Juan José Toledo, juez supremo del hapkido

Juan José Toledo, único octavo dam de hapkido en Canarias, recibirá el próximo viernes un nuevo reconocimiento de su ya excelsa trayectoria en el mundo de las artes marciales. El maestro de maestros ha sido reconocido por la Federación Española con el premio nacional al mejor árbitro de hapkido en 2023, un premio que recogerá en La Nucía (Alicante).

«Es importante para cualquier practicante de artes marciales recibir un premio de esta envergadura, que es concedido por una comisión que va siguiendo durante mucho tiempo tu actitud, tu comportamiento y tu profesionalidad en los Campeonatos de España», expone nuestro protagonista. Explica que su función en esos torneos es la de ser «juez número uno» entre los siete jueces que componen cada mesa, cada uno con sus funciones, que es una responsabilidad añadida, «porque el número uno es el que controla que se cumpla todo el reglamento y el que decide si se debe de penalizar a los participantes, es la máxima autoridad».

«Este honor conlleva la experiencia de haber estado trabajando en todos esos campeonatos y la suerte de que salgan las cosas bien para que el tribunal de recompensa haya estimado de entre todos los jueces que soy yo el que se lo merece», apunta Toledo.

Canarias cuenta con unos 50 árbitros con capacidad para ejercer de jueces a nivel nacional, mientras que en la totalidad del territorio español la cifra podría rondar los seis mil. A diferencia de otras disciplinas deportivas, para ejercer esa función resulta necesario ser competidor: «Por ejemplo, para ser primer dam tienes que haber sido antes juez anotador, por lo que si no eres practicante no puedes ser juez, tienes que tener la práctica y la experiencia que te dan los años y el conocimiento de las diferentes técnicas, porque debes conocerlas todas para valorar la habilidad y la destreza y cómo aplicar las técnicas».

Docente por encima de todo

Para una persona que ha sido y lo es todo en el mundo del hapkido -practicante, maestro, juez, directivo-, Juan José Toledo tiene claro que, desde siempre, la faceta que más le ha llenado es «la docencia, el ser maestro». «De hecho mi profesión es la educación especial, llevo años trabajando en un centro médico en técnicas de expresión y psicomotricidad con discapacitados», explica. Desde 1992 forma parte del claustro de profesores de la Real Federación Española de Taekwondo, lo que le ha permitido dar cursos en todos los grados y titulaciones a nivel nacional. «He sido maestro del 90% de los maestros canarios en sus cursos de titulaciones, en distintas asignaturas», relata el isleño.

«En aquella época tuve que ir a hacer los cursos formativos a Valencia, porque aquí no se daban cursos para nivel nacional. Y corrí con suerte, porque éramos más de un centenar de aspirantes; logré sacar el número uno de mi promoción de maestros nacionales y, a raíz de ahí, entré dentro del claustro de profesores», apunta Toledo. «Formo parte del tribunal de grados desde 1993, examinando a alumnos de primero a quinto dam de taekwondo y de hapkido», añade el maestro grancanario.

Su especialidad es la del hapkido tradicional, de la que es el responsable a nivel nacional: «Siempre me he regido por la tradición de nuestro arte marcial, nativo, coreano, donde hay una serie de ritos que llevar a cabo, además de la disciplina, la lealtad, el honor o la honestidad, donde se deben de tener en cuenta una serie normativas en el gimnasio, el saludo tradicional, la bandera y las técnicas desde el inicio del hapkido cuando comenzó tras la invasión de Japón sobre Corea en la II Guerra Mundial».

Toledo participó además en la celebración del primer seminario de kumdo en Canarias: «Es el arte marcial del manejo del sable o la espada coreana. Tuve la ocasión de practicarlo hace años con mis maestros nativos coreanos; soy tercer dam y junto a Alexis Moreno pudimos dar, con permiso de la Federación, el primer seminario en Canarias de este arte marcial».

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