Destituida la directora provincial de la Seguridad Social en Las Palmas

Las crisis de las colas que soportan los ciudadanos para realizar sus trámites y los encontronazos con la Delegación del Gobierno cuestan el cargo a Silvia de la Hoz

Colas ante el centro del INSS de la calle Juan XXIII de la capital grancanaria.

Colas ante el centro del INSS de la calle Juan XXIII de la capital grancanaria. / JOSE CARLOS GUERRA

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

Las colas a las puertas de los centros del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se han cobrado su primera víctima política. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha decidido destituir a la directora provincial del INSS en la provincia de Las Palmas, Silvia de la Hoz, solo horas después de que el ministro José Luis Escrivá diera por finalizada su visita del lunes a Las Palmas de Gran Canaria.

Los encontronazos de De la Hoz con la Delegación del Gobierno central en Canarias se han intensificado en las últimas semanas. Fuentes sindicales consultadas aseguran que la orden de la Administración estatal era la de minimizar el problema por la vía de la ocultación. La forma de hacerlo, abrir la puerta a los ciudadanos que estaban esperando para que la aglomeración no fuera visible desde el exterior.

De la Hoz no estaba por esa labor, sino por la de demandar los medios humanos necesarios para acabar con un colapso que está retrasando cuestiones tan perentorias como la formalización y el acceso al cobro de pensiones de jubilación o del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Incluso, las mencionadas fuentes sindicales aseguran que el abono de una incapacidad laboral determinada por sentencia judicial ha llegado a acumular hasta un año de demora.

Fuentes presenciales relatan que hace escasos días una comitiva de la Subdelegación del Gobierno y Policía Nacional tomó el control del centro del INSS de la calle Juan XXIII de la capital grancanaria e introdujo en el interior de las instalaciones a los ciudadanos que se agolpaban fuera en ese momento. El criterio esgrimido era el de hacer menos penosa la espera. En la práctica resultó ser la última y estéril defensa de las posiciones de la destituida directora provincial de Las Palmas.

Pasan meses desde que se repite el panorama de contribuyentes que llegan desde primera hora de la madrugada a los centros del INSS para hacerse con una de las escasas citas presenciales que se reparten cada día. El problema, la falta de personal.

El pasado mes de septiembre, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, se desplazó al ministerio que dirige Escrivá para solicitar soluciones. Pocos días después, el ministro anunció el incremento –83 nuevos trabajadores– de las plantillas. Sin embargo, las colas no desaparecieron.

La medida llega solo horas después de que el ministro Escrivá dejara la capital grancanaria

El motivo del fracaso de la medida estriba en que una gran parte de los llegados no están en la atención presencial. El alivio que pudieran propiciar en labores internas no tuvo reflejo a las puertas de los centros.

José Luis Escrivá situó el origen del problema en la política de bajas o nulas tasas de reposición –cada baja en las plantillas no se sustituía con otro empleado– instauradas por el primer Gobierno de Mariano Rajoy en plena época de recortes al inicio de la década pasada. A ello se une el rápido crecimiento de población que se ha dado en las Islas en los últimos años.

La directora cesante exigía mas efectivos y se negaba a ocultar el problema a la ciudadanía

El ministro anunció el lunes otra iniciativa «muy potente» para poner coto a las carencias en el servicio que reciben los ciudadanos canarios. A mitad de este mes, el delegado del Gobierno central en las Islas, Anselmo Pestana, cifró entre 120 y 180 las llegadas en el vago plazo de los próximos años. Para Escrivá, el tamaño del problema hace aconsejable rellenar huecos con personal interino, pero tampoco fue mucho más concreto con el cuándo: «En los próximos meses», expuso.

Además, también explicó que lleva meses tratando de que el Ministerio de Hacienda dé soporte financiero a ese aumento de personal. La entrada de más actores en escena tampoco invita a pensar en una solución cercana.

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