Un solo detalle, un simple gesto, de Jonathan Viera o Vitolo puede servir para sacar a la Unión Deportiva Las Palmas de la monotonía. Los dos futbolistas, uno excelso en el arte del regate, el otro explosivo como extremo, multiplican las alternativas ofensivas de Juan Manuel Rodríguez y, con ambos de baja, el equipo amarillo es menos. Menos avispado, menos impredecible, menos incontrolable, menos todo. Y, por encima de un buen número de aspectos, es mucho más plomizo.

El sábado, ante el Córdoba CF, ni Jonathan Viera ni Vitolo aparecieron en el once titular. Y semejante calamidad, con los dos lesionados, tuvo un alto precio para el conjunto grancanario. De entrada, perdió su primer partido del curso en la Liga Adelante. Fue, la derrota, el mal desenlace de una trama espesa, la conclusión de un flojo partido de la UD Las Palmas. Pero, sobre todo, resultó ser un síntoma esencial para el proyecto: ambos futbolistas son dos tipos importantes.

La conclusión no es nueva. Ya se percibió la temporada pasada. En los 11 partidos de Liga que la UD Las Palmas disputó sin la presencia de Jonathan Viera ni de Vitolo en la alineación, el equipo amarillo sólo fue capaz de resolver tres encuentros con victoria: en los dos duelos ante el Albacete (2-1 y 0-1), que descendió al final de curso, y frente al Elche (2-1).

En el resto de citas, con las ausencias de Jonathan Viera y de Vitolo, la UD Las Palmas firmó tres empates y cinco derrotas. Igualó ante el Nàstic de Tarragona en el Nou Estadi (0-0), frente a la SD Huesca en el estadio de Gran Canaria (1-1) contra el Girona en Montilivi (1-1) y cayó a la lona ante la SD Ponferradina (3-2), el Celta de Vigo (2-0), el CD Numancia (4-0), la AD Alcorcón (5-0) y el Córdoba CF (2-0).

Lesionado de gravedad, tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, Vitolo sólo pudo disputar 10 partidos durante el ejercicio anterior, mientras que Jonathan Viera participó con la UD Las Palmas en 31 jornadas de Liga.

Plan B

Fijos, tanto Jonathan Viera como Vitolo, en los planes de Paco Jémez, la destitución del entrenador cordobés en febrero y la elección de Juan Manuel Rodríguez como sustituto alteró el método de juego de la UD.

Atrás, como un simple recuerdo, quedó la apuesta atrevida de Jémez para dar paso al orden impuesto por Juan Manuel. Y en esa variación táctica surgió un plan B, una alternativa ofensiva, que capitaneó la remontada del equipo amarillo hacia la permanencia en Segunda División: la conexión entre Pedro Vega y Mauro Quiroga, asociación que reportó una buena cantidad de puntos a la Unión Deportiva en el tramo final del año anterior.

Esa asociación, con Pedro Vega lanzando centros desde la banda izquierda y Mauro Quiroga al remate en el área, no fue suficiente para que la UD Las Palmas superara el pasado sábado al Córdoba CF. Tras tres jornadas invicto, ante Guadalajara (1-1), Alcoyano (1-0) y Nàstic (1-3), el equipo amarillo ya se había acostumbrado al ritmo de los jugones, al son de Viera y Vitolo.