais Henríquez se colgara dos medallas olímpicas en la piscina; que Marta Mangué marcara 1035 goles con la selección española o que Asunción Cordero siga empleando su magnífica puntería en tiro al arco a sus 82 años.

La sororidad imperó en el acto por todos los costados del teatro y tuvo su momento culmen cuando las doce gimnastas galardonadas decidieron recoger su reconocimiento juntas, como grandes hermanas indiferentemente de la generación a la que pertenecieran y con el mismo garbo con el que competían le pusieron la guinda a una ceremonia que espera repetirse el año que viene.

Paloma del Río, una ‘charteriana’ más

La maestra de ceremonia para esta Gala de la Mujer y el Deporte Canario, no pudo ser otra que una de las referentas en el mundo del deporte desde el otro lado de la cancha. Paloma del Río, la periodista que ha narrado nueve Juegos Olímpicos de verano y siete de invierno, siempre con un criterio especial para apoyar a las mujeres, puso la voz del reconocimiento de las canarias que se dieron cita ayer en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria. Del Río, ya jubilada después de la labor olímpica que comenzó en 1986, ahora se mantiene alejada de los micrófonos pero sigue ejerciendo como activista por la igualdad que no termina de afianzarse. Siempre cariñosa con sus gimnastas, afectuosa con Thais Henríquez, y salerosa con Marta Mangué al reconocer que dejó de ver balonmano por lo «nerviosa» que se ponía. Nardy Barrios la elevó como una charteriana más y recordó su condecoración al Premio Nacional del Deporte junto a Antonio Pampliega, por su implicación en la defensa de las mujeres bajo la amenaza talibán y la asistencia a inmigrantes. | D. R.