Nanotecnología en la Antigüedad

Nanotecnología en la Antigüedad

Nanotecnología en la Antigüedad / lara de armas moreno

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

La nanotecnología (la manipulación de la materia a escala nanométrica) es uno de los mayores descubrimientos del siglo pasado, pero el comienzo de su andadura no es reciente, más bien data de hace unos 1.700 años. Da fe de ello la copa de Licurgo, actualmente custodiada en el Museo Británico.

Esta copa de cristal tiene capacidades dicroicas, es decir, tiene la propiedad de dividir un haz de luz policromática en diversos haces monocromáticos con distintas longitudes de onda, lo que se traduce en cristiano en que si la iluminas por un lado, transmite la luz roja y si la iluminas por el otro refleja la luz verde. Además, la pigmentación de la copa también se modifica según el líquido que se vierta en su interior.

Esta pieza está compuesta por un vidrio al que se incorporó una pequeña cantidad de nanopartículas (mil veces más pequeñas que un grano de sal) de oro y plata dispersas, pero el proceso utilizado aún es un misterio. Es más, los expertos apuntan a que ni los mismos artesanos sabían cómo utilizar el proceso y que, posiblemente, éste fue descubierto por una contaminación accidental del vidrio con polvo de oro y plata finamente molido.

A la copa le da nombre su personaje principal, Licurgo, el mitológico rey de Tracia que murió por prohibir el culto al dios tracio del vino, Dionisio. Se conoce a este tipo de copas como de jaula o diatretum, ya que las figuras de vidrio se entrelazan formando una especie de jaula decorativa. El Museo Británico la adquirió en 1958. Su reborde dorado y el pie fueron añadido hacia el 1800 d.C.

La pieza de vidrio, la más espectacular conservada de este periodo, nos deja, sin duda, con muchas incógnitas. ¿Fue accidental su fabricación? ¿Quién la fabricó? ¿Dónde estuvo desde que se creó hasta que se encontró? Esperemos que la ciencia pueda explicárnoslo en el futuro.

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