El precio del alquiler en Canarias cae un 3,5% en el último año y se sitúa en 9,25 euros por metro cuadrado

El piso tipo de alquiler en Canarias tuvo un precio medio de 9,25 euros por metro cuadrado en febrero, lo que supuso un recorte mensual del 0,11 por ciento, el segundo menos intenso de España, y respecto a febrero de 2022 cayó un 3,55%, el tercer descenso más contenido del país, según el informe mensual de precios de alquiler de pisos.com.

Canarias fue la quinta autonomía con la mensualidad más cara para los inquilinos, por detrás de Baleares (14,62 €/m2), entre otras. Por su parte, el piso de alquiler en España tuvo en febrero de 2023 un precio medio de 10,49 euros por metro cuadrado, subiendo un 0,77 por ciento mensual. Respecto a febrero de 2022, el incremento fue del 3,76 por ciento.

Frente a enero, la provincia de Las Palmas (1,02%) subió de forma intermedia, mientras que la provincia de Santa Cruz de Tenerife (-2,05%) arrojó el séptimo descenso más pronunciado del país. En la variación interanual, Santa Cruz de Tenerife (8,60%) fue la undécima provincia española que más creció. Las Palmas (-0,40%) registró el tercer ajuste más leve de España. Con 9,77 euros por metro cuadrado en febrero de 2023, Las Palmas fue la séptima provincia más cara del país, mientras que Santa Cruz de Tenerife, con 8,59 euros por metro cuadrado, fue la novena.

En cuanto a las capitales canarias, Santa Cruz de Tenerife (0,98%) arrojó un ascenso mensual intermedio, mientras que Las Palmas de Gran Canaria (-0,01%) registró la caída menos llamativa del país. De un año a otro, Santa Cruz de Tenerife (10,43%) registró un incremento más pronunciado que el recogido en Las Palmas de Gran Canaria (2,69%), que fue el quinto más contenido del país. En el apartado de precios, Las Palmas de Gran Canaria (11,17 €/m2) fue la décima más cara de España, mientras que Santa Cruz de Tenerife (9,86 €/m2) fue algo más asequible.

Según Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, "la accesibilidad al mercado del alquiler sigue estando comprometida debido al creciente esfuerzo económico que supone ser inquilino en determinadas ciudades" y añadió que precisamente donde menos generosa es la oferta es donde más cuesta encontrar un piso a un precio razonable.

"Hay personas que, aun teniendo un salario cercano a los 2.000 euros, no pueden permitirse el alquilar un piso en solitario que no sea un estudio minúsculo, teniendo que recurrir a compartir. Los planes vitales se van retrasando, pero también se retrae el gasto en consumo de ocio, restauración o viajes, dado que la renta del alquiler canibaliza el sueldo", agregó.

Tal y como señala Font, "para que este mercado vuelva a encontrar el equilibrio perdido y los precios dejen de poner en aprietos a nuestros bolsillos es esencial hacer hincapié en la oferta". El directivo es partidario de buscar soluciones que amplíen el parque de vivienda en arrendamiento, indicando que las alternativas pasan por "desarrollar nuevas promociones pensadas para el alquiler, reconvertir inmuebles que hoy en día tienen otros usos o incentivar a los propietarios con un marco jurídico estable o algún tipo de bonificación".