MOVIMIENTO CORPORATIVO

Ferrovial 'venderá' en la Junta que tendrá dos sedes

La empresa habla ya oficialmente de que en Países Bajos tendrá la "sede legal"

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial.

Rafael del Pino, presidente de Ferrovial. / EPE

Juan Carlos Lozano

A solo unas horas de la Junta de Accionistas que debe certificar el traslado de sede de la compañía a los Países Bajos, lo que ha desatado una tormenta política en la que se ha implicado directamente el Gobierno al más alto nivel, Ferrovial ya habla oficialmente de un traslado de la “sede legal”, lo que implica poder ‘vender’ en la Junta que la compañía operará con dos sedes, la legal y otra que se denominaría sede operativa y que estaría en Madrid. Fuentes conocedoras de la operación señalan que desde un punto de vista legal o jurídico esta manera de exponer el traslado no es más que una operación de imagen diseñada para intentar quedar “menos mal” con el Gobierno y para poder tranquilizar y convencer a los accionistas que no estén de acuerdo con el cambio de sede. Pero la realidad es que hablar de dos sedes ha tomado fuerza en las últimas horas. Por ejemplo, el exdirector general del Iese, Jordi Canals, experto en consejos y hombre cercano al presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, reclamaba en una entrevista con ‘activos’ al ser preguntado sobre el caso que hay que buscar mecanismos “para que haya dos sedes sociales”.

El Gobierno, por su lado, sigue elevando la presión. El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García, remitía hace escasas horas una carta al consejero delegado de Ferrovial, Ignacio Madridejos, en la que insistía en que según había analizado el Ejecutivo y sostenían también el regulador de los mercados (CNMV) y el gestor de las bolsas (BME) no es necesario ese traslado de sede para que una empresa española cotice directamente en la Bolsa de Nueva York, que es el principal argumento esgrimido por la empresa para justificar su decisión. Sobre esto, algunas fuentes resaltan el caso de IAG, producto de la fusión de Iberia y British Airways, que cuenta con dos sedes y que cotiza en Londres y las bolsas españolas. El objeto de la misiva del secretario de Estado, según se explica en la propia carta, es que la compañía pueda "informar adecuadamente a su Junta General sobre las distintas opciones en este ámbito, así como sobre sus posibles riesgos o contingencias”.

El traslado de sede a Países Bajos supone que la compañía tendrá en Ámsterdam el domicilio social (Kingsfordweg, 151), lo que la somete a la legislación del país, y que previsiblemente contará en España con un establecimiento permanente. Desde un punto de vista tributario, esto significa que pagará todos los impuestos en Países Bajos y en España sólo tributará por los beneficios que obtenga en nuestro país. El Sabadell estimó que el ahorro tributario para la empresa en Países Bajos supondría unos 40 millones de euros anuales por las mejores condiciones en el trato fiscal de los dividendos.

La Junta de Accionistas del jueves se presenta por tanto complicada para Ferrovial, sobre todo tras haber intensificado el Gobierno la presión para intentar que la compañía reconsidere su postura de trasladar la sede, algo que no parece que vaya a ocurrir. De hecho da la impresión de que legalmente el Ejecutivo no ha hallado resquicio alguno para torpedear la decisión de Rafael del Pino (se habló de usar el escudo antiopas) con lo que sólo se podría contar con que al menos un 2,57% del capital no sólo rechazase el traslado, sino que además pidiese el reembolso de sus acciones, algo para lo que la empresa ha presupuestado 500 millones. Superar esa barrera, en teoría, haría fracasar el cambio, según hizo constar la empresa en su Proyecto de Fusión. Los accionistas que voten en contra tienen un mes para solicitar el reembolso desde el anuncio en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) de la aprobación de la fusión por la junta de accionistas. Hasta ahora, Ferrovial y Rafael del Pino ha contado con el apoyo a su decisión por parte de grandes fondos presentes en su capital, como TCI, que elevó su participación al 7% tras conocerla, pero también se ha encontrado con el rechazo de uno de los miembros de la familia, Leopoldo del Pino, que cuenta con más de un 4%, aunque desde la empresa se asegura que no exigirá el reembolso de sus acciones.

Ferrovial insistirá ante los accionistas en que la principal motivación para cambiar la sede a Países Bajos es de tipo económico, especialmente en lo que hace referencia a su principal objetivo: cotizar en Wall Street como una empresa americana a todos los efectos y no solo a través de los ADR’s, que la compañía considera que reflejan solo una parte de su potencial. Ferrovial insiste

en que el 80% de su negocio ya procede de Estados Unidos y que el 90% de sus futuros proyectos y de sus principales oportunidades están en el país norteamericano. Para Ferrovial, por otro lado, tener una mayor presencia en Estados Unidos refuerza su notoriedad en la zona, en particular ante los reguladores, “cuyo papel en la adjudicación de nuevos proyectos en clave”.