Competir en el presente y planificar a medio y largo plazo. Así, con ese ambicioso y minucioso plan, se presenta la selección de Estados Unidos en España para participar en la Copa del Mundo de baloncesto, un torneo en el que, a partir del 30 de agosto, defenderá la corona de campeón que conquistó hace cuatro años en Turquía. A la cita, el equipo norteamericano se presenta sin sus primeras espadas. No estarán a las órdenes del entrenador Mike Krzyzewski estrellas como Kobe Bryant, LeBron James, Kevin Durant, Kevin Love, Carmelo Anthony, Deron Williams, Chris Paul, Russell Westbrook, Dwayne Wade, Chris Bosh, Dwight Howard o Jason Kidd -todos campeones olímpicos entre Pekín y Londres-, pero ni siquiera tantas ausencias -y de tanto peso- deprecian el valor de un Dream Team que se presenta en Gran Canaria -para jugar mañana, a partir de las 19.00 horas, un amistoso ante Eslovenia- en pleno proceso de transición.

Con Jerry Colangelo al mando desde los despachos y con Mike Krzyzewski como líder desde el banquillo, la USA Basketball -federación norteamericana- puso en marcha en 2005 un programa para regenerar el prestigio del Dream Team, una marca señalada por dos sonoros fracasos: el sexto puesto firmado en el Mundobasket de 2002 -disputado en Indianápolis- y la medalla de bronce obtenida en los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas.

Programa de compromisos

A partir de aquellos dos tropiezos consecutivos, la USA Basketball reestructuró su idea de equipo nacional: descartó el plan original de reunir -cada dos años y sin mucho trabajo previo- a los mejores jugadores de la NBA. Con eso, entre 1992 y 2002, le fue suficiente para arrasar en Juegos Olímpicos y Mundiales. Pero la progresión de selecciones como Serbia, España, Argentina o Lituania hizo rectificar el rumbo del Dream Team.

Colangelo y Krzyzewski pusieron en marcha en 2005 un nuevo programa en el que, además del talento natural de cada jugador, prevalece el compromiso con la causa: las estrellas de la NBA seleccionadas, para jugar con Estados Unidos, ahora deben aceptar un plan de trabajo a varios años vista. Y, desde entonces, los resultados del Dream Team han sido impecables.

La USA Basketball, en el primer programa de Jerry Colangelo y Mike Krzyzewski -de tres años de duración-, se marcó como objetivo prioritario recuperar el título de campeón olímpico -distinción más valorada en Estados Unidos que la corona de la Copa del Mundo- y el Dream Team no erró el tiro.

Jóvenes estrellas como LeBron James, Dwayne Wade o Carmelo Anthony formaron la base de aquella primera apuesta, que sólo pudo ganar la medalla de bronce en el Mundobasket de Japón en 2006 -competición que conquistó España en Saitama-, pero que dos años después -con la ayuda de jugadores como Kobe Bryant, Dwight Howard o Jason Kidd- superó a la selección española en los Juegos Olímpicos de Pekín. Y, desde entonces, no se ha bajado del cajón más alto del podio: Mundial de 2010 y Juegos de 2012.

Ahora, el gran desafío que aparece en el horizonte de EE UU son los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Y el primer banco de pruebas para una nueva generación de estrellas es la Copa del Mundo de España. Con Bryant o James centrados en otros retos, llega el momento para jugadores como Curry, Harden, Rose, Irving o Faried. El futuro es suyo y hoy están en Gran Canaria. ¿Se lo van a perder?

Cuatro títulos en los Mundiales

A nivel internacional, el gran desafío para el baloncesto estadouninse siempre han sido ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, un asunto que durante la Guerra Fría incluso trascendió el mundo del deporte para convertirse casi en una cuestión de estado -los jugadores norteamericanos, por ejemplo, aún no han recogido la presea de plata correspondiente a los Juegos de Múnich de 1972 tras perder la final, en una acción muy polémica y en el último segundo del partido, ante la URSS-. Frente a la relevancia que desde EE UU se le ofrece al triunfo en los Juegos, en el ámbito de la NBA la Copa del Mundo se considera un trofeo menor. Así, tal vez, se puede comprender que la selección norteamerican sólo haya subido a lo más alto del podio del Mundobasket en cuatro ocasiones: en las ediciones de 1954 (Brasil), 1986 (España), 1994 (Canadá) y 2010 (Turquía). Ahora, con el trabajo presente proyectado hacia Río de Janeiro 2016, el Dream Team defiende la corona conquistada hace cuatro años.