"El único partido que perdimos fue ante la Unión Deportiva Las Palmas, de eso me acuerdo bien". Ese recuerdo asaltó a Alfredo Di Stéfano en septiembre de 2012, cuando el Millonarios de Bogotá -equipo en el que militó entre 1949 y 1953- se presentó en España para jugar la XXXIV edición del Trofeo Santiago Bernabéu. Las palabras del presidente de honor del Real Madrid evocaban la gira que el equipo colombiano realizó por Europa en 1952 y en la que se midió a Oporto, Real Madrid, Sevilla FC, Valencia CF y UD Las Palmas, el único conjunto que fue capaz de batir a un rival que, por entonces, era conocido como el Ballet Azul.

La visita del Millonarios a Gran Canaria tuvo lugar el 26 de marzo de 1952 en el Estadio Insular. Por Las Palmas, ese día, jugaron Pepín; Beltrán, Pantaleón, Beneyto; Luciano, Ignacio; Cedrés, Polo, Gallardo, Torres y Oramas. También tuvieron minutos Yayo, Padrón y Mujica. Por el equipo de Bogotá fueron alineados Cozzi; Danilo, Zuluoaga -que luego fue sustituido por Stemberg-, Ramírez; Rossi, Soria; Reyes, Pedernera, Di Stéfano, Báez y Maurín.

La Unión Deportiva, con goles de Gallardo -tras un error de Cozzi, portero del cuadro sudamericano- y Oramas, tomó ventaja en la primera mitad ante un Millonarios que, tras los veinte primeros minutos de la reanudación, igualó el choque con las dianas de Reyes (min. 48) y Di Stéfano (min. 68). El tanto de la Saeta Rubia en el Insular resultó histórico: fue el primero de todos los que anotó en España.

El pulso se resolvió poco después del gol de Di Stéfano. Padrón, en una acción individual, dio el triunfo al equipo amarillo y provocó que el Millonarios -un club que, a base de dinero, había logrado reunir a los mejores jugadores de Sudamérica- encajara su única derrota en Europa -superó a Oporto (1-2) y Real Madrid (2-4) y empató frente a Valencia CF (0-0) y Sevilla FC (1-1)-.

"Una exhibición de fútbol, de fútbol auténtico, como el de antes" fue el titular elegido por LA PROVINCIA para la crónica de un partido que trascendió más allá del fútbol y reunió a miles de curiosos alentados por la leyenda que acompañaba al equipo de Bogotá. "Ayer se jugó al fútbol auténtico por parte de los hombres del Club Millonarios, pasándose la pelota al mejor situado, parándose cuando ello era preciso y en lugar de locos despejes, pases al compañero en posición para continuar la jugada", señaló Juangol -seudónimo con el que firmaba sus informaciones Florencio Bethencourt-, autor de un artículo en el que comparaba el juego del Millonarios con el fútbol que desplegaba el Real Club Victoria antes de su fusión con Marino, Gran Canaria, Atlético y Arenas para formar la UD. El periodista, al final del texto, apuntó esperanzado que "ahora, a esperar que las enseñanzas de los ases visitantes tengan algunos imitadores".