El pequeño tamaño del sistema eléctrico canario obliga a una transición diferente

Hablar de sistema eléctrico canario responde a la necesidad de resumir un concepto. En realidad se trata de una entelequia. A día de hoy cada isla tiene su propio sistema y solo Lanzarote y Fuerteventura constituyen uno común al estar unidas por una interconexión submarina. Este pequeño tamaño hace necesarias soluciones específicas para abordar la transición energética hacia un modelo sostenible.

Gran Canaria y Tenerife cuentan con los sistemas eléctricos más grandes, y «son hasta 75 veces más pequeños que el sistema peninsular español y hasta 1.000 veces más pequeños que el sistema continental europeo», detalló el director de Operaciones en los Sistemas no Peninsulares de Red Eléctrica (REE), Juan Bola. Si el referente es El Hierro la proporción se reduce a 78.000 veces menos en comparación con Europa.

¿Por qué es importante el tamaño? «Es una característica que hace que su comportamiento sea más estable, siendo más sencillo, entre comillas, en los sistemas grandes asegurar el suministro de los consumidores», explicó Bola. Es sencillo de entender. Un entramado de grandes dimensiones ofrece diferentes caminos al flujo energético para llegar hasta los hogares y las empresas, y una avería en un punto determinado puede salvarse con una senda alternativa a la habitual.

No sucede así en Canarias, donde el problema de una determinada central de generación o del tendido en algún tramo puede derivar en un cero energético imposible de recuperar hasta que se produce la reparación del daño. De ahí la importancia de las interconexiones entre islas; si en una falla el sistema, el de otra puede auxiliarla.

Demanda compartida

Además, el excedente de producción de megavatios hora de origen renovable disminuye. Si cuando la demanda cae –por la noche, por ejemplo– y hay que detener los aerogeneradores para no provocar una sobrecarga, habrá que hacerlo en menor medida si la que tiene más parques eólicos surte a aquella que cuenta con menos y a la que está conectada a través de un cable submarino.

Todas estas circunstancia provocan «que la transición energética en Canarias deba realizarse con elementos distintos de los que se están utilizando, por ejemplo, en la Península», explicó Juan Bola. 

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Y, además, las redes deben adaptarse no solo cuando pensamos en grandes instalaciones de generación, sino que también deben posibilitar integrar las energías renovables procedentes del «autoconsumo, ese nuevo elemento que trae también la transición energética y que posibilita que los consumidores finales se puedan convertir en un agente activo», como lo definió el directivo de REE. 

El avance en sistemas de almacenamiento de la energía permitirá un mayor grado de penetración de las renovables

También la investigación desempeña un rol importante. El avance en sistemas de almacenamiento de la energía permitirá un mayor grado de penetración de las renovables y alcanzar nuevos hitos en el camino hacia la descarbonización.

«Hemos puesto las bases para contribuir a hacerla posible», señaló sobre esa obligada y necesaria reducción del protagonismo de los hidrocarburos en la generación eléctrica la delegada del operador del sistema en el Archipiélago, Ainara Irigoyen. Ella misma aludió a ese proceso como una «tarea urgente y prioritaria».

La dependencia de los combustibles fósiles se ha revelado aún más peligrosa a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Tener que comprar petróleo y gas a Moscú, además de resultar en el contexto actual dudosamente ético, significa también que las sanciones impuestas a Putin encierran un efecto búmeran.

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