La desaceleración y la incertidumbre global hacen mella en las expectativas de los empresarios españoles, y Canarias no es una excepción en este aspecto. El Índice de Confianza Empresarial (ICE) descendió en octubre por primera vez desde el inicio de la recuperación económica, a pesar de que la recta final del año coincide con la temporada alta turística y la campaña de Navidad.

Los datos del estudio, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y ampliado para las Islas por el Instituto Canario de Estadística (Istac), fueron presentados ayer por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. El presidente de la institución, Santiago Sesé, reconoció que los resultados "no son buenos", pero se mostró convencido de que aún es posible tomar medidas que reviertan la situación y también para "renunciar a otras" que puedan "profundizar en la incertidumbre" que vive el tejido productivo de las Islas, en alusión a las subidas de impuestos que plantea el Gobierno regional.

"Los impuestos se suben al panadero, al taxista... Pedimos al Gobierno que tenga cintura para entender que estamos en una situación diferente que necesita medidas diferentes", reclama representante de la Cámara de Comercio ante el temor de que el incremento de la presión impositiva tenga "un efecto boomerang" que finalmente se traduzca en una menor recaudación a causa del deterioro que puedan ocasionar a las empresas.

Los datos muestran a las claras que el incremento del pesimismo entre los empresarios es generalizado. De hecho, Canarias registra la segunda disminución de la confianza más baja de país, un 1,1% respecto al trimestre anterior, frente al descenso del 2,9% que experimenta el conjunto de España. Lo significativo es que lo hace en un momento del año habitualmente propicio para la actividad económica. Los retrocesos más acusados se dan en Baleares -un 4,7%-, que al efecto de la quiebra del turoperador Thomas Cook suma su temporada baja, País Vasco -5%- y Extremadura -6,5%-.

El índice de confianza se compone de la impresión de los gestores de los negocios sobre sus resultados en el trimestre anterior, en este caso el de verano, y de sus expectativas sobre el siguiente. Es un indicador de carácter cualitativo que permite adelantar el comportamiento de la economía. Así ha ocurrido con los datos obtenidos en el Archipiélago, que con el estudio realizado este mes acumula un año entero de disminuciones, en paralelo a la ralentización de la economía.

El pesimismo es casi general en Canarias. La única excepción, desde el punto de vista territorial, vuelve a ser El Hierro, que prolonga el buen momento que vive la Isla y en el que mucho tiene que ver la serie televisiva de Movistar Hierro. Su indicador avanza un 7,5%. La Palma también mejora, pero de forma tan leve -un 0,5%- que casi podría hablarse de estabilidad. El mantenimiento de las operaciones de la aerolínea Cóndor, filial de Thomas Cook, parece explicar este repunte de la confianza en la Isla Bonita. Para el resto todo son caídas. Ligeras en los casos de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote -menos de un 1%- y más acusadas en los de La Gomera -la que más baja, un 5,5%, afectada por el declive del turismo alemán- y Fuerteventura, que cae un 5,5% y profundiza el desplome que protagoniza durante el último año.

En cuanto a los sectores, solo el transporte y la hostelería, por una parte, y la industria, por otro, registraron incrementos del indicador de confianza, aunque casi inapreciables, un 0,5% en ambos casos. En el turismo, la entrada en temporada alta ha conseguido mitigar en parte el impacto que supuso la quiebra de Thomas Cook, si bien su avance es mucho más tímido que en años anteriores.

Entre los perjudicados, el retroceso más pronunciado, un 4,4%, corresponde a la construcción, que ha pasado de tirar del carro hasta hace poco a un desánimo producto de que las expectativas de inversión pública se han ido desinflando.

El 16,4% de las empresas canarias prevé que la marcha del negocio será favorable durante los últimos tres meses del año, mientras que el 27,3% opina que será desfavorable, una diferencia de casi 11 puntos en negativo. El 56,3% restante cree que será normal.

En cuanto a los meses de verano, la percepción sobre los resultados obtenidos es peor de la inicialmente esperada. El 17,7% de los encuestados expresó una opinión favorable sobre la evolución de sus negocios en relación al trimestre anterior, en tanto que un 24,7% constató una pérdida de actividad.

En materia de empleo, las respuestas de los empresarios apuntan a una moderación en el ritmo de creación de empleo para los próximos meses. Un 7,3% contempla ampliar sus plantillas a corto plazo, frente a un 12,5% de los que lo hicieron en verano.