"¿Quién se atrevería a bajar al vestuario y decirles a los jugadores que se dejen ganar por el eterno adversario?" Luis Sicilia, expresidente de la Unión Deportiva, es tajante sobre la fraternidad canaria en la hipótesis de que alguno de los representativos se juegue la vida en el último partido de Liga regular, que coincide con el derbi. "Hay demasiados sentimientos en juego, de mucha gente", conviene el antiguo dirigente de Las Palmas, que ahora comparte con su hijo Pablo el sufrimiento del Tenerife. No es el único. David Amaral, Jorge y Justo Gilberto tampoco le ven "buen color" al conjunto blanquiazul; de los amarillos hablan con mejores perspectivas.

"En 17 años como profesional nadie me insinuó que me dejara perder un partido, y menos un derbi. Si lo hubiera hecho habría manchado mi trayectoria", asegura Jorge, que ha defendido los dos escudos y sigue con la misma intensidad a los clubes señeros. "Quien diga que se dejaría ganar, miente", abunda Justo Gilberto, ex jugador de los dos equipos y técnico del Tenerife durante dos décadas, al tiempo que precisa que "no se puede dejar para la última jornada lo que no se ha logrado en las 41 restantes. Sería absurdo echarle la culpa al rival de tu descenso", enfatiza cargando las tintas sobre la situación del Tenerife, con seis puntos menos que Las Palmas.

Para la disputa del clásico aún faltan once fechas del campeonato, pero observadas las 30 jornadas anteriores nadie puede asegurar que el Unión Deportiva-Tenerife de la jornada 42 no será decisivo. "Ojalá que los dos estén salvados para el derbi en el Gran Canaria", recitan los cinco analistas como si sólo con su repetición se fuera a cumplir el deseo. "Lo ideal sería lo que todos pensamos, porque el descenso de alguno de los dos sería desastroso para las entidades y también para la Comunidad", advierte Eduardo Ramos, quien precisa que las eliminatorias de ascenso cambiarán sustancialmente la relevancia de los partidos del resto del torneo porque "todos tendrán aspiraciones de algo, el abanico se abre", dice.

Apocalíptico

"Si no cambia con urgencia, el Tenerife no llegará vivo al derbi", expone abiertamente Jorge, quien señala que "Las Palmas puede ganar o perder pero siempre tiene actitud sobre el campo, mientras que los blanquiazules, tres entrenadores después, siguen mostrando los mismos argumentos". Mientras, David Amaral insiste que los amarillos deben seguir "ojo avizor" en el campeonato porque las rachas se pueden revertir con facilidad en equipos de la zona baja. "Todos creían que habían salido del bache en Tenerife y mira dónde están", añade Amaral.

Todavía resuenan en distintos foros las palabras de Miguel Concepción, presidente blanquiazul, al inicio de la temporada donde señalaba que la UD le haría el paseíllo de campeón en el estadio de Gran Canaria. Un comentario que se puede volver como una auténtico bumerán. "Lo engañaron y le hicieron decir cosas que no debía", apunta uno de los analistas.