El entorno de Quevedo, el cantante y compositor canario de 20 años que ocupa actualmente el número uno en las listas internacionales, recuerda sus inicios en la música y cómo el joven trata de asimilar «con normalidad» el éxito

«¿Cómo me pones esto si Quevedo publicó el jueves su última canción?», recriminó divertido y en directo el periodista Manu Carreño, de la Cadena Ser, a uno de sus colaboradores durante la emisión de Carrusel Deportivo del pasado domingo cuando comenzó a sonar en antena un tema de reguetón interpretado por un artista latino. Ese comentario sobre el cantante y compositor canario quedaría en una simple anécdota si no se hubiera producido en el espacio radiofónico de mayor audiencia del país, con una media de 1,7 millones de oyentes cada fin de semana, un dato al que se suma el 17,7% de share —2,2 millones de espectadores— registrado en El Hormiguero durante la entrevista a Quevedo cuatro días antes, cifras que reflejan el tirón de este muchacho de tan sólo 20 años que, en un momento del programa de Antena 3, logró reunir ante las pantallas a más de 5,1 millones de personas de los cuales un 26,1% eran jóvenes de entre 13 y 24 años. Por si todo eso fuera poco, David Broncano recibía el pasado lunes al joven en La Resistencia donde, de nuevo, Quevedo volvía a enamorar al público del espacio más gamberro de la televisión española echando mano de su arrollador encanto natural. Pero, ¿quién es Pedro Luis Domínguez Quevedo y qué hay detrás del éxito de este chico más allá de BZRP Music Sessions Vol. 52 —el mundialmente famoso Quédate—, Sin señal o Cayó la noche?

«No quiero ni imaginar qué tienen preparado él y su apasionado equipo para los ‘shows’ de su próximo trabajo», reconocen desde el entorno del cantante

Precisamente ese tema coral publicado el pasado mes de enero supuso a nivel nacional e internacional la carta de presentación del músico canario pero, además, sirvió como reclamo para que el público y la industria musical fijaran su mirada en los ritmos urbanos made in Canarias producidos por artistas emergentes de las islas como La Pantera, Juseph, Abhir Hathi, El IMA o BDP Music (siglas tras las que se esconde Isaac, uno de los artífices de aquel primer éxito) a quienes en Cayó la noche se sumaron intérpretes ya consagrados del Archipiélago como Bejo y Cruz Cafuné. «Fue un remix que habíamos sacado en Canarias de Cayó la noche el que nos dio a conocer», ha recordado Quevedo sobre el inicio de su meteórica carrera, un recorrido que en sólo seis meses le situó como el artista más escuchado del mundo, título que sigue ocupando actualmente, gracias a su colaboración con el productor y músico argentino Bizarrap. «De locos», reconocía en El Hormiguero el canario sobre lo que se podría definir como el penúltimo capítulo de una historia que se comenzó a escribir en Madrid el 7 de diciembre de 2001.

«Fue en la cuarentena cuando me di cuenta de que estaba cansado de hacer cosas que no me motivaban y decidí volcarme en la música», cuenta Quevedo

Ese día nacía Pedro Luis Domínguez Quevedo en la capital de España, donde reside unos meses hasta que por motivos personales y familiares sus padres deciden trasladarse a Brasil, concretamente a Río de Janeiro. Allí permanece hasta que ya con cuatro o cinco años los Domínguez Quevedo se instalan en Las Palmas de Gran Canaria, donde el chiquillo comienza a estudiar y, sobre todo, donde le nace su interés por la música, «una relación que me viene desde niño», reconoce. «Hubo una época de pequeño en la que toqué el piano durante un año pero a los 13 empecé a escribir mis cosas, que no eran canciones sino reflexiones. Después», ha contado Quevedo, «empecé a seguir las batallas de gallos y ahí comencé a improvisar y a escribir con bases de rap para desahogarme. Fue en la cuarentena cuando me di cuenta de que estaba cansado de hacer cosas que no me motivaban y no me hacían feliz y decidí hacer lo que me gustaba», aseguraba.

«El éxito ha sido algo muy sorprendente», explicaba esta semana uno de los testigos del nacimiento de este fenómeno musical que, y nadie debe olvidarlo, se ha consolidado en menos de nueve meses. De hecho, una de las primeras entrevistas de Quevedo, por no decir la primera, se la hizo en enero en la provincia la periodista Carla Rivero, quien recuerda «la cercanía de un muchacho que, en vez de exaltar el triunfo, se exigía a sí mismo prudencia y constancia. Ante el muro de grafitis de La Minilla donde se realizó su primera sesión de fotos, acompañado de sus colegas, dijo: ‘Esto es importante, pero no quiero subirme a una nube, lo importante es lo que pase después’. Ese día», cuenta la periodista, «le había llegado el pago de su última nómina trabajando en la construcción y, después de acumular cientos de mensajes, comentó que gracias a las redes su música podía llegar a China. Quién le diría que ahora tendría más de 1,5 millones de seguidores en Instagram. Sin focos, su rostro y maneras se iluminaban con la sencillez de una estrella que defendía que lo canario se distinguía, sobre todo, por ‘el sentimiento de querer ayudar a otros’. Una entrevista de seis minutos que adelantaba su calidad humana», añade la redactora.

«Su familia le ofrece un entorno estable, algo importantísimo para que siga teniendo los pies en la realidad», dice el representante de artistas Ricky Santana

«Ver cómo unos jóvenes canarios pasan de ser artistas por hobby a artistas de profesión, y además de los mejores de España y el mundo, es algo increíble», reconoce con orgullo un promotor musical de las Islas que admite estar sorprendido, sobre todo, al comprobar que «tanto Quevedo como el resto de artistas de Cayó la noche siguen siendo los mismos que antes de tener fama. Ninguno ha cambiado nada su forma de ser, su humildad y su pasión por la música», añade.

Aunque el pelotazo de ese tema supuso un espaldarazo profesional para todos sus intérpretes, fue Quevedo quien sacó mayor rédito de aquel éxito. «Al tiempo saqué una canción con Duki y cuando Bizarrap vio que iba para Argentina a grabar el vídeo me habló por Instagram», recuerda el cantante sobre una colaboración que, sin duda, situó a Quevedo en primera línea del panorama musical internacional ya que de aquella relación surgiría el hit global BZRP Music Sessions Vol. 52, más conocido mundialmente por su pegadísima estrofa «quédate, que las noches sin ti duelen...».

El tema ‘Cayó la noche’, publicado en enero de este año, daba a conocer el talento del joven que ya con trece años empezó a componer sus primeras canciones

«A mí me cae de locos», contaba Quevedo en El Hormiguero sobre Bizarrap. «Es como supernormal con todo lo que ha hecho en la industria siendo un productor, que encima es muy difícil porque normalmente a los productores se les da» menos «visibilidad» que «a los artistas». Quédate fue concebido en una sola jornada, otro detalle que sirve para ilustrar la productiva relación de estos dos jóvenes creadores cuyo impacto internacional catapultó definitivamente a Quevedo hasta el Nirvana de la industria.

«Dentro de lo que cabe yo intento llevarlo de la mejor manera posible», dice el intérprete y compositor sobre la manera en la que tanto él como su familia tratan de gestionar el éxito. «Tiene cosas buenas y cosas malas porque uno está acostumbrado a una vida y le cambia de repente» pero «al final estoy cumpliendo un sueño”, asegura este joven que ha encontrado en sus padres «una complicidad y un apoyo enorme», explica por su parte el representante grancanario de artistas Ricky Santana, que dirige entre otros la carrera de La Pantera y ha sido testigo directo del crecimiento de Quevedo, a quien le une una buena amistad. «Su familia le proporciona un entorno estable, algo importantísimo para que siga teniendo los pies en la realidad. También conserva su amistad con los chicos [de Cayó la noche] aunque para todos, por motivos de sus respectivas agendas, es un poco más difícil coincidir», añade. «El otro día apareció por el estudio, en Las Palmas de Gran Canaria, y allí acabó jugando al FIFA con los chiquillos», cuenta Santana

«Es increíble ver cómo unos jóvenes canarios pasan de ser artistas por ‘hobby’ a situarse entre los mejores de España y el mundo», confiesa un promotor de las Islas

«Lo han encajado bastante bien», reconoce Quevedo cuando le preguntan por las consecuencias que la fama ha acarreado a su padre y su madre [también tiene una hermana pequeña]. «Al final, igual que para mí, es un cambio para ellos. Hay cosas de las que acaban saturados, como yo, pero lo llevan muy bien y tenemos el mismo trato que siempre», admite el joven. «Mi madre me decía que si no estudiaba me iba a echar de casa», ha reconocido el cantante y compositor, «pero ahora no quiere que me vaya aunque en breve me tendré que ir».

El artista canario, que tras la pandemia abandonó sus estudios de Administración y Dirección de Empresas para centrarse exclusivamente en la música, ultima los detalles de su nuevo disco y la gira en solitario que le llevará por escenarios de toda España.

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Pese a haber firmado contrato con una importante discográfica internacional para distribuir su música, Quevedo sigue siendo dueño de su carrera, que gestiona junto a su «apasionado», así lo describe su entorno, equipo de confianza. «No me quiero ni imaginar qué tienen preparado para los shows de su próximo trabajo», concluye otro de sus amigos «que ahora», confiesa, «me he convertido en un jodido fan suyo».

El canario que apoya el talento de las Islas

El éxito internacional del cantante y compositor canario Quevedo ha servido para poner en valor el trabajo de profesionales canarios en aspectos tan relevantes como la realización audiovisual, el estilismo, la imagen o la dirección creativa. El canario Jou Martan (@iamjoumartan) es quien se encarga actualmente de vestir al joven artista para sus producciones audiovisuales y esta semana reconocía que Quevedo «es uno de los clientes más jóvenes con los que he trabajado y, sin embargo», dice, «es de los profesionales más respetuosos que me he encontrado. Pese a su edad se trabaja muy fácil con él y está abierto a propuestas e ideas nuevas porque sabe la importancia y el impacto que tiene su imagen en el resultado final». El equipo del intérprete isleño, a día de hoy el artista más escuchado del mundo, lo componen, entre otros, su inseparable Sao, cómplice, videomaker y dj; la fotógrafa Laura Ouch; el director creativo de sus piezas audiovisuales, Javier Maker; Javi Tilouni, también videomaker y Adrián Biyang, coestilista. «Ha demostrado que no hay que ir fuera de Canarias a buscar profesionales para lograr un impacto internacional del calibre que ha conseguido», añade.