El motor de Sergio Alonso Reyes se ha parado para siempre. Un motor donde el afán de superación, la humildad y la cultura del esfuerzo iban de serie. Su ejemplar gestión empresarial, aderezada hasta la saciedad con un rechazo al intervencionismo, le llevó a impulsar un conglomerado de empresas (Domingo Alonso Group) que da empleo a más de 3.000 personas, no solo en las Islas, ya que la compañía tiene presencia en tres continentes. La internacionalización y la diversificación fueron su constante. Este empresario se va dejando tras de sí un legado modélico que ha creado escuela y que recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su excelsa trayectoria. Conversador nato, con socarrona sinceridad y una franca desinhibición a llamar a las cosas por su nombre, Sergio Alonso desgranaba su ideario bajo un chasis en el que primaba la defensa a ultranza de la libre competencia y el rechazo a la estéril subvención. Sergio Alonso, hijo de Domingo Alonso se formó en Wolfsburgo en la planta central de Volkswagen en los años 50 en la Alemania del milagro europeo. Siendo un adolescente se incorporó a la compañía del 'coche del pueblo' y allí conoció a su media naranja. Cecile Rohner. Su eterna compañera, amiga y confidente, siempre a su lado. Sergio se forjó a hierro en la cuna de industrial germana en todas las competencias y dos décadas más tarde regresó a la empresa de su padre para empezar con las manos llenas de grasa. Desde los talleres hasta el puente de mando. Con su empecinamiento y una visión centroeuropea rigurosa no cejó en su empeño por luchar contra todas las adversidades y pelear contra la burocracia para poder crecer. De las cuatro ruedas de Domingo Alonso, Sergio, con una visión única, saltó al negocio inmobiliario, al informático, al sanitario y fraguó estirpe. Sus hijos Oliver, Claudio y Evelyn tienen el testigo para afrontar el futuro con todas las garantías. Sus más allegados saben que Sergio fue un luchador infatigable hasta los últimos instantes de su vida. Un dirigente que se ganó a pulso el máximo respeto, la admiración y el cariño de la sociedad canaria. Un empresario, un amigo de alta gama. Hasta siempre Sergio.