Hay unas ganas enormes de que el balón vuelva a rodar, que los equipos reanuden su actividad y que la Federación decida cuándo se disputan los partidos que quedan. Pero una cosa es el deseo y otra la realidad, esa que impide salir de casa con normalidad y que tiene en vilo a todo el mundo. La incertidumbre es tal que nadie atisba si esto será posible, y mientras en el mundo del fútbol aficionado se está a la expectativa, aunque todos tienen claro que la salud está por encima de todo y el deporte en equipo es secundario. Así se desprende de lo que opinan los representantes de los equipos de Las Palmas que compiten en el grupo canario de Tercera División.
Jesús Trujillo, entrenador del Tamaraceite, lanza un mensaje de cordura pese a que su equipo ha sido de los más perjudicados con este parón forzoso: "En estos momentos toca ser sensatos y cuidarnos. Teniendo en cuenta que la salud está por encima de todo, hay que intentar en la medida de nuestras posibilidades frenar esta pandemia. Ahora mismo supeditamos todos nuestros esfuerzos a esta causa quedándonos en casa, que es lo mejor que podemos hacer".
Ahora bien, el responsable técnico del Támara no oculta su disgusto por lo sucedido al ceñirnos al aspecto deportivo. "Esta situación ha cortado nuestra trayectoria ascendente en juego y resultados. El equipo había encontrado el equilibrio y en cada entrenamiento y en cada partido, jugara quién jugara, se notaba que había unas sensaciones más que positivas", apunta. Añade que "afrontábamos los últimos diez partidos en nuestro mejor estado de forma. El parón rompe de un plumazo todas esas buenas sensaciones y cada día que pasa sin poder entrenar, sin poder competir, nos aleja un poco más de ese estado óptimo de forma y de sensaciones que habíamos logrado".
Jesús Trujillo explica que, pese a todo, tienen que hacer algo para no perder la forma física: "A todos los jugadores se les ha mandado un plan de trabajo para mantener el estado de forma. Serán muchas semanas sin competir y, si se reanuda la Liga, los jugadores lo notarán, seguro".
Optimismo y paciencia
Mingo Oramas, entrenador del San Fernando, equipo que marca el límite entre los que van a participar en la fase de ascenso a Segunda B, recomienda primero que nada "optimismo y paciencia" ante una situación inesperada que paraliza el fútbol. "Hay incertidumbre y nervios al no saber qué pasará. Los futbolistas preguntan cada día y no hay fecha de reinicio", relata.
Un parón que será parecido al de las vacaciones. "Obviamente afectará a la competición, si se reinicia, será un parón como mínimo similar al de las vacaciones de verano, y todos sabemos lo que eso significa", señala.
Mingo Oramas, por último, hace una reflexión. "Todos estamos a la espera de recibir noticias, tanto del club como de los organismos oficiales, pero lo que preocupa ahora es no contagiarse y seguir instrucciones. No sabemos qué pasará, pero es obvio que se tomarán decisiones en las que no estaremos todos de acuerdo, y habrá perjudicados y beneficiados. Mientras tanto, sólo queda aprovechar para potenciar acciones que antes no se hacían. Optimismo y paciencia", recomienda.
Cautela ante todo
Rubén Silva Rivero lleva toda la vida vinculado al Panadería Pulido San Mateo. Desde su perspectiva de jugador del primer equipo y coordinador de la cadena ofrece su impresión ante la situación. "Hay comunicación con otros equipos y hay cierta preocupación por saber cómo se va a decidir este tramo final de la temporada, tanto los que están intentando jugar la fase de ascenso como los que buscan la permanecia. Por nuestra parte, nos encontramos en una situación cómoda, aunque veniamos en una dinámica positiva y creíamos que podiamos hacer cosas bonitas".
Los jugadores del San Mateo se limitan a realizar ejercicios básicos y al tiempo fortalecen sus vínculos: "Llevamos una rutina de entrenamientos, cada uno en su domicilio, sin llegar a un extremo fuerte porque no hay fecha para empezar. Tenemos que ser cautos porque si no tenemos en casa las herramientas adecuadas para trabajar bien, hacerlo a partir de las pesas no es lo más apropiado. Los jugadores tenemos la esperanza de que la competición se reanude a partir de mayo, y tenemos fe en que vamos a terminar la temporada jugando. Lo que nos fastidiaría es acabar en julio".
Conluye el jugador y coordinador del San Mateo comentando lo bien que lo pasan con el desafío que han propuesto, al igual que algunos profesionales: "Estamos a la expectativa, y mientras tanto nos divertimos con el challenge del papel higiénico en el que se han involucrado hasta niños de la escuela, en el que todos intentan dar un mínimo de diez toques a un rollo. Los futbolistas dan un gran ejemplo lanzando mensajes de quedarse resguardados en casa. La salud está por delante de cuaquier otra cosa, y eso lo entendemos todos a la perfección".
Tiempo para la espera
Francisco José Trujillo es el director deportivo del Unión Viera, cuyo primer equipo está situado en media tabla, cree que la mejor solución sería que se pudiese terminar el campeonato tras disputar todos los partidos.
"A todos los jugadores, y no sólo a los de Tercera, se les ha dado un plan de trabajo para que no pierdan la actividad. Cada uno de sus respectivos preparadores físicos les ha dado indicaciones con cosas para hacer en sus casas de la mejor forma posible", señala Trujillo, quien al mismo tiempo apunta que esta situación crítica "incluso nos une más como club, ya que ha fomentado la relación entre todos, vía whatsapp y redes sociales, y mantenemos el contacto".
Por otro lado, lo que le preocupa al director deportivo rojinegro es el futuro de la temporada. "Vivimos en la incertidumbre porque se han barajado varias opciones, y la más justa para todos es la de completar la competición, como anunció Luis Rubiales, el presidente de la Federación Española, pero también dependerá de cuándo volveremos a reanudarla. Se baraja que podamos hacerlo a principios de mayo y así se podría terminar en una fecha prudente".
Por último, Francisco José Trujillo reconoce que los contactos entre los clubes a través de ProLiga se han incrementado. "En el grupo se habla mucho más y existe una gran preocupación porque hay cierta incertidumbre. Sea lo que sea, lo más sensato es esperar y que pasen estos quince días de recogimiento porque la salud es lo primero, y después ya se verá, aunque ya Rubiales anunció que se va a jugar y se terminará cuando se pueda".
El tiempo, una de las claves
Yoni González Oujo es el primer entrenador de Las Palmas C, un equipo que, como todos, ha tenido que recluirse. Ante esta contingencia, los jugadores tienen instrucciones para continuar con la preparación y seguir otros consejos. "Los futbolistas a nivel general han recibido desde el primer día por parte del club pautas de alimentación equilibrada y ejercicios a desarrollar en casa. Además, dentro del control individual de nuestros jugadores (Las Palmas C), nuestro preparador físico, David Arbelo, ha adjuntado especificaciones dependiendo de características y situaciones lesivas o de readaptación".
Lo que siembra las dudas es el futuro de la Liga, cuestión en la que Yoni González da su punto de vista. "Habrá que dilucidar si se puede finalizar con las jornadas restantes o es necesario cambiar el formato. Dependerá del tiempo que perdure el estado de alarma, pero lo justo sería acabar, ya que muchos clubes han hecho méritos para lograr sus objetivos y de ello puede depender su futuro social y económico".
También opina este joven entrenador sobre si sería arriesgado volver a competir si el parón es largo: "Estoy convencido de que solo se reanudará si se asegura la integridad física del futbolista. A buen seguro nos permitirán realizar una pequeña preparación previa al inicio".
Y mientras, la incertidumbre parece que va en aumento por que el tiempo corre en contra. "Si, es imposible no estar continuamente pensando en qué, cómo y cuándo volveremos. Además, la situación contractual de muchos entrenadores suele finalizar a la par que el campeonato, dejándonos probablemente en este caso poco tiempo para la toma de decisiones de cara a la temporada 2020-21".
Un parón que afecta
El entrenador de la UD Lanzarote, Jero Santana, vive esta grave problemática desde una doble vertiente; una como profesor que imparte clases en la Isla de los Volcanes y otra como primer responsable técnico de un equipo que se encuentra en la lucha por salir de la parte baja.
Jero, como la gran mayoría, está en un mar de dudas. "Rubiales dice que se va jugar y terminar la competición, pero vamos a ver cómo se soluciona todo esto. En principio habrá que estar preparado para cuando se tenga autorización para poder entrenar y jugar. Este parón psicológicamente afecta, porque no se sabe con seguridad cuándo se va a volver a competir. Quedan más de diez jornadas por el aplazamiento que hubo por la calima y veo complicado que esto siga para adelante. Siempre habrá alguien que se verá perjudicado y otros beneficiados".
Mientras, el técnico de la UD Lanzarote también recomienda paciencia y tranquilidad: "Hay una calma tensa, porque la incertidumbre te impide saber cómo actuar, aunque por ahora todos debemos ir con cautela y respetar las órdenes de las autoridades por nuestro bien".
Horizonte muy oscuro
Hilarión Rodríguez es el presidente del Villa de Santa Brígida y delegado en Canarias de ProLiga, la asociación de clubes que vela por los intereses de los más modestos. No ve con optimismo lo que sucede en España.
"Rubiales vende mucho optimismo, como el presidente del Gobierno, y esto se nos escapa de las manos. Pienso que la próxima semana o la otra saldrá con otras manifestaciones diferentes diciendo que no se podrá reanudar la competición y que esto va estar muy complicado. La preocupación es mucha, porque los casos suben como la espuma. Los plazos que se han dicho para tratar de terminar la competición creo que no se van a poder llevar a efecto y no sé cómo se va a actuar", comenta sobre una competición que se desconoce si se podrá reanudar.
"Respecto a mi club, todos están en sus casas ante esta situación de alarma, que creo que se va a ampliar como mínimo hasta después de Semana Santa, porque de lo contrario sería una locura, y así las cosas veo muy difícil que se pueda jugar. La consecuencia de todo esto será un descalabro económico.La cosa no está como para pensar en el deporte y en el fútbol; el horizonte dentro del plano futbolístico lo veo muy oscuro por las dificultades económicas que habrá en todos los aspectos", explica.
